os señalamientos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) son característicos a los días previos a los procesos electorales en Venezuela.
El antichavismo ha resultado perdedor en 19 de las 21 elecciones que ha habido desde el ascenso de Hugo Chávez al poder hace 18 años, comportándose de la misma forma.
Nuevamente enfila sus baterías contra el Consejo Nacional Electoral (CNE), esta vez acusándolo de “ventajista” y “fraudulento” con un mayor énfasis. Afirmaciones que son paradójicas, pues debilitan la confianza en el árbitro electoral justo ahora que la MUD intenta convocar al voto a sus decaídos y desanimados seguidores, mientras van generando las condiciones para la deslegitimación de un resultado adverso o no plegado a sus proyecciones.
Los ataques contra la autoridad electoral venezolana se han centrado en tres puntos centrales, los cuales intentan ser proyectados internacionalmente como mecanismo de presión e inestabilidad a los comicios.
1. Sustitución de candidatos
Las divisiones internas en la MUD han tenido consecuencias que ahora se leerán en el tarjetón electoral. La inscripción de múltiples candidaturas por parte de los partidos que integran esa organización, sin lograr un consenso interno, se decantó en candidaturas retiradas que aún persisten en los tarjetones, lo cual podría dispersar los votos opositores.
Es decir, el 15 de octubre si un elector marca la tarjeta de un partido de la MUD donde no aparezca el candidato unitario, el voto se pierde.
La MUD “cohesionó” sus candidaturas en las primarias que realizaron el 10 de septiembre, mientras sucedían enfrentamientos, violencia en centros de votación y el no reconocimiento de la victoria del adversario.
No obstante, en lo que corresponde al cronograma electoral, se tenía previsto que el proceso de sustitución de candidatos se haría el 16 de agosto. Es decir, posterior al proceso de postulaciones.
La MUD decidió realizar primarias el 10 de septiembre, a sabiendas de que el lapso era extemporáneo para la sustitución de candidaturas. De esa manera resolvieron sus diatribas de dispersión electoral al haber inscrito varios candidatos por cada una de las tarjetas de los partidos que integran la coalición opositora.
Luego de eso, apostaron y pretendieron que el CNE violentara su calendario y se sometiera a los designios de su improvisación, en consecuencia, solicitaron al CNE modificar candidaturas a destiempo. La reyerta fue a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El TSJ declaró el 5 de octubre que el CNE es competente y puede decidir el momento para ejecutar la sustitución de candidatos en la boleta electoral para las elecciones regionales en cualquier momento, siempre que no exceda el lapso establecido en la Ley Orgánica de Procesos Electorales, específicamente el artículo 63.
La fecha prevista para la sustitución de candidatos en el calendario electoral holgadamente no violentaba el lapso señalado, pues este condiciona que se hagan sustituciones en un lapso menor a 10 días de los comicios, según el artículo referido.
En esta sentencia, la número 165, la Sala Electoral publicó su decisión en respuesta a un recurso de interpretación del artículo 63 de la legislación electoral que interpuso ante el TSJ el diputado Omar Ávila.
En la decisión, la Sala Electoral del TSJ señaló que la decisión del CNE queda condicionada “atendiendo a las particularidades y requerimientos técnicos del proceso electoral”, es decir, acorde a las condiciones técnicas del ente comicial. Esto implicaba que a sólo días de las elecciones el CNE debía someter todas sus máquinas a un proceso de adecuación de software para la modificación del tarjetón digital. Labor cuesta arriba y técnicamente inviable.
En consecuencia, el 6 de octubre la rectora del CNE Tania D’Amelio ratificóque el ente no realizará más sustituciones de candidaturas en las boletas para los comicios regionales a expensas del pronunciamiento del TSJ. D’Amelio indicó que el Poder Electoral decidió que esas sustituciones se realizarían hasta el 16 de agosto -como establece el Cronograma Electoral-, por lo que las sustituciones que solicitó la oposición eran extemporáneas.
Ahora, la MUD se declara incompetente para enseñar a sus electores a votar por los candidatos en las tarjetas vigentes. Señalan que esto podría acarrear “equivocaciones” en sus electores, quienes perderían el voto.
