En España miles de personas se reunieron el lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en la ciudad nororiental de Barcelona, para mostrar su apoyo a la escuela catalana.
En una movilización apoyada por los diversos partidos políticos, como CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP, los indignados se congregaron para rehusar una medida adoptada por el TSJC consistente en imponer un mínimo del 25 % de horario lectivo de castellano.
La protesta popular se desató después de que los jueces decidieran obligar a cinco centros catalanes a someterse a esta decisión que en opinión a la plataforma Somescola, que reúne a 36 entidades educativas, trata de “politizar el sistema educativo”.
Los organizadores de la marcha aseguraron que al menos 10 mil personas asistieron al acto, mientras que las autoridades policiales indicaron que sólo 1500 personas se unieron a la causa.
Durante la marcha los manifestantes portaban banderas y una gran pancarta donde rezaba: “Para un país de todos, la escuela en catalán”.
En diversas ocasiones, tanto el TSJC como el Tribunal Supremo y el Constitucional habían urgido al Gobierno catalán a que el castellano fuera el idioma vehicular en el colegio para el alumno que lo solicitara y toda su clase.
