Una investigación en el centro de California (EE.UU.) ha culminado después de 6 meses con la detención de una tercera parte del cuerpo de 17 policías de King City por confiscar y vender coches de hispanos pobres.
Según el fiscal de distrito del Condado de Monterey, Dean Flippo, durante al menos tres años y medio seis oficiales de la policía de la ciudad organizaron un esquema que les permitió aprovecharse de los hispanos, de tal forma que sus coches eran confiscados, remolcados y después vendidos a otros funcionarios cuando los propietarios no podían pagar para recuperarlos.
Los cuatro policías detenidos son el sargento Bobby Javier Carillo, el jefe interino Bruce Edward Miller, el exjefe Dominic David Baldiviez y Mario Alonso Mottu.
La investigación puso al descubierto que más de 200 vehículos fueron incautados, el 87% de los cuales fueron remolcados por la misma empresa de servicio de grúas, así como casos en los que los agentes sencillamente se quedaban con los automóviles para su propio uso.
La periodista Virginia Hennessey del 'Monterey Herald' dijo que el escándalo es, probablemente, "el caso más sonado de corrupción oficial" en la historia de la ciudad y de la provincia.
Mientras las víctimas buscan la forma de asociarse con el objetivo de recuperar sus coches o de, al menos, recibir algún tipo de compensación, los agentes detenidos salieron con libertad condicional después de pagar la fianza.