IRAMSY PERAZA FORTE / GRANMA – El desarrollo iraní no ha sido rehén de los más de diez años de sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según sus propios líderes, las agresiones han hecho de Irán un país más fuerte, con un sistema autárquico que es capaz de crear muchos de los productos y tecnología a los que no tiene acceso.
A pesar de las dificultades para vender su petróleo en el mercado internacional, la economía de la nación persa no ha entrado en total recesión y ejemplo de ello son sus avances en la industria pesada, la producción agrícola y la investigación científica.
Durante los últimos años, las finanzas iraníes han mostrado algunos síntomas negativos como el aumento de la inflación y la devaluación de su moneda.
Aun así, la economía iraní es una de las más diversificadas de la región y se espera que este año fiscal cierre con un crecimiento del 3 % del PIB.
De manera autógena se han convertido en un referente de desarrollo del conocimiento en Oriente Medio, potenciando las investigaciones científicas y el estudio de la energía atómica con fines pacíficos.
La industria automotriz es vanguardia en el área y decimotercera a escala mundial. A pesar de que opera al 50 % de su capacidad y con costos de producción 40 % superiores a los internacionales, produce un millón 600 000 vehículos al año.
Las sanciones internacionales han limitado las exportaciones de petróleo y gas, de las cuales Irán no es totalmente dependiente, pero que representan más del 60 % del ingreso de divisas.
DESARROLLO VS. SANCIONES
La República Islámica ha sido efectiva en la neutralización de las medidas punitivas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, las mismas que han probado ser inefectivas durante el año de negociaciones con los integrantes del Grupo 5+1 (miembros del consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) sobre el programa nuclear iraní.
El desarrollo científico se ha convertido en el pilar del despunte persa. Desde las más altas esferas se ha fomentado el estudio y la creación científica con vistas a lograr un país cada vez más independiente de los grandes centros del conocimiento, sin dejar de potenciar el intercambio de experiencias.
Durante la XX Exposición Internacional de Petróleo, Gas, Refinación y Petroquímica celebrada recientemente en Teherán, se conoció que su industria logró producir por primera vez los fluidos que se emplean en la perforación de los pozos de petróleo.
Más allá de romper el monopolio de Estados Unidos en esta tecnología, el avance facilita las perforaciones en campos petroleros con un enorme grado de agotamiento. Ello ha constituido una bocanada de aire para la industria petrolera, dado que la mayoría de los campos de crudo de Irán están en la segunda mitad de su vida útil.
El director de investigación del Ministerio de Petróleo iraní, Mohamad Soleimani, explicó que los expertos persas han logrado dominar suficientes conocimientos para construir un generador de microburbujas de gas que será probado próximamente en uno de sus más importantes yacimientos de hidrocarburo.
Asimismo, alcanzaron otro hito con la fabricación de plataformas marítimas propias que permitirán explorar y extraer petróleo de sus zonas exclusivas.
La exportación de gasolina es otro de los mercados en los que pronto se insertarán. El vicepresidente primero, Eshaq Yahanguiri, aseguró que a finales de año se sumarán a la asociación de los países exportadores de ese combustible.
En los planes persas está aumentar la producción de petróleo a los niveles previos a las sanciones, una vez que estas sean levantadas. También esperan poner en funcionamiento la refinería Estrella del Golfo Pérsico, actualmente en fase de construcción en la ciudad portuaria de Asaluyeh (sur) por un valor de 2 500 millones de euros.
El programa nuclear iraní con fines pacíficos ya ha tenido sus frutos. El jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Ali Akbar Salehi, informó sobre la construcción de un hospital especializado en medicina nuclear.
Esta instalación, la primera de su índole en el Oriente Medio, estará equipada con tecnologías avanzadas y costará cerca de 35 millones de dólares.
Salehi puntualizó que el hospital tendrá diferentes tipos de centrifugadoras y la capacidad de ofrecer servicios de radioterapia a los pacientes.
Aunque Irán cuenta con 150 centros de medicina nuclear en todo el país, que prestan servicios a más de un millón de pacientes al año, este nuevo proyecto servirá para promover la aplicación de radioisótopos y mejorar los estándares de salud de la nación.
MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS
Irán ocupa el cuarto lugar en reservas probadas de petróleo del mundo y produce alrededor de dos millones de barriles por día.
A pesar de las sanciones que le impiden vender todo ese hidrocarburo, el país utiliza vías alternativas y se expande más allá de sus límites geográficos.
Los negocios con otras naciones no solo incluyen la venta de crudo, sino también la coordinación para la construcción de refinerías.
Actualmente están en negociaciones con Brasil y la India para edificar varias de estas fábricas.
Según trascendió en medios locales, los contactos con ambas naciones se encuentran en proceso de discusión para instalar refinerías capaces de procesar más de 300 000 barriles de petróleo por día.
China, India, Japón, Corea del Sur y Turquía, principales clientes del petróleo persa (adquieren un total de un millón de barriles por día), han reafirmado sus contratos y manifestado su disposición de comprar mayores volúmenes luego del levantamiento de las sanciones económicas.
CON LA VISTA EN EL FUTURO
Irán no quiere depender de sus reservas petroleras por lo que ya proyecta un futuro alternativo con la imbricación de varios sectores de la economía.
En una entrevista con el diario The Financial Times, el jefe del Banco Central de Irán, Valiollah Seif, esbozó algunas líneas sobre lo que puede ser el futuro de la nación.
El descongelamiento de los activos multimillonarios que el país tiene bloqueados en el extranjero podrá hacerse sentir en la economía solo en el 2016, por lo que sin tener en cuenta la suspensión de las sanciones los directivos de la nación ya buscan formas para estimular las finanzas.
Según destacó Seif, “el plan incluye el de-sarrollo acelerado no solo de los sectores del gas y el petróleo, sino también del turismo”.
Prevén también revisar las regulaciones existentes para facilitar el acceso de los bancos extranjeros al mercado iraní. “Inversionistas árabes y europeos nos están contactando para preguntar cómo abrir sucursales en Irán, crear bancos nuevos o comprar acciones en los bancos privados locales”, comentó.
El próximo 30 de junio es la fecha límite para llegar al esperado acuerdo entre la República Islámica y el G5+1. Con la rúbrica de este pacto, Irán limitará su capacidad de enriquecer uranio y la contraparte levantará las sanciones.
El futuro acuerdo sin duda reforzará el papel de la nación persa como potencia regional, sobre todo en los momentos convulsos que vive hoy el Oriente Medio, pero nada de esto hubiera sido posible sin la resistencia iraní ante las presiones occidentales.