Pero el trasfondo de habilitar las tarjetas de partidos cuyos candidatos perdieron en las primarias no necesariamente puede obedecer para evitar la dispersión electoral, en realidad podría tratarse de la eterna pugna entre partidos de la MUD.
Los partidos derrotados en las primarias de la MUD como Voluntad Popular y Primero Justicia pretenden habilitar para el 15 de octubre sus tarjetas en los estados donde sus candidatos perdieron los comicios internos. Esto para generar presiones y obtener prebendas dentro de la MUD, no verse electoralmente desaparecidos y declararse como sólidas fuerzas políticas, una vez que un partido como Acción Democrática será de los más votados de la oposición en las regionales por haber ganado en las primarias. La “exigencia” ante el CNE describe bastante bien la intensidad en la pugnas internas de la MUD.
2. La “eliminación” de los centros electorales
La MUD ha lanzado la campaña de “eliminación” de centros electorales en una clara tergiversación de la medida que ha implementado el CNE de suspender algunos centros electorales y reubicar a sus electores.
Tania D’Amelio ha señalado la reubicación de centros electorales en zonas donde se practicaron actos articulados de violencia política y crímenes de odio en los meses antes del 30 de julio y durante las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de ese día. Es una medida de seguridad, absolutamente correspondiente con la instrucción del CNE previa a las elecciones de la ANC.
Es necesario recordar el anuncio efectuado por la presidenta del CNE Tibisay Lucena el 12 de julio de este año: “Colegios que no permitan que el CNE abra las puertas como centro de votación (durante elecciones de ANC), serán suspendidos”, sentenció Lucena durante una presentación de las elecciones de constituyentes al cuerpo diplomático acreditado por el Estado. Un acto público y notorio.
No es una sorpresa que el CNE decida reubicar centros electorales. Existen al día de hoy elementos antipolíticos que desconocen la realización de elecciones. Se trata de sectores anclados en urbanizaciones ampliamente dominadas por factores opositores en algunos reductos urbanos de algunas ciudades del país y no están sujetos a control político ni siquiera de la MUD. De hecho, son sectores que no avalan la participación del antichavismo en estas elecciones.
Al representar riesgos latentes gestionados por actores que ya llevaron a cabo actos terroristas en las pasadas elecciones constituyentes, la reubicación de centros es una medida de protección de los electores.
Se trata en total de 282 centros electorales reubicados a lo largo y ancho del territorio nacional. Una cifra que no afecta considerablemente el volumen de centros electorales. Son 13 mil 599 centros de votación que estarán habilitados para el próximo domingo, cuestión que deja la campaña de deslegitimación de la MUD como acto propagandístico para intentar movilizar a sus seguidores contra el ente comicial, trasladando premeditadamente la responsabilidad de un resultado adverso para el antichavismo.
3. Tinta indeleble
La tinta indeleble no será empleada en el marco de estas elecciones, como parte de una medida de protección al elector, también ante la persistencia de amenazas contra chavistas que han sido consistentes en zonas de alta concentración de opositores en algunos reductos urbanos.
El CNE ha declarado que la tinta es de uso adicional, pero innecesario, pues el mecanismo de verificación de que el elector vota sólo una vez parte de las máquinas captahuellas y el sistema en línea de sufragio.
Según la MUD, la ausencia de la tinta indeleble es un mecanismo de fraude. La suspicacia no está demás, viniendo de la MUD, dado que en sus recientes primarias y en el llamado plebiscito las denuncias de votaciones fraudulentas y sucesivas por un mismo elector fueron muchas.
Vale recordar que en esos dos procesos pseudoelectorales la MUD no solicitó el apoyo del CNE ni el uso de las plataformas confiables de verificación y transparencia del voto.
La mesa está servida y las cartas echadas. A tan sólo horas de las elecciones regionales el antichavismo prepara su campaña a nivel local e internacional para enmarcar su realización bajo un clima de inestabilidad, zozobra y desconfianza. Fieles a su comportamiento en pasados eventos comiciales.
El sistema electoral en Venezuela, que cuenta con una plataforma totalmente automatizada desde hace 14 años, se audita antes, durante y después de cada elección con el objetivo de garantizar y certificar la transparencia del proceso y la integridad del voto.
Publicado originalmente por Misión Verdad
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