Pablo Gonzalez

Honduras: Sacerdote de los pobres, víctima de las autoridades


HONDURAS – Desde ayer, activistas del Partido Nacional y afines al alcalde del municipio de Lepaera, Lempira, Edgar Murillo, irrumpieron en el templo católico de dicho lugar.

 Hoy su párroco, Esteban Guzmán, al realizar las denuncias correspondientes en las instancias del municipio de Gracias, no se le quiso atender, lo que evidencia la confabulación del sistema judicial contra la voluntad del pueblo.

Miembros de la Red de Defensores y defensoras de Derechos Humanos de Lempira, organizada por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, COFADEH, ha permanecido pendiente y realizando las respectivas denuncias.

Desde ayer a mediodía, unas ochenta personas afines al alcalde nacionalista, llegaron al templo, mientras el sacerdote Esteban Guzmán realizaba su trabajo pastoral en la comunidad Planes del Socorro, un poco alejado del casco urbano.

Hoy, el Sacerdote, acompañado de un grupo de agentes pastorales, logró entrar hace unas horas a la casa Cural, tras la inspección legal de daños y perjuicios realizados por la muchedumbre.

La feligresía que está a favor del párroco, no quieren que este sea removido, como ha sido la orden del obispado de Santa Rosa Copán, y se convocó desde ayer, hasta el momento, para hacer frente a la usurpación de parte de los activistas políticos.

Desde el COFADEH, la coordinadora general, Bertha Oliva, se puso en comunicación con autoridades de la Secretaría de Seguridad, ya que en la zona ha permanecido la presencia de policías y hombres armados, vestidos de civil, según los denunciantes.

En la comunicación expresamos nuestra preocupación por la problemática que hay en esa región, asimismo que tengan conocimiento cómo se obstaculiza la libre circulación, ya que, sabiendo que el Padre Esteban Guzmán, al momento de los hechos, permanecía en una aldea, como parte de su agenda pastoral, al regreso, en el camino encontró arboles atravesados en la carretera, por lo que las personas que lo acompañaban debían utilizar machetes para hacer paso.

Estas acciones, en contra de la voluntad del pueblo, denotan planificación que no fortalece al respeto de los derechos humanos en Honduras, sino a coartar la libre circulación, denunció Oliva.


El padre Esteban Guzmán, se ha ganado la simpatía del pueblo, por sus acciones y predicación en favor de los pobres y su abierta oposición al golpe de estado del 2009, temática que no le agrada a los que ostentan el poder, y por reiteradas ocasiones ha sido víctima de campañas de difamación, hostigamiento y ataques contra su persona y parroquia.

Hace unas semanas, en una homilía, denunció que la presencia de helicópteros sobrevolando la zona de Lepaera, no es así no más, sino que puede haber intenciones de realizar algunas construcciones, por lo que debemos estar alertas, comentó uno de los feligreses, y por estas situaciones, ellos apoyan la labor de Guzmán.

En diciembre del 2012, el obispo de la Diócesis, Darwin Andino, notificó al menos a 25 sacerdotes que los trasladaría de parroquia, pero en la misiva enviada, no les da las explicaciones debidas, para tomar esa decisión.

Por lo que el Padre Esteban Guzmán, y otros al sentirse afectados contestaron con una carta, pidiendo las explicaciones al obispo, pero no tenían respuesta.

“Es de saber que no somos un cuartel militar donde el comandante ordena y los súbditos obedecen sin medir las consecuencias que implicaran dichas órdenes, aunque implique la destrucción de toda una población”, manifiesta el Sacerdote Diocesano, Esteban Guzmán, en una carta donde pide explicaciones al Obispo de Santa Rosa de Copán, Darwin Andino, sobre los motivos que le llevaron a anunciar que lo trasladaría de parroquia.

La defensora de los derechos humanos, Bertha Oliva, dijo que, en este caso, el Obispo Darwin Andino, debe ejercer su rol de pastor, “le hago un llamado para que se coloque más allá del bien y del mal, y atienda el clamor de su gente, que quieren a su sacerdote que es la voz de la liberación”.

Indicó que el obispo Darwin Andino, “no asuma como miembro de un partido y esperamos que la problemática se resuelva y no se obstaculice el ejercicio pastoral que realiza el padre Esteban, que el pueblo tenga al pastor que quiere, pues hay arbitrariedades que las autoridades no toman en cuenta”.

En Lepaera, Lempira, cientos de personas permanecen desde ayer en las afueras del templo católico y casa cual, se ha visto carros sin placas y hombres armados vestidos de civil, según los reportes de miembros de la red de defensores y defensoras de DDHH de Lempira, así mismo presencia policial que no ha intervenido en nada.

Hay activistas que deploran la acción liberadora del Padre Esteban Guzmán, algunos de ellos cambiaron los candados de las puertas, quedando algunas personas dentro de la casa cural, y un automóvil estaba apostado frente a la entrada para impedir que el clérigo entrara a su vivienda.

Desde el COFADEH, se ha mantenido comunicación con las autoridades policiales, así mismo con el padre Esteban Guzmán, y con el Sacerdote Cándido Pineda, quien se solidarizó y acompañó al pueblo que se resiste a los atropellos contra el párroco.

A Cándido Pineda, asignado a la Campa, Lempira, el año pasado elemento armados irrumpieron en su templo, acción que se realizó el 14 de mayo, cuando Darwin Andino acompañado de un grupo de choque tenían como propósito ejercer presión para que se disuelva el movimiento social y que el párroco de dicha iglesia y otros presbíteros, abandonen su trabajo sacerdotal en el occidente del país.

En el departamento de lempira, se ejecutan muchas violaciones a los derechos humanos, de parte de elementos de la policía y autoridades gubernamentales, para el caso, el líder político Orlando Castañeda Perdomo (42), afín al partido Libertad y Refundación, LIBRE, realizó denuncias sobre persecución y hostigamiento en su contra, de parte de las autoridades municipales de Talgua y agentes policiales.

Una delegación del Ministerio Público, fue a hacer las investigaciones respectivas, y a las pocas semanas, Castañeda Perdomo fue ejecutado por varios hombres armados, que además incendiaron su vehículo, con un empleado dentro.

A tres meses de estos asesinatos, las autoridades competentes, aun no dan respuesta investigan los hechos, pese a que había denuncias previas, donde Castañeda Perdomo denunciaba los atropellos contra su integridad física.

También hay casos donde se policías han atentado contra la vida de ciudadanos de diferentes municipios de ese departamento, como la Iguala, pero no hay respuesta ante el clamor del pueblo que exige pare la ola de violencia de parte de quienes tienen la obligación de velar x la seguridad de la ciudadanía.

Llevamos la sangre y clamor de Lempira en nuestras venas, no nos vamos a dejar vencer, vamos a continuar en esta lucha, aun exponiendo nuestra vida, y como pueblo estamos unidos denunciando, declaró un ciudadano del departamento occidental.

hondurastierralibre.com

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