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¿Continuara la hegemonía financiera de los EU.UU después de la pandemia COVID-19?


Estados Unidos sabedor de que en sus manos tiene un arma poderosa que puede blandir contra sus rivales a placer, como lo viene demostrando en la actualidad, no querrá ceder a la perdida de la hegemonía global del dólar que en efecto significaría la debacle de su imperio que se sostiene sobre la base del enorme poder de su moneda.
La pandemia mundial del Covid-19 parece incontenible, ningún país está a salvo de los devastadores efectos de un microorganismo, cuya letalidad amenaza con transformar profundamente la vida en el planeta, pero sobre todo la vigencia de un orden mundial o régimen mundial que ha tenido como su principal protagonista a los EE.UU que a lo largo de todo el último siglo, pero especialmente después de la desaparición de la Unión Soviética, ha proyectado todo su poder económico, político y militar sobre el resto del mundo sin mayores obstáculos, incluso ante los grandes desafíos que representan el surgimiento de potencias como China y Rusia que demandan, sin mucho éxito hasta ahora, una nueva configuración de las relaciones de poder en concordancia con las realidades de un mundo en el que el poderío estadounidense en todos los campos sufre una constante erosión al grado de verse impotente para hacer frente, como debería todo país con estatus de gran potencia, a la pandemia del Covid-19. Sin embargo, los Estados Unidos sigue manteniendo una colosal supremacía financiera, la cual hasta los mismos chinos reconocen hace que el mundo pague por sus pérdidas, como lo ejemplifica el desplome a raíz de la pandemia del Covid-19, que Estados Unidos está utilizando como pretexto para salvar de la quiebra a todo el sector financiero con enormes inyecciones de dinero que países como China y otros en posesión de la enorme deuda estadounidense y cuantiosas reservas en dólares yanquis tendrán que costear.

De acuerdo a un análisis publicado en el Global Times el 19 de marzo de 2020, el gobierno de los EE.UU, después de fracasar en contener la propagación de la epidemia del coronavirus y salvar sus mercados financieros, se está preparando en este momento para poner en práctica medidas drásticas, incluyendo un paquete de un billón de dólares como estímulo para salvar la economía estadounidense.

 Sin embargo, la ejecución de ese estímulo económico se hará a expensas de China e incluso de toda la comunidad global debido a la hegemonía financiera de los EE.UU, indicaron los analistas chinos. 

Señalan además, que este es el ejemplo más reciente de como la dependencia excesiva en la divisa estadounidense representa un grave riesgo para el resto del mundo y la urgencia de establecer una alternativa que sea más justa y confiable, sobre todo, debido a los frecuentes abusos de poder de Washington que van desde las guerras comerciales a las disputas geopolíticas. 

Los chinos no dejan de manifestar su preocupación ante la posibilidad de que la economía estadounidense pueda hundirse en una depresión, razón por la que consideran el plan de salvataje de $ 2 billones aprobado por el Congreso, como necesario para la economía de los EE.UU, que algunos consideran podría experimentar una contracción del 14 % en el segundo trimestre y un 20 % de desempleo. 

Para los chinos el problema radica en quien va a costear la factura del colosal paquete de rescate económico, el cual ya ha sido firmado por el presidente de los EE.UU.

De una u otra manera, indican los analistas, una gran porción del costo será asumido por la comunidad internacional, China incluida, aunque es muy difícil calcular una cantidad específica.

En un apunte enviado al Global Times, Yang Delon, economista principal del First Seafront Fund Management Co. con sede en Shenhen, expresó que “el dinero enviado por el gobierno de los EE.UU a sus ciudadanos también será pagado por gente de todo el mundo”.

Para rescatar su tambaleante economía, los Estados Unidos necesitaran imprimir enormes cantidades de dinero, lo cual reducirá el valor del dólar, la reserva más grande de divisas, lo que significa masivas depreciaciones en otros países en posesión de la divisa estadounidense, explico Yang.

“Todos los países en posesión de reservas de la divisa estadounidense indirectamente le están obsequiando dinero gratis a los ciudadanos de los EE.UU. En otras palabras, los Estados Unidos están siendo generoso a expensas de otros”, ha dicho Yang.

Segun un informe de Ren Zeping, economista en jefe del Evergrande Group con sede en Guangzhou, el dólar estadounidense se mantiene como la reserva de divisas más grande del mundo, representando un 63 por ciento de las reservas globales en moneda extranjera (forex), debido a que muchos países necesitan el dólar estadounidense para facilitar el comercio transfronterizo y para las transacciones de mercancías. 

En comparación a los EE.UU que posee tan solo $44 billones en reservas forex, China continental posee un astronómico $3.1 billones y Japón $1.2 billones, señala el informe. 

“En otras palabras, los EE.UU han transferido el pago de las pérdidas derivadas de la epidemia y del mercado financiero a los demás países del mundo, con China asumiendo el costo más alto. Esto es muy irresponsable”, ha indicado Ren en el informe compartido con Global Times.

De acuerdo a lo que señalan los analistas chinos, para poder rescatar su economía, el gobierno de los EE.UU podría incrementar su enorme deuda de aproximadamente $21 billones, de la cual aproximadamente $6 billones están en posesión de otros países como Japón y China.

Con las tasas de interés del Tesoro estadounidense, los Estados Unidos básicamente están haciendo uso del dinero de otros países para revitalizar su economía a un costo mínimo. 

