Por: Angélica González///-. Tengo 32 años, creó que mencionar mi edad es un punto de partida para darme cuenta del tiempo que me tomó decir de manera abierta, honesta y segura que soy atea. Sucedió hace unos días, no ha pasado aún una semana, justo en las vacaciones de semana santa de este año.
Es la primera vez que no asistí a la iglesia, no sentí el enorme peso de culpabilidad que traje consigo todos estos años, por fin fui libre y nunca me sentí más feliz, es algo que llena de conciencia todo tu ser, todas las preguntas quedan liberadas y expuesta a una razón lógica y lo mejor, creció mi gustó por seguir aprendiendo más, hay tanto que deseo leer.
Primero que nada, hay que aclarar que no es fácil ser “ateo” o declamarse como tal, pero la dificultad no radica en una base existencial, eso no pasa, o no me pasó, el vació estaba antes, la religión no me ayudo en nada a crecer, al contrario como esta se basa en difundir miedo, llegó a paralizarme en algunos momentos de mi vida.
Ser ateo significa años de lectura, aprendizaje, dudas, libre pensamiento, no se vuelve uno ateo de la noche a la mañana, hay que estudiar, sí, hay que prepararse, pensar te hace libre, te salva de ataduras, culpas y sobretodo miedo.
Tengo años leyendo, literatura universal, historia, política, religión etc. Cada da vez que leo un libro me doy cuenta de cuanto ignoro, debo añadir que es mi pasión leer, me fascina, igual que viajar, conocer, las Bellas Artes me deslumbran siempre es un placer grato e increíble.
Volviendo entonces a mi declaración atea, el proceso me llevo años, incluso en algunas ocasiones creo que volví a ser más religiosa, retomar el camino de la fe, pero como siguieron las preguntas con respuesta varadas y absurdas, el poder eliminar calumnias escuchadas desde la primera infancia, en que el coco, chamuco, diablo, satanás me llevaría al camino del infierno si me portaba mal, todo eso asociado a los mitos y fantasía que transcurre en el día a día de los católicos mexicanos, hace que el camino hacia la coherencia sea abrupto, llega a complicarse, hay que desechar cada una de esas fantasías que por años llenaran tu vida, es parte del aprendizaje que hay que seguir.
Preguntas simples, sencillas, llevan a una búsqueda, por ejemplo desde la asociación de la celebración de la Navidad con el solsticio de invierno, los romanos ya celebraban el 25 de diciembre el nacimiento del Sol invicto, asociar las fechas no es coincidencia, puede parecer simple la analogía, los católicos celebramos cada año el nacimiento de Jesús ese mismo día, entonces te preguntas realmente ¿Cuándo nació Jesús? No hay respuesta lógica, las dudas comienzan a dar vueltas y nacen más.
Llega un punto en que investigar también fastidia, la historia está llena de muertes, masacres, opresión, ignorancia, torturas, injusticias, la religión católica y muchas religiones en el mundo cargan consigo una gran cruz, y esta no es precisamente de paz y justicia.
El poder y riqueza de parte del clero de la iglesia, no está lejos del contexto, simplemente con leer acerca de los primeros “Papas”, te das cuenta de la fantasía que fueron creando, pero también del poder que logró, como no asociar la riqueza del Vaticano a la corrupción e influencia de poder, se debe ser ciego para no ver, la pobreza abunda, pero no en la iglesia.
Es increíble que todavía existan personas que creen en semejante mezcla de mitos, leyendas, cuentos populares de diversas culturas antiguas y crean ciegamente, sin poner lugar a dudas, sin preguntas. Solo entiendo que la cultura en que nacemos nos marca, México y su virgen de Guadalupe, México pobre, jodido, esclavo, ingenuo, ignorante, atado y sujeto a la carga de la cruz que Dios les mandó llevar, “Así lo quiso Dios”, “Si Dios quiere” o sea que si no quiere ya te fregaste, no vas hacer nada, no se requiere esfuerzo y es fácil ser católico, ser ateo significa y requiere mucha reflexión, análisis, lectura, pensar, se necesita pensar.
Mi vida trascurrió como la de muchos mexicanos de clase media, crecí en una familia católica, estudie en un colegio privado de monjas, trabaje en un colegio religioso, no es absurdo al contrario, surgieron más preguntas.
Pero que se puede preguntar un católico, que empieza a dudar.
¿Por qué Dios mandó a su hijo único a morir por nosotros?
¿De qué nos salvó?
¿Qué logró con semejante sacrificio?
¿Cómo puede ser lógico el mito de la creación?
