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Jamás le he escrito a nadie o compartido con alguien contrario a mi posición política e ideológica mis ideas, mis pensamientos o mis comentarios coyunturales.
Pero mucha gente insistió en mandarme sus vómitos y su hiel por correo, WhatsApp o messenger y a todos les pedí abstenerse.
Quienes insistieron en hacerlo fueron bloqueados, sobre todo para no profundizar las heridas porque a mí todavía me duelen algunas traiciones. No todas por supuesto.
El mecanismo ha resultado más o menos. Pero hoy en la mañana me encuentro en mi correo un "estupro" a mi cerebro, de alguien del que nunca he sido amiga ni me ha concitado jamás ningún tipo de respeto mucho menos cariño o admiración.
Ya lo había mandado desde hace muchos años a la lista de spam pero hoy sorpresiva y desagradablemente lo encuentro entre mis correos.
Por las razones descritas, el sujeto en cuestión no es nadie para mí por lo que a lo mejor ni valía la pena contestarle pero lo hice.
Y lo que le dije es válido para todos los desesperados que al no encontrar la manera de conquistar a su favor una opinión pública mayoritaria que no les cree ni los respeta, piensan que pueden erosionar la conciencia y la voluntad de los sandinistas.
¿Alguna vez te he escrito a tu correo mandándote lo que yo escribo? No. En primer lugar porque yo no obligo a nadie a que me lea, luego por un mínimo respeto – a veces inmerecido– a quienes piensan diferente pues yo conozco muy bien tus posiciones reaccionarias y proimperialistas.
Desde mucho antes de abril 18 yo pensaba que estabas ubicado como spam pues nunca recibí con agrado la hiel que destilabas en tus dizque artículos producto de tu resentimiento, ira y rencor.
Siempre pensé que el FSLN no era responsable de tu fracaso y frustraciones. Cada quien se labra su propio destino de acuerdo a sus capacidades y a su modo de vida productivo y de bien.
¿Vos crees que me impresiona tu panfleto con esa mentira repetida hasta el infinito después de lo vivido y lo conocido en el período del heroísmo sin límites del FSLN? Lástima me dan sus inútiles y absurdos esfuerzos de prefabricar héroes y mártires que no logran movilizar ni un ápice de la conciencia del pueblo.
Ni los que ustedes se inventan ni los "made in USA" tienen la estatura moral ni la historia a la que nuestro pueblo está acostumbrado.
A veces para creer en algo el portavoz tiene que ser ejemplar, creíble y honorable.
Por Margine Gutiérrez
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