El presidente Rafael Correa indicó durante su último Enlace Ciudadano del 2016 que la información manejada sobre el caso Odebrecht podría ser usada política y geopolíticamente. La empresa salió en 2007 luego de que no funcione la represa San Francisco, un obra contratada en en 2000 por el Presidente de ese entonces, Gustavo Noboa.
A los funcionarios se les puso orden de arraigo y suspendíó los contratos que tenían en forma directa.
Luego regresó a Ecuador y desde ahí ha mantenido contratos con el Gobierno a través de concursos. "No permitiremos que ocurra lo mismo que los Panama Papers, donde las denuncias fueron selectivas y algunas sesgadas, y solo sacaron a las que perjudicaban a ciertos gobiernos y a funcionarios públicos, o sea, no hay corrupción en el sector privado", dijo el presidente en referencia a la investigación.
Correa indicó que era esta investigación es selectiva porque Odebrecht trabaja desde la década de los 80 en Ecuador y solo se analiza desde el año 2007 hasta el 2016, mientras que en otros países de latinoamérica se revisa la información desde el 2001.
"Eso nos lo levanta ciertas sospechas".
"No es la primera vez que el Departamento de Justicia hace estas investigaciones pero no es en función de la justicia sino en función a los intereses políticos de Washington, hay que estar atentos, somos los primeros en sancionar las corruptelas, pero tampoco somos tan ingenuos.
Tampoco vamos a recibir sin pruebas las acusasciones de un empresario corrupto que está negociando la condena en Estados Unidos en base a disputar multas... mañana dicen que es Correa, que es Glas y hasta que demostremos, se nos pasan las elecciones y eso es lo que buscan", indicó Correa. "Bienvenida toda la información para capturar a los corruptos, pero tampoco caeremos en esas ingenuidades .. aquí hay claros signos de que esto quiere ser usado político y geopolíticamente y esto no lo vamos a permitir", enfatizó el Primer Mandatario. (I)
