El prestigioso presentador y periodista sirio Mohammed Al-Saeid,
secuestrado en días recientes por bandas armadas, fue asesinado hoy, según un comunicado emitido por el Frente Al-Nousra de la red terrorista al-Qaeda. (RadioPL)
El periodista, quien presentaba las noticias en la televisión local, además de realizar varios programas políticos y económicos, fue decapitado, de acuerdo con la nota del Frente, la cual justifica su asesinato al alegar que "ahora todos los que no apoyan a la oposición son blancos y deben morir".
Al-Saeid, padre de un hijo pequeño, gozaba de prestigio entre sus colegas sirios y se une a la lista de los que murieron por negarse a colaborar con la campaña occidental contra su pueblo.
La víspera, Mohamad Salim Qabbani, un excolaborador en la fabricación de mentiras y hechos falsos contra Siria, denunció a medios de prensa occidentales que participan en esa campaña.
Qabbani dijo que no tuvo otra alternativa que colaborar con los grupos terroristas en filmaciones fuera de contexto, fabricar mentiras y otras acciones, pues su vida y la de su familia fue amenazada de no colaborar.
Profesionales sirios y de otros países han sido obligados, bajo amenaza de muerte, a participar en la campaña contra las autoridades de Damasco y el pueblo de esta nación levantina.
Asimismo, en el mes de agosto, los terroristas mataron a dos documentalistas iraníes, Esmail Heidari y Hadi Baqbani, en los alrededores de Damasco, la misma ciudad en la que el 26 de septiembre de 2012, asesinaron a Maya Naser, corresponsal en Siria de PressTV.
La realidad es que cuanto más el Gobierno de Al-Asad intenta realzar una solución dialogada a la crisis siria e intentar conseguir el éxito en la Conferencia Ginebra II, más se alejan los terroristas de la mesa de diálogo.
Como muestra de su buena voluntad hacia la comunidad internacional, Damasco acogió en septiembre el acuerdo ruso-estadounidense de poner su arsenal químico a disposición de los inspectores internacionales para luego eliminarlo, además de aceptar asistir, sin condiciones previas, a la conferencia prevista para noviembre en Suiza.
El periodista, quien presentaba las noticias en la televisión local, además de realizar varios programas políticos y económicos, fue decapitado, de acuerdo con la nota del Frente, la cual justifica su asesinato al alegar que "ahora todos los que no apoyan a la oposición son blancos y deben morir".
Al-Saeid, padre de un hijo pequeño, gozaba de prestigio entre sus colegas sirios y se une a la lista de los que murieron por negarse a colaborar con la campaña occidental contra su pueblo.
La víspera, Mohamad Salim Qabbani, un excolaborador en la fabricación de mentiras y hechos falsos contra Siria, denunció a medios de prensa occidentales que participan en esa campaña.
Qabbani dijo que no tuvo otra alternativa que colaborar con los grupos terroristas en filmaciones fuera de contexto, fabricar mentiras y otras acciones, pues su vida y la de su familia fue amenazada de no colaborar.
Profesionales sirios y de otros países han sido obligados, bajo amenaza de muerte, a participar en la campaña contra las autoridades de Damasco y el pueblo de esta nación levantina.
Asimismo, en el mes de agosto, los terroristas mataron a dos documentalistas iraníes, Esmail Heidari y Hadi Baqbani, en los alrededores de Damasco, la misma ciudad en la que el 26 de septiembre de 2012, asesinaron a Maya Naser, corresponsal en Siria de PressTV.
La realidad es que cuanto más el Gobierno de Al-Asad intenta realzar una solución dialogada a la crisis siria e intentar conseguir el éxito en la Conferencia Ginebra II, más se alejan los terroristas de la mesa de diálogo.
Como muestra de su buena voluntad hacia la comunidad internacional, Damasco acogió en septiembre el acuerdo ruso-estadounidense de poner su arsenal químico a disposición de los inspectores internacionales para luego eliminarlo, además de aceptar asistir, sin condiciones previas, a la conferencia prevista para noviembre en Suiza.