Otros países podrían experimentar un daño mayor, especialmente los mercados emergentes, incluso después de que la crisis haya terminado, debido al establecimiento de nuevos precios sobre activos financieros y de otro tipo y el cambio en el flujo de capitales debido a fluctuaciones en el valor del dólar, según los analistas.

Buscando una alternativa

Para Cao Hepin, economista de la universidad de Pekín, esta es otra llamada de atención para la comunidad internacional para buscar una alternativa que sea más fiable y justa al sistema del dólar como moneda dominante y contrarrestar la hegemonía financiera de los EE.UU.

“Lo que los EE.UU están haciendo en este momento es un procedimiento estándar en tiempos de crisis económica y la economía estadounidense está en una crisis, pero el problema es el exceso de confianza en el dólar estadounidense, según lo dicho por Cao al Global Times.

“Lo hemos estado diciendo desde hace mucho tiempo pero esta epidemia demuestra una vez más que necesitamos un sistema global de intercambio que tenga como base una cesta múltiple de divisas en lugar del dólar estadounidense”.

Aunque inicialmente el sistema centrado en el dólar fue aceptado por los países alrededor del mundo debido sobre todo al relativo buen estado de la economía de los EE.UU y la fiabilidad de su gobierno, sin embargo, las crisis económicas y los frecuentes abusos de poder del gobierno de los EE.UU en años recientes ha provocado que surjan serias interrogantes sobre la economía estadounidense y su credibilidad.

Bajo la presidencia de Donald Trump, los EE.UU a menudo han utilizado su hegemonía financiera en todas las cosas, desde sus severas medidas contra las compañías de tecnología chinas, como Huawei, a las maniobras geopolíticas en el Oriente Medio, incluyendo las sanciones unilaterales a Irán que han impedido que otros países compren el petróleo iraní y ha llevado a que algunos en Europa busquen establecer un sistema de pago que evite el dólar estadounidense. 

Además, la economía de los Estados Unidos ha demostrado ser un factor de inestabilidad para el mundo en lugar de actuar como un estabilizador, señalaron los analistas.

“Lo único que permanece sin alterar es el mal manejo que los EE.UU hace de su economía”, manifiesta Cao, citando como ejemplo la crisis financiera global de 2008, que fue causada debido a problemas en los EE.UU, y la inhabilidad del gobierno estadounidense para estabilizar la economía en los primeros días de la actual epidemia.

Incluso con el coronavirus esparciéndose por todo el mundo, los funcionarios estadounidenses, incluyendo a Trump, se dedicaron a minimizar los riesgos y promocionar la fortaleza de los aspectos fundamentales de la economía de los EE.UU. 

Actualmente los EE.UU tienen opciones muy limitadas para mitigar el daño, excepto los drásticos planes a expensas de los contribuyentes estadounidenses y al igual que una buena parte del mundo, indicaron los analistas.

Más perjudicial todavía es la obsesión estadounidense por apuntar el dedo acusador en vez de coordinar los esfuerzos globales. En 2008, las principales economías coordinaron sus planes y todos colaboraron. China, mediante un plan de estímulo masivo que mantuvo sus factorías funcionando y que impulso la demanda global, jugo un papel destacado en resucitar la economía global, han indicado los analistas chinos.

Durante la actual crisis, los países están tomando la situación en sus propias manos. Después de experimentar la dura crítica del extranjero y los efectos de las consecuencias imprevistas de su masivo plan de estímulo económico del 2008, China ha tomado un rumbo más mesurado durante esta crisis, con estímulos focalizados únicamente.

“El mundo no tiene a nadie sobre quien descargar la culpa sino a los EE.UU, específicamente [el presidente Donald Trump]”, manifestó Cao, “después de todo esto, habrá mucha discusión y espero que confeccionemos un nuevo sistema que no solo favorezca a los Estados Unidos, sino también a todos los demás”.

Los chinos lo tienen muy claro, y sin duda habrán muchas discusiones en el seno del gran entramado del capitalismo global sobre cómo asegurar su supervivencia después de lograr superar los devastadores efectos del Covid-19. 

China, atenta a su vulnerabilidad con respecto al dólar por la enorme deuda estadounidense en bonos del Tesoro que tiene en su posesión (la segunda más grande después de Japón con $1.1 billones del total de sus reservas de divisas de $3.1 billones) abogaría por un sistema más justo, es decir, que el dólar estadounidense deje de ser la divisa predominante en las transacciones comerciales y financieras. 

Por otra parte, Estados Unidos sabedor de que en sus manos tiene un arma poderosa que puede blandir contra sus rivales a placer, como lo viene demostrando en la actualidad, no querrá ceder a la perdida de la hegemonía global del dólar que en efecto significaría la debacle de su imperio que se sostiene sobre la base del enorme poder de su moneda. 

Por consiguiente, la confección de un nuevo sistema, como esperan los chinos, ante la realidad de un dólar dominante -62% del total de las reservas globales, casi exactamente lo que era en 2008, mientras que el yuan, que algunos predicen está a punto de destronar al dólar, constituye menos del 2% de las reservas globales- parece muy lejos de materializarse; al menos no en el corto plazo. 

Aun mas, el dólar es usado en el 40% de la deuda del mundo, 80% de los pagos a nivel global y en casi el 100% de la ventas del petróleo. Con estos datos y tal como lo expresa Ramin Mazaheri en un excelente artículo, “yo no me haría muchas ilusiones”. 

Tampoco deberían los chinos y los europeos, que paradójicamente buscaron la seguridad del dólar, no del yuan, tan pronto como se declararon los cierres de las principales economías del mundo. 

Publicado por La Cuna del Sol

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