Un alto príncipe saudí ha lanzado un llamamiento sin precedentes para cambiar el liderazgo del país, que hace frente a su mayor desafío en años en forma de una guerra en Yemen, la caída de los precios del petróleo y críticas sobre la forma en que gestiona la Peregrinación o Hayy.
El príncipe, uno de los nietos del fundador del estado, Abdul Aziz bin Saúd, dijo a The Guardian que hay un enorme malestar entre los miembros de la familia real -y entre los saudíes en general- con respecto al liderazgo del rey Salmán, que accedió al trono en enero.
El príncipe, que no es nombrado en el artículo por razones de seguridad, escribió dos cartas este mes en las que pedía que el rey y su hijo sean apartados del poder.
“El rey no está en una condición estable -según varias fuentes sufre de demencia- y es, en realidad, el hijo del rey, Mohammed bin Salman, el que está gobernando el reino”, dijo el príncipe.
“Así, es posible que cuatro, o posiblemente, cinco de mis tíos, se reúnan pronto para discutir las cartas. Ellos están elaborando un plan con muchos sobrinos que abrirá las puertas a una acción. Muchos miembros de la segunda generación se muestran muy ansiosos”.
“La opinión pública está también presionando muy duro, todo tipo de personas, líderes tribales etc”, dijo el príncipe.
“Ellos dicen que tenemos que actuar o este país se irá al desastre”.
Muchos factores se están juntando para un rápido deterioro de la situación en Arabia Saudí y contribuyen al deterioro de la imagen del rey Salman, el príncipe heredero, Mohammed bin Nayef, y del segundo príncipe heredero y ministro de Defensa, Mohammed bin Salman.
La doble tragedia en Meca -el colapso de una grúa que mató a más de 100 peregrinos, seguido por una avalancha que mató a casi 4.000 personas- se ha venido a juntar a la empantanada guerra de Yemen y la crisis económica, incluyendo el aumento galopante del déficit, y social.
Las autoridades saudíes niegan también cualquier responsabilidad del gobierno en el deterioro de la situación. Sin embargo, muchos saudíes han dejado claro en las redes sociales, que escapan más al control del gobierno, que ellos ya no creen en tales afirmaciones.
“La gente dentro del reino sabe lo que está ocurriendo, pero no puede hablar.
El problema es la corrupción en la utilización de los recursos del país”, señaló un activista que vive en Meca, pero tampoco quiso ser nombrado.
“Desgraciadamente, el gobierno apunta el dedo hacia los niveles más bajos, diciendo por ejemplo:
“¿Dónde están las ambulancias?
¿Dónde están los trabajadores sanitarios.
La culpa es de ellos”. El gobierno intenta, pues, ocultar la razón real de tal desastre”, añadió.