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Venezuela: aumento de la violencia política


El artículo a continuación es la traducción de un fragmento que forma parte de un extenso reporte sobre la actual situación política en América Latina publicado por The Saker con el título de “First Latin American SITREP” el cual ha sido elaborado por un grupo de latinoamericanos, algunos de ellos Chavistas, que residen en Estados Unidos y quienes están en el proceso de montar una versión en español del blog The Vineyard of The Saker, que muy pronto estará a disposición de todos los lectores de habla hispana que de esta manera tendrán acceso, en su propia lengua, a los escritos de uno de los analistas más ampliamente leídos y comentados de la actualidad. 

Hemos seleccionado la parte que corresponde a Venezuela por considerar que la actual coyuntura política por la que atraviesa la Revolución Bolivariana es de suma importancia ya que en Venezuela no solo está en juego el futuro democrático del país, sino también, el de todos los procesos progresistas en Latinoamérica, que con todos sus altibajos y contradicciones, buscan una trasformación, una alternativa diferente al actual modelo económico neoliberal que todavía sigue vigente y al que hay que eliminar de una vez y por todas.

 Por ultimo a nuestros compañeros latinoamericanos unidos en este nuevo proyecto de divulgación de la verdad, muy sinceramente, les manifestamos nuestro agradecimiento y solidaridad.

¡Hasta la victoria siempre, carajo!

Por Grupo de Latinoamericanos

A lo largo del 2014, la Venezuela Bolivariana ha experimentado toda una serie de acciones desestabilizadoras. 

El otro aspecto de la prensa tradicional hegemónica anglozionista que se manifestó en el primer trimestre del año, especialmente después de la movilización de la oposición llamada “La Salida” del 12 de febrero, liderada por figuras políticas como Leopoldo López (una mascota de la oligarquía anglozionista ampliamente reconocida), María Corina Machado (nuestro propia versión “criolla” de Yulia Timoshenko) y Antonio Ledezma, uno de los (muchos) alcaldes de Caracas comúnmente conocido como “el vampiro” o “el abuelo monster”, una antigua y muy conocida figura del establishment pre-chavismo, pueden casi ser descritos, en términos generales, exactamente de la manera opuesta: donde CNN y Co. dicen que la “dictadura” de Nicolás Maduro está reprimiendo brutalmente a dedicados y angelicales estudiantes usted puede perfectamente decir que se trata de los intentos de un movimiento de colores violento compuesto por una fachada estudiantil que sirve como carne de cañón, infiltrado por elementos del crimen organizado y sicarios identificados con el paramilitarismo colombiano para ejecutar un bien planificado y diseñado intento de cambio de régimen basado en la violencia política, la guerra informativa (recuerde Venezuela ya había experimentado un golpe de Estado postmoderno en el 2002 apoyado por lo EE.UU con una dictadura espuria de 47 horas que fue derrotada en las calles por el pueblo, trayendo de vuelta al Comandante Chávez para volver a tomar ese mandato constitucional) y económica, con tácticas de guerra irregular que involucran asesinatos selectivos, un aumento artificial de los secuestros y de la criminalidad común, utilizando el crimen organizado y varios tipos de colaboradores extranjeros.

Donde la prensa tradicional habla sobre la crisis económica usted perfectamente podría decir la tensión económica artificialmente puesta en efecto, parte de una acción multidimensional que implica el sabotaje productivo, el contrabando masivo planificado de bienes básicos (que van desde artículos de belleza hasta rublos alimenticios básicos de la -deformada- dieta venezolana) a través de la frontera entre Venezuela y Colombia directamente a los supermercados de colombianos, especulación de precios, el acaparamiento controlado, devaluación de la moneda, las importaciones excesivas de alimentos que se oponen a un aparato productivo agroconsolidado, la mayoría de ellos desarrollos hipertrofiados de puntos ciegos o debilidades económicas reales.

La principal actividad económica de Venezuela hasta el día de hoy sigue estando centrada en el petróleo dependiendo del mismo en un 95%. 

Desde mediados del siglo 20, los ingresos del petróleo siempre han sido el centro neurálgico de la riqueza conocida de Venezuela (también cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo).

 Y en el frente financiero y económico la oligarquía y el anglozionismo son todavía fuertes.
Así que ambas situaciones encarnan un marco de conflicto donde la guerra venezolana por el líquido se lleva a cabo.

El pasado primero de octubre, el chavista, Robert Serra de 27 años de edad, miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (fundado por Chávez) y su compañera y asistente María Herrera, fueron brutalmente asesinados en su casa en la localidad La Pastora de Caracas, un barrio de clase trabajadora en uno de los bastiones políticos más conocidos del chavismo. 

Ambos fueron atados y apuñalados varias veces causando gran conmoción entre la opinión pública Venezuela y de América Latina.

Serra era el parlamentario más joven en la Asamblea Nacional (parlamento venezolano) y una estrella política en ascenso como representante de la nueva generación chavista (que creció y se formó durante el chavismo). 

En ese momento, él era el jefe investigador legislativo del complot Lorent Saleh: una amplia y exuberante conspiración que involucra varios altos cargos políticos de la oposición “política” de la derecha, empresarios y también una amplia red colombiana abiertamente relacionada con el “uribismo” (ex presidente colombiano y mimado de la Casa Blanca y con conexiones transnacionales políticas y militares, Álvaro Uribe Vélez). (El Delirante) Álvaro Uribe es, de lejos, el vocero internacional más abiertamente anti venezolano, con un papel activo probado en todas y cada una de las conspiraciones que han tratado de destronar al chavismo del poder y de la existencia absoluta.

