En Puerto Rico se está acumulando una gran reserva de alimentos, agua y medicamentos en el puerto principal de San Juan, ya que la escasez de camioneros y combustible impide que la ayuda sea entregada a los tres millones y medio de habitantes de la isla, muchos de los cuales siguen sin electricidad ni agua potable y permanecen incomunicados más de una semana después de que el huracán María devastara la isla. Al menos 10.000 contenedores de transporte con suministros de ayuda están almacenados en el puerto, una cantidad abrumadora para los 4.400 militares estadounidenses que se esfuerzan por distribuirlos en las zonas rurales, donde gran parte de la infraestructura está en ruinas.
El jueves, el gobierno estadounidense encabezado por el presidente Donald Trump anunció que dejaría la Ley Jones sin efecto por diez días, luego de que el gobernador de Puerto Rico, entre otros, exigiera que Estados Unidos levantara las restricciones al envío de mercancías a la isla impuestas en virtud de esa ley.