Cuba abogó por un orden internacional justo y equitativo, que erradique la pobreza y el hambre, ponga fin a los conflictos bélicos, privilegie al ser humano como centro y preserve el medio ambiente.
“No negamos que existan logros en las pasadas décadas, pero resultan frágiles e insuficientes”, remarcó la ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González, al intervenir en la sesión plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo, que tiene lugar en la ciudad suiza de Ginebra.
“Debatimos el trabajo decente para la paz, la seguridad y la resiliencia ante los desastres en un mundo donde las intervenciones en los asuntos internos de otros Estados, el derrocamiento por la fuerza o por otras vías de gobiernos soberanos y democráticamente elegidos por los pueblos, provocan retrocesos en las políticas sociales”, enfatizó.
González insistió en la importancia de aunar esfuerzos por erradicar las “lamentables circunstancias que caracterizan hoy al mundo del trabajo”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) puede aportar contribuciones a la realización de la Agenda de Desarrollo hasta el 2030 y velar porque el objetivo 8 (fomentar el trabajo decente para todos) y sus metas, se concrete a través del cumplimiento de responsabilidades comunes para los gobiernos, pero diferenciadas, atendiendo a las realidades de cada uno, apuntó.
La ministra significó que en Cuba, el progreso hacia la actualización del modelo económico y la construcción de un socialismo próspero, sostenible e irreversible, preserva y potencia los principios de justicia e igualdad que han servido de base a la Revolución.
“Nuestra realidad se caracteriza por el derecho al trabajo sin discriminación; por la remuneración igual para mujeres y hombres por su desempeño; el derecho de todos los trabajadores a recibir protección de la seguridad social en los casos de enfermedad, accidentes, maternidad, invalidez y vejez y en caso de muerte a su familia”, precisó.
“Lo anterior se demuestra a partir de que el 70 por ciento de los gastos del presupuesto del Estado se destinan a garantizar los servicios de salud, educación y seguridad social de nuestra población, con programas dirigidos especialmente a los trabajadores y particular atención a mujeres y jóvenes”, subrayó.
La funcionaria recalcó que esos resultados se alcanzan a pesar de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba, que es el “obstáculo fundamental para nuestro desarrollo económico”.
“El bloqueo no ha impedido ni impedirá cumplir con nuestros deberes de solidaridad y apoyo a los pueblos hermanos del Tercer Mundo, en particular a los que se enfrentan a las pretensiones de la derecha y el capital transnacional, de enterrar los logros sociales alcanzados en décadas de lucha”, puntualizó.
“Buscar soluciones en tiempos de crisis global es particularmente difícil, pero mantenemos las esperanzas de que al arribar al centenario de la OIT tengamos mayor conciencia de la necesidad de avanzar en la construcción de un futuro mejor, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar”, concluyó.
Prensa Latina