PL – El movimiento “No más Despechadas en Panamá”, que surgió espontáneamente tras un insulto del presidente Ricardo Martinelli a cuatro dirigentes femeninas, crece como la espuma y se desarrolla a velocidad pasmosa.
El movimiento carece de tendencia política, la integran todos los partidos y sectores sociales de oposición, sindicatos, amas de casa y toda aquella fémina que se siente ofendida por el mandatario.
La semana pasada cuatro mujeres, Teresita Yániz de Arias, del Partido Popular, Lorena Castillo, del Panameñista, Idalia Martínez del Revolucionario Democrático, y Ana Matilde Gómez, exprocuradora, analizando temas de actualidad formularon críticas al presidente.
Este reaccionó horas más tarde por su vía de preferencia, el Twitter: “4 mujeres despechadas hablando muy mal de mi. Les mando un beso para ellas”.
Las airadas respuestas de cientos de mujeres reclamándole respeto y las denuncias del deterioro en avance de derechos de las féminas bajo el actual gobierno estuvieron a punto de hacer colapsar las redes.
Asombrosamente, pocas horas después aparecieron camisetas con letreros “Soy una mujer despechada” y otros por el estilo a partir de las cuales se improvisó un club que originó el tsunami levantado en menos de una semana contra el mandatario.
Ya el movimiento, que se va estructurando sobre la marcha, está en trámite para presentar la solicitud para la obtención de la personería jurídica ante el Ministerio de Gobierno para lograr existencia legal.
Las mujeres han logrado un apoyo sorprendente y la unidad de tendencias políticas que no se ve en otras instituciones pues la meta no es el apoyo a ningún candidato, sino contra Martinelli desde la posición que se ocupe.
Su grito de guerra: Que se vaya, que se vaya, Martinelli, que se vaya.
