El G7, con Estados Unidos a la cabeza, asumió este martes como una de sus metas para el futuro de Siria el derrocamiento del presidente del país, Bashar al Assad.
En el segundo día de la cumbre de ministros de Exteriores del grupo conformado por EEUU, Alemania, Japón, Reino Unido, Canadá, Francia e Italia, realizada en este último país, se produjo una reunión sobre Siria con diplomáticos de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania y Catar.
Tras el encuentro, el secretario de Estado gringo, Rex Tillerson aseveró que el pueblo sirio tiene la necesidad de determinar su futuro político, pero: “nuestra esperanza es que Bashar al Assad no forme parte de este futuro”.
Tillerson abundaba así en la opinión de sus homólogos del G7 que aseguraron que no habría ninguna solución para Siria mientras Al Assad siguiera en el poder, según declaró a la prensa el ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
Dicha cita se produjo pocas horas antes de que Tillerson partiera rumbo a Rusia, principal aliado del presidente sirio, para reunirse con su homólogo Serguei Lavrov en un contexto de fuertes tensiones entre Washington y Moscú, destacan agencias.
Ciudad CCS