En el Times of Israel, Gabe Friedman rescata “Neighborhood Bully”, la canción que el ícono de la música del siglo XX compuso en defensa de Israel en 1983, es decir, en un momento particularmente difícil, pues el Estado judío se hallaba inmerso en la guerra del Líbano y siendo objeto de una tremenda presión no sólo internacional, pues incluso buena parte de los israelíes pronto se mostraron muy críticos con ella.
“El matón del barrio”, ironiza Dylan en la letra, es “un solo hombre” que hace frente a fuerzas infinitamente superiores que lo “critican y condenan por estar vivo”; un solo hombre de todas partes expulsado y que “no tiene dónde ir”.
Cada uno de los imperios que lo esclavizaron se esfumó.
Egipto, Roma, incluso la gran Babilonia.
Hizo un jardín paradisíaco en las arenas del desierto
sin acostarse con nadie y a las órdenes de nadie.
Es el matón del barrio.