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Perú: ¿Son ladrones todos los políticos?

 Toledo, Alan, Ollanta, Keiko y Marcelo Odebrecht 
“Sem propinas, nao existiria o PT” (Sin propinas, el PT – de Brasil-no existiría) Marcelo Odebrecht 

En el Perú, los negocios de Odebrecht crecieron exponencialmente, con cada gobierno que entraba. 

Esta constructora brasileña, financió a diversos grupos políticos a cambio de obvias facilidades al momento de postular a licitaciones públicas en la gestión de su candidato favorecido. 

Esta práctica es muy común en diversos proveedores del estado en el Perú y en otras latitudes; creer que solo Odebrecht las realizaba, es como decir que solo Brasil produce café. 

Las magnitudes son otras, pero las conductas son las mismas, desde en un simple municipio distrital en las cumbres alto andinas a la misma presidencia de la república.

Odebrecht, según sus propios funcionarios y accionistas, “donaron” a fuerzas de la derecha como el APRA de Alan García, o al fujimorismo y a otros emergentes; como también a grupos que se autodenominaban de “izquierda”: Fuerza Social bajo el liderazgo de Susana Villarán o el “nacionalismo” de Ollanta Humala. 

 La corrupción evidente de los dos primeros grupos[i], es promovida por ellos mismos como “normal” y se empeñan en señalar que la izquierda es igual o peor. 

El concepto a colocar en el cerebro del ciudadano común es: “Todos somos así, pero nosotros robamos menos; yo maté menos o yo hice obra…” 

Es decir “la izquierda es tan corrupta como el fujimorismo o el aprismo“.

Ante tal maniobra habría que recalcar ¿cuán de izquierda fue el grupo Fuerza Social bajo el liderazgo de Villarán?

Nos centraremos en tres criterios, del menor a mayor, para calificar a un grupo de izquierda, cosa que utilizamos en otros artículos como éste: https://surhoy.org/2017/11/21/la-izquierda-peruana-a-fines-del-ano-2017/

Su posición frente al imperio.- 

Un esclavo que no sea antiesclavista es símbolo de sumisión, un izquierdista que no sea antimperialista es o un oportunista o es un ignorante de su propio entorno.

La conformación social de sus dirigencias y de sus bases.- En una sociedad tan excluyente, centralista y clasista como la peruana, esta es una variable relevante. Si repiten esquemas vigentes, son más de lo mismo.

Su objetivo de cambiar o modificar radicalmente las estructuras sociales y económicas, en función a los intereses de las mayorías.

Y según lo anterior analicemos a Fuerza Social en la gestión de Villarán:

¿Antimperialismo?

La señora Villarán y su grupo, ligado a ONGs, algunas propagandistas de la “Teología de la Liberación” (con un énfasis de dar testimonio), NUNCA tuvieron una posición antimperialista; sus relaciones con fundaciones occidentales fueron más estrechas y continuas que inclusive las que mantenían con los partidos de izquierda peruanos, y simplemente se mantuvo al margen de contactos con los gobiernos progresistas latinoamericanos.

Una vez en el cargo como alcaldesa de la ciudad de Lima, el quinto conglomerado urbano más grande de Latinoamérica, recibió entre otros a la cubana, asalariada de la CIA, Yoani Sánchez[ii]; entre otras acciones largas de enumerar.


Susana Villarán y la cubana Y. Sánchez


Caricatura de Markus Ronjam sobre la relación entre S. Villarán y H. Capriles de Venezuela. 

¿Conformación popular?

Susana Villarán, aristócrata venía a menos, no perdía oportunidad de hablar sobre sus orígenes en cuanta reunión intima participaba, incluso cuando se autoinvitaba a casas de dirigentes e intelectuales de izquierda. 

Sus acciones para instalar en puestos relevantes a sus parientes y ahijados nunca se colmaron. 

