Alexander J. Urbelis es un personaje único. Socio del Blackstone Law Group, bufete de Nueva York especializado en privacidad y seguridad, también se muestra activo en la comunidad de “hackers”, como productor del programa de radio Off The Hook, desde la página “hacktivista” digital 2600. Le hemos preguntado [Marina Catucci, de il manifesto global] por el futuro de Julian Assange y los cambios en su reputación entre los “hackers”.
Como abogado, ¿podría decirme cuál es la hipótesis más probable en el caso de Assange?
La salida de Assange de la embajada de Ecuador ha puesto en movimiento varios enfrentamientos legales simultáneos, todos los cuales se verán sin duda sometidos a una intensa observación y cobertura por parte de los medios de comunicación internacionales.
En primer lugar, la policía de Londres ya ha puesto a Assange a disposición judicial y se le ha considerado culpable de eludir la acción de la justicia británica. Los tribunales del Reino Unido le impondrán a Assange una sentencia en breve por esa acusación, lo que significa que estará sujeto a reclusión en el Reino Unido.
Por separado, los representantes legales de Assange en el Reino Unido han señalado que tienen la intención de luchar contra la petición de los Estados Unidos de extraditar a Assange. Assange comparecerá ante un tribunal en el Reino Unido en mayo para iniciar ese proceso de enfrentarse a la extradición.
Este será el campo de batalla y es de esperar que Assange y los partidarios de WikiLeaks utilicen el proceso de extradición para sembrar calumnias sobre el sistema legal norteamericano y los peligros de procesar al periodismo.
No ha de sorprender que esto parezca habérselo esperado el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y haya elaborado la imputación de Assange siguiendo líneas muy restringidas. Al enfrentarse tan sólo a cinco años de cárcel si se le condena, a Assange le resultará difícil argumentar que el sistema legal norteamericano le persigue de una forma intrínsecamente prejuiciada o abiertamente agresiva. .
Dicho esto, aunque la imputación sea limitada y la pena relativamente ligera, considerando la gravedad de la información publicada por WikiLeaks, el hecho mismo de que Assange esté afrontando esta batalla de la extradición bien podría tener implicaciones peligrosas y de gran alcance para los periodistas de los Estados Unidos y del extranjero que publican materiales de fuentes con origen en la seguridad nacional.
Y de modo simultáneo, la asesoría legal de la presunta víctima de violación en Suecia también buscará la extradición de Assange si las autoridades suecas deciden volver a imputar a Assange por ese delito. De acuerdo con la ley sueca, las autoridades pueden llevar adelante estas acusaciones hasta que prescriban, lo que no sucedería hasta 2020.
Así pues, en resumen, sabemos que Assange tiene problemas legales en el Reino Unido y se verá sentenciado por el crimen del que se le declaró culpable [el jueves], que habrá momentos legales decisivos en los tribunales británicos acerca de si extraditar o no a Assange a los Estados Unidos, y que bien puede ser que Suecia salte a la palestra a fin de vindicar su derecho a juzgar a Assange por violación.
Mi previsión es que Assange será extraditado a los Estados Unidos, y que esto se deberá en parte a la redacción restringida que se ha hecho de la imputación y a la leve sentencia de cárcel a la que se enfrenta Assange.
En cualquier caso, el verano de 2019 estará lleno de historias acerca de WikiLeaks y Assange.
Como “hacker”, ¿cuál cree usted que es la opinión general acerca de él en la comunidad de “hackers”, sobre todo en la comunidad norteamericana?
Si me hubiese hecho esta pregunta hace varios años — y sobre todo antes de las elecciones de 2016 — habría dicho que la comunidad de “hackers” tiene una visión generalmente favorable de Assange. No hay duda de que se trata de un individuo con coraje, una persona que ha arrojado luz sobre secretos que, podría sostenerse, no deberían haber permanecido en secreto, y que la ha cantado las verdades al poder. Sin embargo, en años recientes ese apoyo ha menguado. La implicación de Assange en la publicación de los documentos del Guccifer 2.0 de la Convención Nacional Demócrata, durante las elecciones de 2016, se han considerado clave para la elección de Donald Trump.
