El Centro de Investigación sobre Globalización con sede en Canadá Global Research ha señalado como principales responsables de la tragedia del 2 de mayo en la ciudad ucraniana de Odesa al Gobierno de Washington y sus aliados.
"Masacre es la palabra más adecuada para describir la tragedia en Odesa, donde decenas de personas atrapadas en la Casa de los Sindicatos fueron quemadas vivas después de que los radicales fascistas liderados por Kiev prendieran fuego al edificio", reflexiona Global Research en un artículo publicado en su sitio web.
La organización no gubernamental afirma que las atrocidades del Gobierno de ultraderecha instalado en Kiev por las potencias occidentales fueron estimuladas por EE.UU. y sus aliados para crear una situación de guerra civil en el país y con esto incitar a la Administración del presidente ruso, Vladímir Putin, a la intervención militar con el fin de proporcionar el pretexto para las sanciones económicas y la confrontación de la OTAN con Rusia.
Tras haber invertido unos 5.000 millones de dólares para instalar el régimen de Kiev a través de las operaciones paramilitares violentas, ahora Occidente acusa a Rusia sin dar ninguna evidencia seria
Global Research señala que "a pesar de los intentos de los medios de comunicación occidentales para encubrir lo que ocurrió en Odesa con múltiples informes que indican que 'la secuencia exacta de eventos sigue siendo poco clara', no hay duda de que los asesinatos en la ciudad porteña de Ucrania fueron instigados por los matones que llevaban las insignias del Sector Derecho, que mantiene sus posiciones en el régimen de Kiev junto con el partido Svoboda".
Según el centro de investigación, desde el principio fueron Washington y sus aliados, en particular el Gobierno alemán, quienes orquestaron el golpe ultranacionalista de febrero en Kiev y luego explotaron la reacción de Moscú y de la población de habla rusa del país para acusar a Rusia de amenazar a Ucrania.
"Tras haber invertido unos 5.000 millones de dólares para instalar el régimen de Kiev a través de las operaciones paramilitares violentas, ahora Occidente acusa a Rusia sin dar ninguna evidencia seria", declaran en Global Research.