Desde 1995, ayudó a colocar de congresista de la alianza antifujimorista, a una hija de un ex líder aprista e inconclusa estudiante de la Universidad Católica, y hasta en sus últimos momentos de alcaldesa al colocar a otro protegido, igual de limitado, de regidor. 

Todos de origen mesocrático, limeño, católico y criollo, ninguno de origen popular. 

Es ese ínterin, los de origen andino, pobre y peor, comunista, no tenían la menor oportunidad.


En la foto, Villarán, su socia G. Helfer y ahijada Ana Elena Luisa Cristina Townsend Diez-Canseco aprovechan una reunión con mujeres amazónicas para darse un baño de popularidad… dentro de un salón del municipio de Lima.

La relación de Villarán con una actual congresista, hija de una funcionaria de ONGs con financiamiento norteamericano, es similar.




Ex regidora M. Glave con S. Villarán y actual congresista con H. Capriles, bajo la sonriente mirada de un miembro del APRA, fuerza aliada de AD de Venezuela, cuyo “máximo exponente” fue Carlos Andrés Pérez.

¿Propuestas para cambiar las estructuras?

Villarán y su entorno, jamás propusieron un cambio de las estructuras, su propuesta era, en el mejor de los casos, de un manejo transparente de la gestión pública, propuesta muy cínica si se ve sus acciones con Odebrecht. 

Una visión eurocentrista de democracia, con asesores económicos y políticos propulsores de actividades del Banco Mundial o expositores en el Comando SUR del ejército norteamericano. 

Apenas tomó el cargo de alcaldesa, desbancó a las fuerzas de izquierda que la habían llevado al poder. 

Los regidores de las fuerzas de izquierda no cumplieron además labor relevante alguna, se dejaron embaucar por la gestión Villaranista; mientras el núcleo que gobernaba en sociedad de facto con miembros del Partido Socialista y algunos de sus hijos (como el Gerente Municipal) negociaba con Odebrecht, OAS y otros.


Caricatura de Carlín, el primer mes de la gestión de Villarán, donde la señora desconoce a los partidos que permitieron su victoria.


Cartel de pobladores de muy bajos ingresos afectados por un proyecto del Municipio de Lima, ejecutado por Odebrecht; donde desmentían las declaraciones de la entonces alcalde.

La gestión de Villarán no solo se coludió con las actividades de Luis Favre, el seudónimo del trotskista Felipe Belisario Wermus, de origen argentino-brasileño; financiado por Odebrecht; sino cometió clasistas represiones al mejor estilo de la derecha más cavernícola como los acontecimientos en el antiguo mercado mayorista de Lima, más conocido como La Parada; el peaje en el cono norte de Lima (curiosamente asignado a la empresa brasileña que le “donó” el dinero), e inclusive la eliminación física de los bienes de unas humildes vendedoras ambulantes de huevos de codorniz, realizada por una funcionaria ex Secretaria General del Partido Socialista y miembro del colectivo LGTB.


Caricatura de Markus Ronjam sobre la funcionaria que confiscó carritos ambulantes.

Todo lo anterior, califica para cualquier cosa menos de izquierda, de autodenominaciones está lleno el manicomio. 

Que la corrupción se quede donde generalmente está, en esos grupos oportunistas, que les importa muy poco el bienestar social, y menos los intereses de las grande mayorías; son simplemente ladrones de la voluntad popular, algunas cubiertas de crucifijos y otros con discursos para captar ingenuos.

Como cereza del helado, la última postulación de la Sra. Villarán fue para conformar una plancha presidencial con un militar acusado de asesinar a un periodista…


Ay Susanita, Caricatura de Markus Ronjam

[i] El emergente, Alianza por el Progreso, no accedió al poder y por ello no tuvo la oportunidad de corromperse más.

[ii] https://wikileaks.org/plusd/cables/09HAVANA527_a.html, cable de Wikileaks sobre Yoani Sánchez

https://surhoy.org/2017/11/29/peru-son-todos-los-politicos-ladrones/

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