A pesar de que la Corte Suprema de EEUU comenzó a intervenir en el proceso electoral, solicitando la separación de votos por correo llegados luego del día de la elección en estados como Pennsylvania, en base a denuncias de fraude y denegación de fiscalización, las grandes cadenas de noticias de EEUU dieron por concluido el comicio y designaron como nuevo presidente electo a Joe Biden.
Luego de que la principal agencia noticiosa publicó: “Associated Press declara a Joe Biden ganador”, el candidato demócrata expresó en Twitter: “América, me siento honrado de que me hayan elegido para dirigir nuestro gran país.
El trabajo que tenemos por delante será arduo, pero les prometo esto: seré un presidente para todos los estadounidenses, ya sea que voten por mí o no”.
A lo que siguió el resto de cadenas de noticias y dirigentes políticos norteamericanos:
Pocos minutos más tarde, exactamente a la misma hora y de manera coordinada, salieron a “reconocer” a Biden los “principales líderes del mundo”:
Luego tocó el turno a organismos del poder global, como la OTAN, e instituciones regionales, como la OEA:
¿El objetivo? Dar a Biden como “presidente electo” como un hecho consumado e inobjetable, presionando así a los jueces que tengan que decidir sobre la elección, dejando en claro que el poder real está en otro lado.
La oficina del presidente Donald Trump, por su parte, emitió un comunicado en el que anuncia que a partir del lunes comenzarán las acciones judiciales para recontar los votos en los Estados que han sido impugnados por fraude: “Todos sabemos que a Joe Biden le está entrando prisa para proclamarse ganador, y los medios aliados están intentando ayudarle: no quieren que la verdad salga a la luz”, y agregó sus denuncias por la denegación de fiscalización:
“A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a procesar nuestro caso en la Corte para garantizar que las leyes electorales se cumplan plenamente y que el ganador legítimo quede asentado.
El pueblo estadounidense tiene derecho a una elección honesta: eso significa contar todos los votos legales y no contar los votos ilegales. Ésta es la única manera de garantizar que el público tenga plena confianza en nuestra elección.
Sigue siendo impactante que la campaña de Biden se niegue a estar de acuerdo con este principio básico y quiera que las boletas se cuenten incluso si son fraudulentas, fabricadas o emitidas por votantes no elegibles o fallecidos.
Solo una parte involucrada en una infracción mantendría ilegalmente a los observadores fuera de la sala de conteo y luego pelearía en la corte para bloquear su acceso”.
“¿Qué esconde Biden? No descansaré hasta que el pueblo americano tenga el escrutinio honesto que merece y que la democracia exige”, termina el comunicado.
