Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Maras usan pantalla religiosa


Igual que la Policía, el Ejército de Nicaragua ha estado trabajando coordinado con las fuerzas armadas del resto de Centroamérica para impedir que los mareros crucen las fronteras, pese a que ahora pueden moverse con diferentes identidades y aspectos porque no todos son tatuados y rapados como se ha creído, y usan hasta mamparas religiosas.

El golpe propinado por la Policía de El Salvador a las finanzas de la Mara Salvatrucha (MS-13), al capturar a Marvin Adaly Ramos Quintanilla, alias “El Piwa”, un supuesto pastor evangélico señalado de ser el jefe financiero de este grupo delincuencial, puso en alerta a las instituciones policiales del resto de Centroamérica.

La MS-13 es la pandilla más grande de El Salvador, seguida por la Barrio 18, y estas son a la vez las organizaciones criminales más fuertes en el triángulo norte de Centroamérica, que incluye a Honduras y Guatemala, en términos de ocupación territorial, según datos policiales.

En el año 2014, la policía nicaragüense capturó al pandillero salvadoreño Juan Elías García, miembro de la Mara Salvatrucha, quien estaba en la lista de los diez fugitivos más buscados por el FBI después de asesinar a sangre fría a Vanessa Argueta, de 19 años y a su hijo Diego Torres, de dos años.

García había entrado a Nicaragua, donde la policía lo detuvo y lo entregó al FBI, que lo trasladó a Nueva York para ser enjuiciado por sus crímenes.

Igual que la Policía, el Ejército de Nicaragua ha estado trabajando coordinado con las fuerzas armadas del resto de Centroamérica, para impedir que los mareros crucen las fronteras.

En junio pasado, operaciones conjuntas de los ejércitos de Nicaragua y Honduras en su frontera común dejaron como resultado la captura de 25 delincuentes, la retención de 139 migrantes irregulares, la incautación de 26 armas, tres de ellas de uso restringido y 19 vehículos ilegales, además de mercadería y animales de contrabando.

La redada de pandilleros que acaban de hacer las autoridades de El Salvador confirmó que los mareros pueden moverse por Centroamérica con diferentes identidades y aspectos, porque no todos son tatuados y rapados como se ha creído y ahora usan hasta mamparas religiosas y crean negocios para financiarse, como los cárteles de la droga de otros países, dijeron comentaristas salvadoreños.

Fuente: HRN, Honduras.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter