La gira del presidente ruso, Vladímir Putin, por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos ha sido un éxito. Lo recibieron con gran pompa. Han pasado 12 años desde su última visita y han cambiado muchas cosas: hoy Moscú juega un papel más importante que nunca en Oriente Medio. Sputnik relata cómo ha sido el regreso triunfal de Rusia a la región.
Desde el principio de la gira de Putin se pudo ver el respeto que los árabes le profesan. Nada más llegar a Riad puso rumbo al palacio real en la limusina presidencial Aurus, escoltado por jinetes que portaban banderas de Rusia y Arabia Saudí. Cuando arribó a Emiratos Árabes Unidos (EAU), una escuadra de aviones emiratíes voló dispersando el humo con los colores de la bandera rusa en honor a Putin.
La gira del mandatario ruso por los dos países árabes ha resultado bastante fructífera. En Arabia Saudí las partes firmaron más de 20 documentos, incluida una carta de cooperación entre los países productores de petróleo.
Además, como era de esperar, las delegaciones discutieron la importancia de Riad en la seguridad de Oriente Medio. Rusia, como actor reconocido en esta región, trata de cooperar con todas las partes para alcanzar una solución sostenible.
En EAU, Putin y el príncipe heredero del emirato de Abu Dabi, Mohamed Zayed Nahyan, se reunieron para abordar la cooperación económica, la lucha contra el terrorismo internacional y las situaciones en algunos países de la región, como Siria, Libia y Yemen. Asimismo, se discutieron temas como la situación en el mercado global de hidrocarburos, el turismo de Rusia a EAU y la cooperación en el campo espacial.
Rusia entra por la puerta grande
En los últimos años, la política rusa con respecto a Oriente Medio ha evolucionado notablemente. En general, se puede decir que la política del Kremlin en esta región es satisfactoria. Casi todos los aspectos de la política exterior se han ejecutado de manera excelente.
La región demanda la presencia de Rusia, tanto en su vertiente de potencia militar como económica, declaró el analista Taimour Dwidar.
En el ámbito militar, es evidente en la actualidad que la mayoría de los países del Golfo Pérsico están orientados a la compra de armamento y vehículos militares estadounidenses, si bien Rusia suministra equipamiento bélico a Emiratos Árabes —sistemas de misiles antitanque y armas de artillería antiaérea—, añadió.
Riad barajaba la posibilidad de comprar los sistemas de misiles antiaéreos S-400, pero el acuerdo todavía no se ha firmado. Las discusiones acerca de la adquisición surgieron después de la indecisión de EEUU en cuanto a los suministros de sistemas de misiles THAAD al país árabe, subrayó Dwidar.
"La clase dirigente saudí aspira a ahondar en la amistad con Rusia, es decir, a saber lo que significa tener intereses mutuos.
Hay que tener en cuenta que los saudíes están americanizados y europeizados al 60%. Pero esta no es ninguna limitación. Rusia y los árabes tienen mucho en común y tienen que intentarlo [ser amigos con Rusia]. Les va a gustar. Se lo prometo", dijo Dwidar.
El pragmatismo ruso se abre paso
Rusia podría apretar a EEUU en las prioridades de las relaciones exteriores de Arabia Saudí y EAU, pero no desplazarlo por completo. La razón es la profunda integración de estos países con Washington.
Pero el mundo ha cambiado mucho y los países de la región regresan en busca de un nuevo modelo que se corresponda con las realidades de hoy en la política mundial, la economía y la seguridad, señaló el entrevistado.
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