Y recientemente ha salido a la luz que Roger Stone, aliado y confidente de Trump, que se enfrenta asimismo a acusaciones penales en los Estados Unidos, puede haber tenido relación, directamente o por medio de intermediarios, con WikiLeaks durante las elecciones de 2016. No ayudó a la reputación de Assange que Donald Trump declarase durante la campaña, según es fama, que le “encanta WikiLeaks.”
Todo esto, junto con lo que muchos interpretan como un comportamiento desdeñoso y narcisista, no ha sido el mejor modo de que Assange se ganara amigos e influyera en la gente de la comunidad de “hackers”. Pero hay partidarios a muerte WikiLeaks en el mundo de los “hackers” que creen que la misión y la finalidad de WikiLeaks se encarna en Assange, y el apoyo a Assange en ese mundo no ha decaído. Pero, culpable o no, no se puede negar que las prácticas e injusticias que Assange y WikiLeaks sacaron a la luz con las filtraciones de Manning cambiaron el mundo. Y por eso no dejaré de tener sentimientos encontrados: aplaudo el resultado final, pero discrepo de los medios.
¿A qué se arriesga hoy Chelsea Manning por causa de Assange? ¿Cree usted que estuvo suficientemente protegida por WikiLeaks?
Tal como están ahora las cosas, no creo que Chelsea Manning se enfrente a riesgo legal alguno a cuenta de Assange. Ya le juzgó y condenó por sus delitos un tribunal militar de acuerdo con el Código Uniforme de Justicia Militar, por el que Manning estuvo ya en prisión. El presidente Obama le conmutó luego la sentencia en uno de los actos finales de su presidencia. Por definición, de acuerdo con la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, no se le pueden imputar de nuevo los mismos cargos. Si Assange, no obstante, detalla ante las autoridades norteamericanas acciones de Manning que puedan dar lugar a delitos aparte, es posible que Manning tenga que enfrentarse a cargos adicionales como civil. Considerando el abanico de acusaciones contra Manning, creo que es una hipótesis muy poco probable.
Por el momento, las cuestiones legales a las que se enfrenta Manning, y por las que se encuentra en prisión, son responsabilidad suya por negarse a prestar declaración ante el Gran Jurado acerca de Wikileaks. La posición de Manning es de principio y hunde sus raíces en la creencia de que el testimonio en secreto es injusto, pero en mi opinión, esta es una lucha mal encaminada. La declaración ante el Gran Jurado es secreta por una razón: atañe a investigaciones penales en curso. Cuando concluyan los testimonios, será cosa del Gran Jurado — compuesto por ciudadanos corrientes — llegar a una decisión respecto a si existen pruebas suficientes para proseguir con la acusación.
Esta protección de WikiLeaks al precio de la libertad de Manning me parece extraña. Tal como yo entiendo las cosas, WikiLeaks no hizo abiertamente esfuerzos para proteger a Manning en el curso de su juicio. Admitamos que quizás poco pudiera hacer WikiLeaks, aparte de tratar de persuadir a la opinión pública. Pero resulta crucial recordar que en 2017 WikiLeaks se comprometió a que “si Obama le concede clemencia a Manning, Assange se avendrá a su extradición a los EE.UU”. Después de que Obama le conmutara la pena a Manning, Assange incumplió su promesa y permaneció en la embajada de Ecuador en Londres.
veterano abogado, “hacker” y consultor de seguridad informática, es socio del bufete Blackstone Law Group de Nueva York
Fuente:
il manifesto global, 14 de abril de 2019
Traducción:Lucas Antón
http://www.sinpermiso.info/textos/assange-sera-extraditado-a-los-estados-unidos-pero-wikileaks-ya-ha-cambiado-el-mundo-entrevista-a