Casi 1300 kilómetros al sureste de Lima, Perú, a orillas del Lago Titicaca, se encuentra un sitio que confunde a los visitantes de todo el mundo. Los chamanes visitan este lugar para realizar rituales y ofrecer oraciones a la pared de roca situado en la meseta, como lo hacen por generaciones.
El sitio es conocido como la “Puerta de Hayu marca”, o también como “La Puerta de los Dioses”. Es desconcertante verlo: una puerta gigante, excavada en roca sólida.
El sitio se encuentra literalmente en medio de la nada, a más de 4.000 metros de altura, en donde en una enorme roca ha sido labrado un rectángulo gigante y, en la parte inferior, hay una hendidura que parece una especie de puerta. Los nativos peruanos lo llaman la “puerta de los dioses”.
Pero ¿Por qué construir una puerta en la piedra que no llevan a ninguna parte?.
La antigua leyenda peruana dice que una vez todas las Américas se unieron bajo un solo líder y bajo una tradición espiritual común. El nombre “América” se deriva de “Amaru-ca-ca” o “Población”, “Ameri-ca”, que significa “Tierra de la Serpiente”, denominada así después del suceso relacionado con un portador de cultura y tecnología conocida históricamente como Sasan Muru o Amaru (serpiente/sabiduría).
Sasan Muru provenía del antiguo continente de Mu. Tenía consigo muchos objetos tecnológicos, incluyendo el poderoso “disco sagrado de oro”.
Según los nativos del Perú, el rey sacerdote, en la antigüedad habría asistido a muchas tribus primitivas, después de llegar tras la destrucción de Mu y la Atlantis. Gracias a su ayuda, las tribus fueron capaces de construir los impresionantes templos megalíticos que son todavía visibles en el territorio mesoamericano.
Según la leyenda, este primer rey sacerdote cruzó el portal gracias a un objeto especial que desencadena la apertura transformando la piedra en un puerta estelar.
Cuenta la leyenda que en el momento en que los conquistadores españoles llegaron a Perú y saquearon el oro y las piedras preciosas de las tribus incas un sacerdote inca del templo de los Siete Rayos llamado Amaru Meru (Aramu Muru) huyó de su templo sagrado con un disco de oro conocida como “la llave de los dioses de los siete rayos”, y se ocultó en las montañas de Hayu Marca.
De algún modo llegó hasta la puerta que había sido cuidada por los sacerdotes chamanes. Les mostró la llave de los dioses y realizó un ritual que concluyó con un acontecimiento mágico iniciado por el disco de oro que abrió la puerta, y de acuerdo con la leyenda una luz azul emanaba de un túnel interno.
El sacerdote Amaru Meru entregó el disco de oro a los chamanes y luego pasó a través del portal “para no ser visto de nuevo”
Los arqueólogos que examinaron la puerta de los dioses, han descubierto una pequeña depresión circular en el centro.
Hay quienes creen que, quizás, esta depresión fue donde se colocaba el disco de oro. Según Philip Coppens, autor y periodista de investigación, parece una historia de ciencia ficción.
Dice que el dispositivo se hizo de oro y otras piedras preciosas.
Quien estaba en posesión, podría llegar a la puerta y activarla, para así establecer contacto con los dioses, o invocarlos.
La mayoría tiende a pensar que esto es solo coincidencia o imaginación. Sin embargo parece que algo se oculta detrás de esta leyenda histórica: este disco de oro tenía un vínculo con alguna civilización extraterrestre y era un dispositivo con el que era posible viajar entre mundos diferentes.
Esto tomaba a una persona físicamente, lo llevaba a otro lugar o dimensión y lo traía de regreso.
Según la leyenda local, estos sacerdotes reyes, conocidos como “hermanos del espacio”, parecían provenir de otros mundos. ¿Pueden haber llegado a la Tierra a través de la puerta de los dioses?
Pero, ¿En realidad el disco de oro era un dispositivo capaz de activar esta puerta?. Según los teóricos de “antiguos astronautas”, la puerta de los dioses es el final de un túnel espacio-temporal, una especie de portal que se conecta a otra parte del universo o a otra dimensión.
El túnel gravitacional es una construcción teórica basada en relatividad general.
El concepto es que realmente existe la posibilidad de que el espacio y el tiempo están conectados y que varias partes del espacio y el tiempo están conectadas por un pequeño canal.
Si se crea esta estructura, obtendrías un atajo entre porciones del universo muy lejanos.
El túnel gravitacional es, por lo tanto, un elemento aceptado por la física teórica. Los antiguos dioses podrían haber llegado a nuestro planeta no gracias a un platillo volador, sino gracias a los portales estelares.
La leyenda ya mencionada concluye con la profecía que la puerta de los dioses se abrirá un día “muchas veces más grande de lo que es actualmente” y permitirá que los dioses regresen en sus naves solares.