Una de las víctimas del criminal ataque aéreo nazi sobre el centro de la ciudad de Lugnaks ha sido la Ministra de Salud Pública de la República, Natalia Arjipova.
Según explicó el Primer ministro de la RPL, Vasili Nikitin, durante el ataque la mujer se encontraba en la entrada al edificio de Administración.
Como consecuencia de este último crimen nazi-fascista perdieron la vida un total de siete personas. Muchos han resultado heridos por metralla. Ocho personas se encuentran en el hospital con pronóstico grave o reservado.
Al igual que tras la masacre de Odesa, donde murió un número indeterminado de personas (50 identificados y 150 desaparecidos) gaseadas, quemadas vivas o apaleadas hasta morir, los medios de comunicación ucranianos aseguran que no hubo ataque aéreo sino que fueron los mismos autodefensas que se lanzaron un misil por error.
La República Popular de Lugansk ya ha desmentido dichas afirmaciones asegurando, en base a las afirmaciones de testigos presenciales, que la Junta usó en este ataque bombas de racimo, prohibidas por la ONU.