Tras la muerte de Serra, la intoxicación de los medios de información tradicionales ha ido en aumento, asesinando simbólicamente la memoria de Serra y promoviendo la teoría de un trabajo interno, un caso de delincuencia común y en algunos casos celebrando abiertamente o justificando el asesinato de Serra y de Herrera, en una maniobra intentada con el fin de lograr la “despolitización” y tratar de imponer la narrativa la delincuencia común y la fábula del “estado fallido” como la única causa del crimen. 

El mismo procedimiento tuvo lugar cuando en abril pasado otra figura política histórica clave fue brutalmente asesinado: Eliécer Otaiza, uno de los cuadros militares que participaron en el primer alzamiento militar de Chávez en 1992, que se convirtió en un activista social de base y principal concejal de la ciudad de Caraca en el momento en que fue asesinado. 

Ambos asesinatos se producen en los momentos políticos cuando el calor era relativamente bajo.

Esta última semana también sirvió de testigo de un enfrentamiento armado entre un supuesto “colectivo” y la policía de investigación científica de Venezuela. 

Los Colectivos, para hacer corta la historia, son organizaciones de base sociales emergentes, sobre todo en los barrios de la ciudad principal, que combinan el activismo social local diario, pero también (algunos) estructuras de autodefensa armada en su mayoría justificados para luchar contra el tráfico de drogas y otras actividades de las pandillas del crimen organizado donde sus actividades sociales tienen lugar. 

Esto se remonta a los años previos a Chávez, donde también tuvieron que utilizar tácticas de autodefensa contra la violencia policial y para-policial en el pasado reciente.

 Nunca ha habido una confrontación con el Gobierno Bolivariano, aunque en ciertos momentos las relaciones no han ido tan bien. 

Un artículo de George Ciccariello-Maher da una muy buena descripción de lo que son y qué efecto provocan sobre la aterrorizada psique de la clase oligárquica. (Por supuesto, para la propaganda Anglosionista, los colectivos son la fuerza paramilitar del chavismo y nada más).

Los Colectivos son una línea de defensa clave de la clase trabajadora de la población en barrios y comunidades, pero también comparten puntos débiles e inconsistencias por donde la infiltración y algunas organizaciones de la delincuencia organizada se disfrazan también como activista sociales propiciando que se puedan encubrir flagrantes actividades criminales o infiltraciones de todo tipo. Este tipo de grupos no son la mayoría, y, “convenientemente” fue este tipo de colectivos que consiguió el rol principal en una cobertura inmediata de los medios tradicionales de información con su autofabricada versión completa y “definitiva” de lo que estaba pasando. 

De varias fuentes, incluyendo las oficiales, nos hemos enterado que este grupo estaba compuesto en su mayoría por ex policías relacionados con la extinta Policía Metropolitana, un símbolo de la fuerza de seguridad lumpenizada que tuvo un papel activo, entre otras fechorías, en el Coup d’ Etat de abril 2002.

Tuvo un desenlace trágico, cinco de sus miembros fueron asesinados (tres miembros de la policía científica fueron secuestrados previamente, y fueron rescatados después). Pero la cobertura de los medios de comunicación sugiere otros detalles: 

1) el líder del colectivo y portavoz dio varias declaraciones advirtiendo que cualquier cosa que ocurriera sería responsabilidad del ministro del interior, de justicia y paz,

 2) ellos estaban bajo investigación por dos casos de homicidio y no mantenían ninguna relación con los verdaderos colectivos, 

3) una secretaría del colectivo declaró vía Twitter que apoyan las acciones que se tomaron, 

4) cuatro fotos publicadas en la cuenta Twitter del líder del “colectivo” en donde aparecía con algunas figuras políticas del gobierno, publicado en septiembre 4 del 2013 sirvieron para fabricar el caso publicitado por la prensa tradicional como complot de un conflicto interno del Gobierno Bolivariano, con nuestra propia versión de los “patriotas exaltados” que en cierta medida apoyan esta especie. Guerra psicológica en general.

Los funcionarios de seguridad también informaron que no había ninguna relación entre el asesinato de Serra y el enfrentamiento del jueves 7. Pero la coordinación fue evidente.

En la noche de octubre 9, para colmo de males, @federicoalves (graduado de Harvard en economía y activista de Amnistía Internacional, Oh tan civilizados) un guerrero del teclado de twitter del sur de la Florida ofreció fotos “filtradas” de los cuerpos de Serra y Herrera en la morgue en un infame intento por hacer esas fotos virales. 

Varias cuentas anónimas y algunas conocidas publicaron algunas de las imágenes que fueron suspendidas de inmediato por Twitter. 

Una agresión simbólica muy sugerente que implica un mensaje amplio y establece el tono de cómo ellos están dispuestos a invertir las cosas.

En el funeral de Robert Serra, el presidente Nicolás Maduro dijo: “Vayamos siempre por la paz, aunque llorando, con heridas, pero con la certeza de que no nos llevaran a la guerra”.

Publicado por LaQnadlSol
USA.

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