Pablo Gonzalez

Nicaragua: No existe tal “derrota diplomática” por el Informe de la CIDH.



Existen dos cuestiones previas que es necesario tomar en cuenta antes de entrar a analizar el aparentemente “devastador” informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, presentado en Washington, D.C. este Viernes 22 de junio de 2018 ante el Consejo Permanente de la OEA el cual es a todas luces totalmente desfavorable para el pueblo y gobierno de Nicaragua.

La primera es que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es solo eso, una comisión administrativa al servicio de la OEA, pero con limitadísimos poderes cohercitivos para ejecutar cualquier cumplimiento que quisiera imponer. En si dicha Comisión solo rinde informes pero las decisiones reales y pertinentes se toman en otras instancias y bajo otros procedimientos de los cuales estamos lejos en estos momentos.

Tampoco no hay que confundir la CIDH, Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, igualmente CIDH de la OEA, la cual si es una instancia con carácter de obligatorio cumplimiento para los países signatarios de su carta constitutiva.

En segundo lugar, es necesario, es preciso, conocer y entender en que consiste esta Comisión Interamericana de Derechos, Humanos, CIDH que el dia Viernes 22 de Junio rindió su informe sobre Nicaragua ante el Consejo Permanente de la OEA, a todas luces sesgado, abiertamente parcializado, altamente prejuiciado y carente de todo rigor profesional.

Es importante señalar su “relación” con Estados Unidos y el papel que juega en relación a los intereses políticos de Washington. Estados Unidos es uno de solo 11 países latinoamericanos que no han firmado el “Pacto de San Jose” como se conoce la Convención Americana sobre Derechos humanos, suscrita en San Jose, Costa Rica en 1969, la que estableció a la CIDH.

Aunque el presidente Jimmy Carter firmo la convención en 1978, el congreso de Estados Unidos jamás ratifico dicha convención. Técnica y legalmente, Estados Unidos no es parte de la CIDH, sin embargo, es el país anfitrión. Las oficinas principales de la CIDH están en la ciudad de Washington, D.C. y el presupuesto de la CIDH que oscila entre 5 y 6 millones de dólares anuales, es cubierto casi en un 50% por Estados Unidos. El que paga la fiesta, escoge la música.

Sin embargo, la CIDH no tiene autoridad ni jurisdicción de investigar ningún tipo de violación a los derechos humanos en países como Estados Unidos o Canada, lo cual no he impedido que los embajadores y/o cancilleres de dichos países siempre exijan de países como Nicaragua y Venezuela someterse a la jurisdicción de la CIDH.

Irónicamente, mientras en los amplios salones de la OEA, en Washington, los embajadores de Estados Unidos y Canada, se despachaban con la cuchara grande, exaltando el amañado informe de la CIDH, la gran prensa norteamericana y toda la clase política estadounidense estaban “alzados en armas” contra la administración Trump por su cruel e inhumana política de separar niños menores de sus padres, quienes huían del “Triángulo del Norte” el cual amenaza con dejar de ser el triángulo del norte (Guatemala, El Salvador, Honduras) para convertirse en el “Cuadrado del Norte” en el hipotético caso Nicaragua cayera en manos del terrorismo del MRS y se impusiera en la patria de Augusto Sandino, un narco-estado de corte fascista.

Once países de este hemisferio no han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos, entre ellos varios micro paises caribeños, además de Canada, Estados Unidos y Uruguay. De un total de 35 paises, solo 23 han firmado y ratificado la Convención que da vida a la CIDH.

El informe de la CIDH, tal como lo señalara la embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en la OEA, fue una mera lectura de una lista de denuncias presentadas por la oposición. Jamás dijo la CIDH en su informe que la Comisión realizo por su cuenta, su propia investigación de manera independiente para corroborar la veracidad de las acusaciones.

Tal ausencia de una investigación independiente por parte de la CIDH y el asumir que las meras denuncias de la oposición son ciertas, “ipso facto” motivaron a la embajadora venezolana ante la OEA a calificar el informe de amañado. Igualmente llama poderosamente la atención que los tranques que ya han producido mas de mil millones de dólares en pérdidas económicas y la pérdida de mas de 60 mil empleos, proyectando peligrosamente, según expertos, 100 mil empleos para finales del año, fueron totalmente ignorados por la Comisión, a pesar que ya hay hambre en Nicaragua debido a las “manifestaciones pacíficas” y los tranques.
A juzgar por el maniqueo (o todo es malo o todo es bueno) informe de la CIDH, el gobierno de Nicaragua y la policía, representan de manera total y absoluta las fuerzas de Satanas y los vándalos con su terrorismo tranquero, son angeles de Dios que solo les hace falta salir volando directamente al cielo.
No hubo una sola indicación de objetividad, una sola señal de un informe equilibrado, una sola referencia a los asesinatos y torturas perpetrados por los grupos delincuenciales de la derecha, ninguna alusión al hambre del pueblo, al cruel desempleo que de la noche a la mañana a golpeado a miles y miles de nicaragüenses que hoy no pueden alimentar a sus hijos.

