Las tropas sirias arrebataron a los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) los pozos del campo petrolífero de Jazal, en la provincia central de Homs, según autoridades sirias.
El gobernador de esta provincia, Talal al-Barazi, citado por la agencia estatalSANA, confirmó que “la plena toma de los yacimientos de Jazal se produjo tras feroces enfrentamientos entre soldados sirios y los terroristas”.
Las tropas sirias infligieron grandes pérdidas, entre muertos y heridos, en las filas de los terroristas, indicó la fuente, para agregar que además numerosos takfiríes se dieron a la fuga hacia la ciudad de Palmira ante la firmeza de las operaciones.
“Las fuerzas también persiguieron a elementos de Daesh y avanzaron desde el eje oeste hacia Palmira”, puntualizó el gobernador de Homs, Talal al-Barazi.
Pese a la expulsión de los terroristas, las instalaciones del yacimiento todavía siguen sin funcionar.
Instalaciones del campo petrolífero de Jazal
“Las fuerzas también persiguieron a elementos de Daesh y avanzaron desde el eje oeste hacia Palmira”, puntualizó el funcionario sirio.
La misma fuente apostilló que los extremistas, luego trataron de retomar el control de los pozos, pero los militares, que cuentan con el apoyo de fuerzas tribales, repelieron las ofensivas terroristas.
Al referirse a los muros defensivos que los efectivos están construyendo en esta amplia área desértica, estimó que “atestiguaremos en las próximas semanas más avances del Ejército”.
“Está área, (ubicada) al oeste de Palmira, cuenta con alturas que el Ejército podrá utilizarlas para una masiva cobertura y disparar fuegos contra regiones bajo control de Daesh, lo que acelerará la liberación de Palmira”, expresó.
El EIIL se hizo el pasado mes de mayo con el control de Palmira, una ciudad conocida como la "perla del desierto" e inscrita por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en el patrimonio mundial de la humanidad.
Desde el inicio de la crisis siria, en marzo de 2011, el Ejército ha llevado a cabo una incesante lucha contra los grupos armados, que apoyados desde el extranjero, buscan derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Asad.
De acuerdo al opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH),la violencia ha dejado más de 240.000 muertos y el desplazamiento de varios millones.
mjs/ktg/mrk