Linde percibió en 2014 un salario bruto de 176.060 euros, tras desaparecer el recorte adicional de sueldo que se aplicó temporalmente a su antecesor, Fernández Ordóñez
- Alerta de que el paro sigue en niveles "inaceptablemente elevados" y pide mantener el "impulso reformista" en el mercado laboral que reduzca la brecha entre indefinidos y temporales
- Pide una subida del IVA y cifra en el 1,5% de media el crecimiento potencial de la economía española hasta 2026
ED 11/06/2015
El presidente (gobernador) del Banco de España, Luis María Linde, valora la reforma laboral de 2012 que, en su opinión, ha dinamizado el empleo, pero alerta de que las tasas de paro siguen en niveles "inaceptablemente elevados" y pide mantener el "impulso reformista" en el mercado laboral que reduzca la brecha entre indefinidos y temporales.
Sin embargo, el año pasado Linde no sufrió la moderación salarial que afecta a la inmensa mayoría de la población en España. Su sueldo bruto fue de 176.060 euros, un 5,8% más, tras desaparecer el recorte adicional de sueldo que se aplicó temporalmente a su antecesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
El número dos, Fernando Restoy, recibió 203.410 euros, un 3,92% más, que se explica por el abono en 2014 de 29.810 euros por "complementos personales y atrasos", según consta en el informe anual del Banco de España publicado este jueves.
En el informe, Linde subraya que "el recurso a la contratación indefinida sigue siendo débil, a pesar de los cambios introducidos para favorecer este último tipo de contratación".
En materia de negociación colectiva, el Banco de España valora que las grandes empresas hayan podido ajustar las condiciones laborales a los mínimos pactados en los convenios, pero apuesta por una mayor aplicación de los convenios de empresa en detrimento de los sectoriales.
En lo que respecta a la reducción del déficit, Linde advierte de que el proceso de ajuste (es decir, recortes) de la economía española no ha finalizado y propone revisar algunas partidas de gasto público (es decir, reducir) ante la eventualidad de que no se cumplan los objetivos marcados.
"Frente a eventualidades que hiciesen necesario reforzar el plan de consolidación fiscal, parece razonable revisar las distintas partidas de gasto público e identificar las que tienen mayor impacto sobre el crecimiento", incide el gobernador.
"El impacto de la profundidad de la crisis sobre la situación del país no se ha disipado completamente".
En lo que afecta al gasto público, "habría que asegurar la eficacia de los planes de racionalización instaurados y revisar en profundidad las distintas partidas, con el objetivo de priorizar aquellas que tienen mayor impacto sobre el crecimiento". Y en lo relativo a los ingresos, se pronuncia a favor de una subida del IVA, entre otros impuestos.
"Podría considerarse aumentar el peso relativo de la imposición indirecta (ampliación de las bases del IVA, incremento de impuestos especiales y fiscalidad medioambiental) y racionalizar la amplia gama de deducciones, bonificaciones y reducciones que erosionan la capacidad recaudatoria de los impuestos, en línea con las propuestas de los expertos y de los organismos internacionales".
En materia de pensiones, el gobernador del Banco de España asegura que la reforma de 2013 contribuirá a hacer sostenible el crecimiento del gasto público asociado al envejecimiento de la población, pero añade que para evitar incertidumbres y expectativas infundadas, el nuevo sistema se ha de instrumentar de forma transparente.
"Es necesario y urgente fomentar mecanismos de seguro y ahorro que ayuden a complementar el sistema público de reparto, incluyendo incentivos fiscales", apunta.
Menos crecimiento
Respecto a las perspectivas económicas, el Banco de España asegura que la economía reducirá su nivel de crecimiento potencial en los próximos doce años, que cifra en el 1,5% de media hasta 2026.
El informe asegura que la recuperación tras la crisis se producirá en niveles inferiores a los del período de expansión del pasado (el crecimiento medio entre 1983 y 2007 fue del 2,2%), condicionada por un conjunto de factores, entre los que destacan la evolución demográfica, el elevado nivel de desempleo y el impacto del proceso de desapalancamiento público y privado.
En cuanto a su actividad supervisora, el Banco de España llevó a cabo un total de 253 actuaciones supervisoras en 2014, un 44% menos, cuando realizó 452 actuaciones de este tipo, y recibió un 15% menos de reclamaciones (29.557), debido a la reducción de quejas presentadas por las 'cláusulas suelo', que ascendieron a 15.610.
El Banco de España destaca que tras realizar estas actuaciones supervisoras se formularon 153 requerimientos a entidades contenidos en 78 escritos. De estos, 135 requerimientos fueron dirigidos a entidades de crédito.
Los principales requerimientos y recomendaciones fueron los relativos a riesgo de crédito y políticas de gestión y control interno, lo que suponen un 56% del total.
Además, la institución acordó la incoación de 12 expedientes sancionadores, entre los que destaca el abierto a cinco bancos y una cooperativa de crédito por presuntos incumplimientos de las normas de transparencia en las relaciones de las entidades con sus clientes, "singularmente en relación con la concesión de préstamos a particulares con garantía hipotecaria para la adquisición de vivienda".
También abrió expediente a los administradores y directivos de una cooperativa de crédito como consecuencia de deficiencias en los mecanismos de control y gestión de los riesgos, la incorrecta definición de los grupos económicos e incumplimiento del límite a los grandes riesgos y la existencia de deficiencias contables.
Al finalizar el ejercicio 2014, componían la plantilla del Banco de España un total de 2.675 empleados, 30 más que un año antes; las mujeres representaban el 45,8% del total.