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La Patria Grande bajo nuevos intentos golpistas... El caso de Nicaragua



Los antiguos golpes de estado de los tiempos del Plan Cóndor en los años 70 y 80 tienen hoy una nueva fórmula, con nuevas teorías y nuevas tácticas, pero sus promotores siguen siendo los mismos y su objetivo actual en Nuestramérica es cerrar el ciclo antiimperialista de emancipación y soberanía abierto por la Revolución Cubana en 1959, reafirmado por la Revolución Popular Sandinista veinte años después en 1979 y dos décadas exactas luego, La Revolución Bolivariana en 1999, protagonista de este nuevo ciclo histórico.

Estas tres revoluciones son esenciales para comprender lo que acontece en nuestros días y los intentos que las oligarquías locales están promoviendo con estos nuevos golpes de estado de diferente tipo en el ámbito de la restauración conservadora a través de una serie de estrategias para-políticas y para-militares en la región y en Nicaragua.

Luego de la llegada del Cmdte Hugo Chávez al poder en la última de las tres revoluciones, Nuestramérica estuvo unida en términos de autodeterminación y soberanía como nunca en los últimos 200 años. 

Luego del 2005 cuando el ALCA fracasó, en el último intento de dominación continental del imperio, se crearon una serie de mecanismos de carácter integracionista que promovían soberanía económica con PETROCARIBE, soberanía política con el ALBA y soberanía geopolítica en la CELAC, este último, como el primer organismo regional sin la presencia de los Estados Unidos.

Este panorama político y geoestratégico tuvo su continuidad en una situación adversa, la que vivimos hoy, a nadar contracorriente donde hay dos alternativas o perecer ahogado o salir victorioso con la musculatura fortalecida. 

Luego de casi dos décadas ganadas de justicia social donde mas de 94 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza y la extrema pobreza, hoy nos toca batallar contra la restauración neoliberal, con sus golpes jurídicos-mediáticos como en Brasil en 2016, los golpes de estado de tipo insurreccional como lo intentaron en 2002 en Venezuela y 13 años después o golpes de viejo tipo como en honduras en 2009. 

Y el que se encuentra en acto actualmente en Nicaragua.

Nuestro país es diferente a todos los demás por la historia que ha protagonizado, todas las naciones y pueblos en los últimos 100 años han estado en el preámbulo de una revolución social, como resultado de la fuerza profunda de liberación que todos los pueblos poseen, pero en la casi totalidad de los casos, por fuerzas oligárquicas internas y foráneas de corte imperial, han sufrido un aborto histórico y solo en el caso de Cuba y Nicaragua y más recientemente Venezuela han resistido y logrado coronar ese parto histórico en forma de un salto cualitativo que ha revolucionado casi la totalidad del sentido común, de la cosmovisión política de esos pueblos, desmantelando las dictaduras y rompiendo las paralelas históricas, o el conocido como bipartidismo rígido en cada uno de los tres países, libero-conservadoras y la dictadura Somocista en Nicaragua, la del pacto de punto fijo de 1958, de Acción Democrática y COPEI en Venezuela y la dictadura de Batista en Cuba.

Este parto Histórico-Revolucionario ha dejado una herencia de dignidad en cada uno de estos pueblos, una herencia profunda que los hace diferentes a los demás.

El Sandinismo en Nicaragua es la síntesis de ese parto histórico-revolucionario. Sabemos que no hay soberanía ni emancipación sin provocar una respuesta reaccionaria de un imperialismo en decadencia que reutiliza las desgastadas banderas del miedo para intentar minar el consenso alrededor de lo alcanzado en esta nueva etapa política y frenar el buen ejemplo de futuro y esperanza que construye este pueblo.

Nada nuevo bajo el sol. “Ya sabemos lo que viene después de las batallas que llevan a las victorias, cuando son revolucionarias. Viene la contrarrevolución, ese es un principio que está instalado a lo largo de la historia de la humanidad, y toda contrarrevolución luego tiene su revolución” Cmdte Daniel Ortega 2016.

El gobierno sandinista con su modelo inédito de dialogo y consenso entre el estado, los trabajadores y los empresarios impulso por mas de una década la estabilidad social como bien común, la seguridad y tranquilidad de las familias a través de un sinnúmero de programas y proyectos sociales anclados a una visión transformadora a partir de los valores, que parten desde la persona, se socializan a través de la familia y se irradian en toda la comunidad que en su conjunto conforman esta nueva idea de nación, de Nación-Pueblo (como escribía el General Sandino) que tanto infunde miedo a los imperios por su capacidad de contagio.

Nuestro pueblo que vivió la rebeldía ante la invasión norteamericana en los años treinta, guiada por el general Sandino, un antiimperialismo nuestramericano con una perspectiva espiritual de bien común que Sandino llamo la Teosofía y la fraternidad universal, anticipando en medio siglo la que hoy conocemos como Buen Vivir, emergida desde las culturas originarias de nuestro continente, así como una serie de tácticas en el combate inspiradas en la naturaleza que los rodeaba en las altas montañas del Chipote, que anticipó en mas de tres décadas el libro Guerra de Guerrillas del Cmdte Ernesto Che Guevara, además del sueño bolivariano integracionista.

Una Revolución Popular Sandinista que comulgó con la teología de la liberación y el socialismo democrático en la lucha por una existencia mas justa y equitativa a lo largo de los años ochenta y luego de haber perdido el gobierno por dieciséis años, haber perdido el gobierno, no el poder, que siguió en manos del pueblo organizado gobernando desde abajo, defendiendo y avanzando en las conquistas populares.

Ahora llevamos mas de once años con un gobierno que profesa una espiritualidad Cristiana, Socialista y Solidaria, acorde a los nuevos tiempos. Una unión espiritual transversal en esas tres etapas de lucha, a través del pensamiento del General Sandino, de Carlos Fonseca, de Tomas Borge, que han trazado la hoja de ruta y actualmente del comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo que nos dan la orientación.

La idea de nación que quisieran instalar los que promueven este intento de golpe de estado, es de un gobierno en el que el estado privatiza sus funciones estratégicas (la inversión social, la salud, la educación etc.), manteniendo intacto su aparataje jurídico-institucional, necesario para mantener en equilibrio el status quo y su sistema de acumulación de la riqueza en pocas manos.

 Según esta lógica el gobierno que ellos tienen en mente, debe garantizar el funcionamiento de esos aparatos político-burocráticos, como su base territorial de sus negocios y del negocio de las transnacionales amigas del gobierno neoliberal de turno.

 Se trata de un moderno teatro de la política, en el que las mayorías tienen un peso nulo.

Pero la Nación-Pueblo nicaragüense es diferente y su madurez radica en su historia de lucha, en su ética-política y espiritualidad sandinista que no permitirá un aborto histórico ni hoy, ni nunca.

http://www.redvolucion.net/2018/06/06/la-patria-grande-bajo-nuevos-intentos-golpistas/

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