Un sondeo recuerda a Trump el rotundo rechazo de estadounidenses a que el país entre en guerra por el ataque de represalia yemení a la petrolera saudí Aramco.
“¿Qué papel, si es que hay alguno, cree que debería tomar Estados Unidos en respuesta al ataque a las instalaciones petroleras saudíes?”, así preguntó el portal local The Business Insider en el marco de una encuesta, cuyo resultado fue divulgado el miércoles.
Respecto a la ofensiva con 10 aeronaves no tripuladas (drones), perpetrada el pasado sábado por el Ejército yemení, respaldado por el movimiento popular Ansarolá, contra dos instalaciones petroleras en Buqayq y Khurais, de la compañía Aramco, en el este de Arabia Saudí, que se realizó en represalia por las ofensivas de Riad y sus aliados contra Yemen, el sondeo les dio a los participantes seis opciones y se les pidió que seleccionaran la que más se acercaba a su punto de vista.
Solo el 7 % de los encuestados respondió que EE.UU. debería ayudar a Riad con una asistencia militar completa en cualquier forma que se requiera para responder al ataque, del que Washington acusa a Irán sin presentar prueba alguna.
De igual modo, la encuesta señaló que el 6 % de los estadounidenses opina que su país debería participar en ataques aéreos o bombardeos como parte de una respuesta militar a la ofensiva de represalia de Yemen, pero absteniéndose de usar fuerzas terrestres.
Para el 25 %, la Administración de Donald Trump “debería retirarse por completo de los asuntos de la región y dejar que Arabia Saudí lidee por sí sola con el problema”
Alrededor del 25 por ciento de los consultados destacó que Washington debería mantenerse al margen del conflicto a cualquier precio y responder condenando el ataque y castigando a los responsables con sanciones o críticas diplomáticas.
Asimismo, el 16 por ciento de los estadounidenses dijo que EE.UU. debería ofrecer apoyo material en forma de suministros e inteligencia al reino árabe para su respuesta militar, “pero nada más”, mientras que aproximadamente el 22 por ciento afirmó que no sabía lo que su país debería hacer al respecto.
Estados Unidos y Arabia Saudí acusan a la República Islámica de Irán de estar implicada en la mencionada agresión. Teherán, por su parte, rechaza cualquier implicación en el ataque e insiste en que carecen de base. Incluso, varios países del mundo, entre ellos Rusia y Japón, han calificado de infundadas las acusaciones antiraníes de EE.UU.
En una entrevista concedida con la cadena estadounidense CNN y publicada este jueves, el canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha advertido de que posibles ataques de Washington o Riad contra el país persa por las vanas acusaciones en mención supondrían una “guerra total” en la que tendría que combatir “hasta el último soldado estadounidense”.
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