“Se está produciendo una invasión. Esta inmigración masiva está cambiando la faz de nuestro continente.
Estamos perdiendo nuestra seguridad y nuestro modo de vida y corremos el peligro de que los europeos se conviertan en una minoría en sus propios países”.
La premisa es clara, y su misión también: “Defender Europa” (Defend Europe”) de esta supuesta temible invasión.
Con este mensaje xenófobo y, tras varios meses de campaña, colectivos ultraderechistas de varios países europeos, agrupados bajo el paraguas del movimiento “Generación Identitaria (Generation Identity)” han conseguido fletar un barco que se sumará a los que ya patrullan el Mediterráneo en busca de vidas que salvar.
Sólo hay una diferencia, este barco no llevará a los inmigrantes y refugiados que rescate hasta un puerto seguro en Italia o Grecia, sino que los devolverá a las autoridades libias, acusadas por organizaciones internacionales de violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los migrantes.
Es más, el C-Star, como se llama el barco racista que este martes cruzará el Canal de Suez hasta el puerto de Catania, procedente de Yibuti, se propone vigilar a los barcos de las ONG que trabajan en el Mediterráneo Central rescatando personas.
El portavoz del movimiento en Italia, Lorenzo Fiato, aseguró el viernes que el barco y la tripulación que han contratado partieron desde Yibuti hace semanas y llegará hasta Sicilia este martes para zarpar hacia aguas internacionales junto a la costa libia en un par de días.
Según explica Defend Europe (Defender Europa) en su página web, organizaciones como Médicos Sin Fronteras, SOS Mediterranee o Proactiva Open Arms no son más que meros colaboradores de las mafias que trafican con personas y su misión es desenmascararlas.
Pura propaganda ultra que, casualmente, lanza el mismo mensaje que organismos como Frontex o, más recientemente, el ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, que culpan a las ONG de fomentar y facilitar el trabajo a las mafias.
Por eso mismo, sus planes para “defender Europa” encuentran cierta legitimidad en el discurso de las instituciones europeas.
MÁS DE 100.000 EUROS EN DONACIONES
Defend Europe ha conseguido recaudar más de 100.000 euros mediante donaciones anónimas a través de internet.
Y no lo ha tenido fácil, ya que PayPal bloqueó su cuenta de donaciones el pasado junio y su cuenta corriente en la entidad bancaria Steiermärkische Sparkasse fue también cancelada.
Aun así, el movimiento racista ha conseguido la financiación necesaria para alquilar el barco, de 40 metros de slora, y contratar una tripulación, y sigue pidiendo dinero a los “patriotas” europeos para “permanecer en el Mediterráneo el máximo tiempo posible”.
“Queremos empezar una misión identitaria de búsqueda y rescate en la costa de Libia.
Nuestro objetivo es registrar los hechos de las ONG, exponer su cooperación con los traficantes de personas, e intervenir si hacen algo ilegal”, afirma la web de esta iniciativa, que también asegura que prestará asistencia a las personas que estén a la deriva, pero que los “devolverá a África”, y que pinchará las embarcaciones que encuentre vacías para que los traficantes no puedan volver a usarlas.
BLOQUEAR LOS BARCOS DE RESCATE DE LAS ONG
Aunque en su web aseguran que su participación no supondrá nunca la muerte de personas y que el C-Star no bloqueará ninguna embarcación en operación de rescate, lo cierto es que el líder del Movimiento Identitario de Austria, Martin Sellner, una de las caras más visibles de la iniciativa racista, ha asegurado que “se deberían bloquear los barcos que van a la costa libia” para rescatar inmigrantes y trasladarlos a Italia.
De hecho, uno de los carteles que Defend Europe está difundiendo en las redes sociales es muy ilustrativo de sus intenciones.
“No debes pasar”, le dicen a un barco de una ONG al que colocan el calificativo de “proinmigrante”.
La primera acción de los grupos autodenominados “identitarios” para lanzar la campaña Defend Europe fue el intento de bloqueo del barco de rescate Aquaruis, de la ONG SOS Mediterannée, en Italia, el pasado mayo.
Una pequeña lancha con varios activistas de extrema derecha a bordo se colocó delante del buque y encendió varias bengalas mientras los tripulantes gritaban “parad ese barco”.
El Aquarius vio ralentizada durante varias horas su actividad, hasta que los guardacostas italianos intervinieron.
“Si los políticos no paran los barcos, los pararemos nosotros”, decía a cámara desde la lancha Lauren Southern, una suerte de periodista ciudadana y activista xenófoba que simpatiza con los distintos grupos de Generación Identitaria y que irá también a bordo del barco racista para narrar sus actividades.
GRUPOS ANTI ISLAM
Aunque afirman que no tienen ningún tipo de filiación política, Generación Identitaria nació a principios de siglo en Francia como las juventudes de un partido de ultraderecha. Su discurso, principalmente anti islam y anti inmigración, fue encontrando seguidores entre la juventud de otros países europeos a medida que la crisis económica hacía estragos en las clases medias y bajas del continente.
Una década después, Generación Identitaria ha visto crecer su movimiento en países como Italia, que recibe a la mayoría de inmigrantes que atraviesan el Mediterráneo; pero también en Alemania, donde contribuyó al despegue del movimiento xenófobo Pegida, o Austria.
También están detrás de las manifestaciones contra la población musulmana en el barrio de Molenbeek, en Bruselas, bajoel lema ¡Islamistas fuera de Europa!, tras los atentados del pasado año.
http://periodicodigitalwebguerrillero.blogspot.com/2017/07/fascismo-europeo-el-barco-racista-con.html