Los ecologistas vietnamitas han logrado encontrar y fotografiar por primera vez en 15 años un ejemplar de saola, un rarísimo bóvido parecido a un antílope, anunció el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
La foto de este gran animal que sigue siendo un misterio para los científicos, fue captada por una cámara oculta automática instalada en una reserva de las montañas Annamitas, en la frontera con Laos, por el WWF y el Departamento de Protección Forestal del Gobierno vietnamita.
"Cuando descubrimos las fotos, no podíamos creer lo que veíamos.
La foto de este gran animal que sigue siendo un misterio para los científicos, fue captada por una cámara oculta automática instalada en una reserva de las montañas Annamitas, en la frontera con Laos, por el WWF y el Departamento de Protección Forestal del Gobierno vietnamita.
"Cuando descubrimos las fotos, no podíamos creer lo que veíamos.
El saola es el Santo Grial para los zoólogos del sudeste asiático", explicó Van Ngoc Thinh, responsable del WWF en Vietnam.
El hallazgo ha despertando la esperanza de los zoólogos de que la especie pueda sobrevivir y permite revisar las posibilidades de recuperación de la población de este escaso bóvido, informa el WWF.
"En Vietnam se había visto un saola en plena naturaleza por última vez en 1998", indicó Dang Dinh Nguyen, jefe adjunto del Departamento de Protección de Bosques de la provincia vietnamita de Quang Nam (centro).
El saola es un rarísimo bóvido parecido a una pequeña vaca con dos cuernos curvados hacia el espinazo.
El hallazgo ha despertando la esperanza de los zoólogos de que la especie pueda sobrevivir y permite revisar las posibilidades de recuperación de la población de este escaso bóvido, informa el WWF.
"En Vietnam se había visto un saola en plena naturaleza por última vez en 1998", indicó Dang Dinh Nguyen, jefe adjunto del Departamento de Protección de Bosques de la provincia vietnamita de Quang Nam (centro).
El saola es un rarísimo bóvido parecido a una pequeña vaca con dos cuernos curvados hacia el espinazo.
Los científicos conocieron la existencia de esta especie en 1992, al descubrir el cráneo y la piel de un ejemplar.
oma/kt/rg
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