La angustia, la zozobra, el sufrimiento de los sectores mas humildes, la muerte de mujeres embarazadas que no pudieron llegar a tiempo a los hospitales por culpa de los tranques, brillo por su ausencia. Los vínculos de los terroristas con el narcotráfico, tampoco fueron mencionados. Tampoco se hizo referencia a la presencia de sacerdotes católicos en sesiones de torturas contra militantes Sandinistas por parte de los grupos delincuenciales de la derecha golpista.

Con toda razón, el nieto del legendario combatiente del Ejercito Defensor de la Soberania Nacional, EDSN de Sandino, el canciller Denis Moncada Colindres, descendiente del famoso “gato Colindres” denuncio el informe como parcializado.

Sin embargo, a pesar de tan abierta y descarada parcialización de una CIDH que no puede, ni podrá jamás sentar a Estados Unidos en el banquillo de los acusados por carecer de jurisdicción, la gran victoria diplomática y moral de Nicaragua contra las fuerzas de la muerte, quedo evidenciada por el simple hecho que ni un solo país, ni siquiera Estados Unidos, se atrevio a introducir una moción de condena contra Nicaragua.

Porque? Sencillamente porque no tenían los votos para aprobarla, porque saben que aunque la OEA es el “Ministerio de Colonias” de Estados Unidos, aunque el informe de la CIDH era, según la oposición criolla títere de Estados Unidos, un “informe devastador”, también era mas que claro que dicho informe (lease simple lectura de listado de denuncias de los vándalos), se trataba de un “informe” que carecía de todo profesionalismo y toda rigurosidad metodológica.

Lo que nadie debe perder de vista, ni nosotros los Sandinistas, mucho menos los que están resucitando con creces a la tiranía somocista, es que el Sandinismo lleva mas de 80 años combatiendo contra la injerencia estadounidense en nuestros asuntos. Que los Sandinistas tenemos una larga experiencia de lucha, que siempre hemos combatido en lucha desigual y hemos ganado.

Es una soberana sinvergüenzada , no ser parte de la CIDH, como Estados Unidos, que sin ser miembro de la CIDH, utilizarla como su instrumento contra países como Nicaragua y Venezuela. La dama que leyó el informe se le notaba la satisfacción con que cumplia su función de verdugo jurídico-diplomática del pueblo nicaragüense.

Pero, aunque la mayoría de embajadores representan a naciones subyugadas por Estados Unidos, aunque la mayoría son parte de países, algunos de los cuales están ocupados militarmente por Estados Unidos, como Honduras, Colombia y Chile, aun así, ningún país se sintió “compelido” o conmovido por la “barbarie sandinista” como para pedir una moción de censura contra Nicaragua, nadie lo hizo porque se trataba a todas luces de un INFORME ESPUREO.

Cuando este Lunes 25 de Junio arriben los expertos de la CIDH, todos los Sandinistas debemos tener presente que se trata de un instrumento jurídico-politico de intervención, de dominación, tan absurdo y tan inconsistente, que ni siquiera su mismo creador acepta someterse a su jurisdicción. El cinismo de la CIDH es tal que ni siquiera se cubren las apariencias y contratan como “llena papeles” para recepcionar denuncias a cuadros de la juventud del MRS.

La hipocresía de Estados Unidos consiste precisamente en eso: No han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos pero si la utilizan para “echársela” a países pobres que les pueden dar catedra sobre derechos humanos a un país que arranca niños inocentes de los brazos de sus madres inmigrantes, solo porque eso dice la ley, lo cual también es falso, la ley no dice eso.

Tambien la ley en Nicaragua dice que los tranques son ilegales (Artículo 31 de la Cn) pero la CIDH no hizo alusión a eso. Tambien la ley dice que la Policia Nacional tiene pleno derecho y autoridad de garantizar la seguridad de las personas, la paz y el orden de la sociedad, (artículo 97 de la Cn) pero los sacerdotes golpistas en abierta, descarada y desvergonzada actitud golpista, exigieron al gobierno que se violara la constitución y que la policía nacional, desnaturalizara su misión acuartelándose, con tal de darle luz verde al accionar terrorista de los vándalos. La CIDH, jamás ha leído los artículos 31 y 97 de nuestra constitución, pero si acusa a la policía de violar las leyes de Nicaragua.

No nos hagamos ilusiones, la CIDH es un instrumentos de intervención, tan letal, tan venenoso, tan dañino que ni siquiera los mismos Estados Unidos aceptan someterse a su jurisdicción, pero eso si pagan por sus servicios de títeres a funcionarios latinoamericanos, los alojan en la capital estadounidense, Washington y someten a los pueblos por medio de dicho instrumento.

No olvidemos lo que dijo hace 85 años un humilde muchacho de Niquinohomo, el mas ilustre de todos los nicaragüenses, Augusto Cesar Sandino, “No me rendiré, tienen que vencerme” y todavía no ha nacido el vándalo que venza a los hijos de Sandino, porque los hijos de Sandino “ni se venden, ni se rinden JAMAS, luchamos contra el yanque, enemigo de la humanidad.”

Por Carlos Escorcia Polanco

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