¿Por qué si Dios es tan bueno y misericordioso, permite tantas injusticias?
¿Por qué no se sabe casi nada de la vida de Jesús?
¿Por qué hay tantas vírgenes? Dicen que todas son la misma, la virgen María pero representadas en diversas culturas.
¿Por qué existe tanta idolatría de imágenes?
¿Qué pasó con la virgen María?
¿Quién escribió la Biblia?
¿Por qué la religión se base en un libro?
¿Por qué no hay pruebas lógicas que prueben la existencia de Dios, Jesús, los apóstoles, María etc.?
¿Por qué la religión católica teniendo tanto poder y dinero, no ayuda a los pobres y necesitados?
¿Por qué la iglesia católica no castigo a los sacerdotes pederastas?
¿Por qué la iglesia católica mato a tantas personas que en su momento dudaron de todo los que le decían?
¿Qué tuvo de bueno la santa Inquisición?
¿Por qué la iglesia católica no es tolerante?
¿Por qué fue pecado ser madre soltera, pero no es pecado matar a esa madre soltera?
¿Por qué Dios no hace nada?
¿Por qué se le echa la culpa a todo acto de maldad al Diablo?
¿Por qué los primeros Papas de la iglesia católica, tuvieron hijos, amantes, hacían orgías etc.?
¿Por qué tenían que cobrar por perdonar los pecados?
Bueno puedo seguir mis dudas crecieron, a partir de lecturas, la pregunta clave es ¿Existe Dios? ¿Y si solo es un invento de los hombres? Bueno la respuesta me llegó con una lógica y percepción tan clara que simplemente afirmas lo que ya venías pensando, intuyendo desde hace tiempo, no existe y si, fue un invento de los hombres.
Así de sencillo, no pasa nada, no te vas al infierno, porque este tampoco existe, no llega un castigo divino, porque todos católicos, cristianos, creyentes o no creyentes, todos algún día nos vamos a morir, por más que una persona sea buena, religiosa, llena de virtud y valores, esa persona se va a morir y tal vez de una manera trágica, y eso no tiene nada que ver con la existencia de Dios.
Creó que aún puedo asombrarme mucho más, porque hasta ese momento dudaba de la existencia de Dios, pero Jesús, él si existió, un Jesús histórico difícil de descubrir, pero el Jesús de la Biblia, seguro existió, pero la duda estaba planteada, así que hay que leer más, mucho más, hay tantas incoherencia, tantos errores en los evangelios, tanta superstición, fantasía que es sumamente difícil creer, hasta el punto que se vuelve imposible dar marcha atrás, los apóstoles, la virgen María y demás figuras bíblicas resultan ambas, historia y personajes, difícil de creer. Si no se cree, comienzas a dudar.
No todos los católicos o creyentes de alguna religión van a entender a un ateo, mi casa está llena de santos, imágenes, cuadros por todos lados, no hay un rincón sin alguna imagen, hay fe de sobra basada en una fantasía.
Cuando mencionó a los sacerdotes pederastas, un creyente contesta que siempre habrá personas buenas y malas, que el “Diablo” actúa en ellos, es imposible recibir una respuesta inteligente, lo bueno de un ateo, es que no busca imponerse, el camino es individual, solitario, nadie te dice, se atea, no creas en Dios, todo lo contrario, el bombardeo mediático es increíble, nuestro calendario, festividades todo va de la mano de la religión, por cierto en México el “12 de diciembre” es sagrado, todo va asociado a un santo, que seguramente tampoco existió.
Lo bueno de todo, es que es increíble y me sienta excelente ser ateo, investigue sobre otras religiones pero ninguna me lleno, surgían más preguntas, solo el declararme atea, me lleno de felicidad, por fin empecé aclarar mis dudas, librarme de ataduras.
Hay más preguntas, pera esta vez tengo respuestas, basadas en el libre pensamiento.
¿Qué los ateos son malos? No se puede generalizar, hay cristianos, judíos, musulmanes y católicos muy malos, en verdad malvados.
¿Qué no creemos en nada? creemos en la justicia, paz, verdad, ciencia, amor, libertad.
¿Qué sin Dios nos quedamos vacíos? No en absoluto, por mi parte me siento plena y en paz.
Así sin mayor complicación me declaro atea.
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(*) Nota Final:
La autora de este artículo es : Angélica González (brendax04@hotmail.com), fiel seguidora y colaboradora de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo. La misma Angélica se encargará de responder las dudas de los lectores a través de los comentarios o por su correo electrónico.