Como “el resultado de nuestra asociación histórica con Cuba” calificó Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, la realización en Estados Unidos de un ensayo clínico de una vacuna cubana contra el cáncer de pulmón. Será el Instituto Roswell Park del Cáncer, con sede en la ciudad de Buffalo, quien pondrá en marcha la prueba del CIMAvax-EGF, un tratamiento desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular (CIM) de La Habana.
La prueba supone un hito en la colaboración entre la isla y los Estados Unidos, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. De esta forma, el Instituto Roswell Park, uno de los más importantes de su tipo en el mundo, se convierte en la primera institución médica norteamericana en recibir la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para probar una terapia médica cubana en ese país.
De acuerdo con lo anunciado, se espera que el ensayo clínico comience en el mes noviembre, e involucre entre 60 y 90 pacientes estadounidenses.
Tras ser dada la noticia el congresista demócrata Brian Higgins comentó que “esta asociación muestra lo que es posible cuando el talento y la ambición de los médicos e investigadores se combina con la voluntad de mejorar el mundo que nos rodea”. Mientras, la doctora Candace Johnson, presidenta del Instituto Roswell Park, agradeció a las autoridades de su país por permitir este vínculo científico con la Isla y confirmó que “es la primera vez en la era moderna que una institución cubana y estadounidense han podido trabajar conjuntamente”.
Por su parte, el embajador de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, en carta dirigida al gobernador Coumo celebró el anuncio y señaló que se trata del “primer paso para superar los obstáculos que persisten y llegar a una cooperación productiva en este importante campo”.
Resultado de más de veinticinco años de investigaciones en el CIM, la vacuna cubana contra el cáncer de pulmón ha generado un notable interés en la comunidad científica estadounidense y fue el eje de un acuerdo establecido en 2015 entre la institución de la Isla y el instituto neoyorkino. Entonces, el gobernador Cuomo condujo una misión comercial a La Habana, donde empresarios y científicos de Nueva York se reunieron con funcionarios cubanos con vistas a establecer nuevas colaboraciones.
Hace solo unos días, las máximas autoridades en la esfera de la salud de ambos países firmaron un memorando de entendimiento en el área del cáncer. “Tenemos intereses y prioridades muy similares en las que todos estamos interesados en avanzar a otro nivel”, expresó entonces Sylvia Burwell, Secretaria de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, quien declaró además sentirse “optimista con los pasos que se están dando”.
Una semana antes, un nuevo paquete de medidas anunciado por la administración Obama hacia Cuba priorizó la realización de proyectos conjuntos de investigación médica y permitió que productos farmacéuticos producidos en la Isla se comercialicen en Estados Unidos tras obtener la aprobación FDA. Ahora, el anuncio del ensayo clínico en el Instituto Roswell Park viene a confirmar las posibilidades que se abren en esta dirección.
Aun cuando CIMAvax-EGF no proporciona una cura definitiva de la enfermedad, contribuye a ralentizar el crecimiento de los tumores y resulta menos tóxica que la quimioterapia. En este sentido, ya ha mostrado prometedores resultados en Cuba, y otros países como Perú, Colombia y Bosnia y Herzegovina.
Un estudio llevado a cabo recientemente por científicos del CIM indica que los pacientes de cáncer de pulmón tratados con la vacuna han mejorado significativamente en supervivencia y calidad de vida en comparación con aquellos que no la recibieron. Además, se estima que potencialmente podría ayudar en el tratamiento de otros tipos de cáncer, como el de cabeza y cuello, colon, mama y próstata.