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¿La pandemia de BUKELE acaba con la salud en EL SALVADOR?


Recientemente el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, con sus aptitudes de vendedor de feria, anunció que abría las puertas de El Salvador a médicos y personal de salud de todos los países de América Latina, para trabajar en el combate a la pandemia del coronavirus.

Pero tras la frase de Bukele se esconden varias realidades inocultables, como las protestas de médicos salvadoreños, incluidos los que trabajan en salas de COVID-19, porque no les han pagado desde mayo y así ofrece trabajo a médicos de afuera.

Sin embargo la principal evidencia de la demagogia de Bukele es el llamado Hospital de El Salvador, que el twittero Bukele presentó como el mejor de América Latina.

La realidad es otra: compañeros revolucionarios salvadoreños indican que esa obra no fue una construcción, sino una remodelación de un Centro de Convenciones que ya existía en la década del 60 y después pasó a llamarse en el 2007, Centro Internacional de Ferias y Convenciones, con capacidad de recibir a 150 mil personas.

Ese Centro fue remodelado para convertirlo en Hospital El Salvador y lo que se mostró a los medios es el pabellón uno que ya existía, y eso es la etapa uno, la etapa dos es un misterio que nadie conoce de que se trata y la etapa tres es donde era el parqueo del CIFCO.

Bukele anunció que se iba a contar con 15 mil camas donadas por la empresa privada, pero la realidad es que no se ha equipado, y a semana y media de que abriera la primera ala, no hay 400 camas con unidades de cuidados intensivos como había prometido, sino 105 y sin personal médico. Por lo que el hospital no está funcionando ni al 1%, según trascendieron algunos medios ante la verdad inocultable.

En algunas áreas no hay agua, ni luz y se ha quitado camas a otros hospitales, además al hospital del Instituto de Seguridad Social Salvadoreño, que ya está desbordado.

La situación del hospital del ISSS es otra muestra del desastre del sistema de salud en El Salvador, ya que hay pacientes en pasillos y en el parqueo acostados sobre colchonetas improvisadas y con tanques de oxígeno si con suerte logran alguno.

Por si faltase algo más, la corrupción es tal que se denunció que el ministro de Salud ,Francisco Alabí, dio orden de comprar 26 mil pares de botas de hule para los médicos con un costo de 225 mil dólares.

Resulta que la compra fue hecha a una empresa de repuestos automotrices, denominada AUTOTODO y el dueño es un hermano de su madre.

Esta es la cara oculta de la administración Bukele, que no muestran los medios golpistas en Nicaragua


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