El alboroto propagandístico en Estados Unidos por los acontecimientos que se desarrollan en Ucrania no tiene igual en la historia moderna del país americano, opina el periodista de investigación Robert Parry.
“En más de cuatro décadas de trabajo como periodista nunca había visto un enfoque tan sesgado y engañoso por parte de los principales medios estadounidenses”, escribió Parry en su portal Consortium News.
El periodista resaltó que incluso durante la época de Ronald Reagan, cuando se creó gran parte de la actual estructura propagandística gubernamental, los principales medios tenían más libertad.
“Pero hay algo completamente orwelliano en la cobertura actual de la crisis de Ucrania, por ejemplo las acusaciones de que el otro lado hace ‘propaganda’, cuando en realidad sus informes, a pesar de no ser perfectos, son mucho más honestos y precisos que los que produce el cuerpo mediático de EE.UU.”, sostuvo Parry.
El periodista hizo hincapié en que los medios estadounidenses hacen la vista gorda al hecho de que grupos ultranacionalistas y neonazis antirrusos que fueron una fuerza clave en el golpe de Estado del pasado febrero hayan sido incorporados en la llamada Guardia Nacional enviada junto con los militares para suprimir las protestas de los ciudadanos rusófonos del sureste de Ucrania en un operación antiterrorista lanzada por Kiev.
También mencionó la visita secreta del director de la CIA, John Brennan, a Kiev el pasado fin de semana, revelada por medios rusos y posteriormente confirmada por la Casa Blanca, algo tachado en una artículo de ‘New York Times’ de “desinformación” y “teoría de la conspiración”.
El autor acentúa que este enfoque tiene el “riesgo adicional” de que los acontecimientos distorsionados por la cobertura mediática “tienen lugar en la frontera con Rusia, que es una potencia nuclear”.
“El flujo de noticias sesgadas en EE.UU. fomenta las exigencias políticas de ayuda militar a un régimen que se ha instaurado en Ucrania como resultado de un golpe de Estado”, subrayó.
De esta manera –afirma– “toda esta propaganda que abarca toda la gama mediática de EE.UU., desde Fox News hasta la MSNBC y desde ‘The Washington Post’ hasta ‘The New York Times’, no solo es ejemplo de un periodismo miserable, sino que también amenaza la vida de muchos ucranianos y el futuro del planeta”, explica el periodista.
AFP