Pablo Gonzalez

¿Se lanzará EE.UU en Siria? ¿Qué pasará?


DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Barack Obama, figura visible del poder en EE.UU, lo anunció. ¿Lo cumplirá? Esta es la interrogante que se hacen muchos, ya sean porque lo desean o porque temen una catástrofe.

Pero hay indicios que muestran otro proceder. Si seguimos la trayectoria de Obama y su equipo de gobierno, nos percataremos de que no es la primera vez que dicen una cosa y hacen otra.

Muchos anuncian el inminente ataque, de hecho nosotros mismos en un artículo publicado en Contrainjerencia, también lo anunciamos, solo que el procedimiento es demasiado parecido a otras situaciones en que Barack ha tratado de emplear su astucia y habilidad para manejar los temas escabrosos.

Por citar un ejemplo que está latente ahora – Irán – podemos asegurar que se dio una situación parecida. Ante la enorme presión de los círculos de poder financiero y político que deciden las estrategias en occidente, los EE.UU y sus aliados amenazaron a Irán con poco más que la destrucción atómica, utilizando el conocido pretexto del uso de la Energía Nuclear.

Se enviaron varios grupos de portaviones, se anunciaron bombardeos de represalia por parte de Israel, se reforzaron las fuerzas y medios de los aliados de los EE.UU en la zona, en fin, se dispuso de un aparato de guerra, que apoyado por las sanciones que EE.UU obligó a firmar a sus “socios” rusos y chinos y la enorme campaña mediática y diplomática desencadenada por los medios a ellos subordinados, hicieron pensar a muchos que el ataque era inminente.

Pero, siempre hay un pero, nada pasó.

Los iraníes se pararon firmes y pusieron todas sus fuerzas en tensión para demostrar que estaban dispuestos a mantener su independencia y enfrentar la agresión, cuyo costo sería impagable para EE.UU e Israel.

Ahora nadie se acuerda de las prohibiciones a Irán de vender petróleo; de inspeccionar todos los barcos iraníes, o que fueran de y hacia Irán, sin importar siquiera donde que se encontraran; de inspeccionar las instalaciones nucleares que tantas veces fueron inspeccionadas; en fin los iraníes se limpiaron el trasero con las resoluciones promovidas por EE.UU en la ONU.

En otro artículo al respecto dijimos que esto era una operación de carácter interno, promovida por Obama para parecer el tipo duro y que estaba siendo utilizada para ganar adeptos en las elecciones que estaban por producirse en el país. Sus contrincantes, entre los que se encontraban los judíos en EE.UU, lo empujaban hacia una confrontación con Irán, conociendo de antemano que el resultado iba a ser difícil. Si fallaba, lo tildarían de irresponsable, si no lo hacía, de flojo.

Podríamos agregar también el ejemplo de Corea del Norte, donde el aumento de tensiones ha tenido como objetivo, recalentar la zona para detener el creciente movimiento que existía contra la presencia militar norteamericana y de paso reforzarla, con el claro propósito de contrarrestar la creciente influencia de China y Rusia en la región.

¿Sera Siria otro caso de amenaza para generar estados de opinión?

De hecho existen diferencias con situaciones anteriores. El Presidente no está necesitado de una reelección, por lo que no lo presiona esta alternativa. Por otro lado las fuerzas más retrogradas en EE.UU han perdido capacidad de concertación debido a que ya pocos creen en ellas. El pueblo norteamericano y mundial, están empezando a cansarse de esta constante confrontación que tan caro le está costando a la humanidad y que está produciendo una verdadera catástrofe humanitaria de imprevisibles proporciones.

El Presidente está entre dos fuegos, el de Arabia Saudita e Israel, sus socios en esta campaña, que pretenden convertir la zona medioriental en un protectorado subordinado a sus intereses y el de los que claman por parar esta locura de constantes guerras de conquistas.

La jugada de Obama parece apuntar a otra habilidosa apuesta política, que ante las enormes presiones a que está sometido, muestra musculo poniendo todas las fuerzas en tensión y por otro lado le pasa la “papa caliente” al Congreso y le dice – aprieten ustedes el gatillo.

Este tipo de acción es característica de Obama, que a pesar de hacer declaraciones altisonantes, parece querer decir otra cosa. Su discurso no es convincente y su actuar mucho menos.

Se le nota indeciso y falto de argumentos, repitiendo lo que otros dicen, incluyendo la oposición siria, que ha puesto en su boca el indefendible pretexto del uso de las armas químicas por parte del gobierno sirio. El pretexto es tan burdo, que parece más una mentira dicha para que se descubra, que una razón para castigar al gobierno de Al Assad.

Claro que la situación es peligrosa, pues el Congreso, por cierto recibió la solicitud estando de vacaciones, lo que parece indicar que ese tiempo servirá para que dé tiempo a coger tamaño una campaña contra la invasión, puede decidir, también bajo presión, atacar y entonces no le quedará más remedio al Presiente que meterse en la balacera.

Pienso que Obama está calculando que le den poderes limitados para realizar una operación punitiva y eso “salvaría” a su entender la situación, no tendría que involucrase en una invasión a gran escala.

Este cálculo también es erróneo y muy peligroso, pues generaría una percepción de que destruirían la infraestructura Siria y nada más pasaría y esto no será así.

Para poder entender esto es necesario hacer una evaluación desde el punto de vista militar de la situación existente en el Teatro de Operaciones Militares (TOM).

El enfoque militar

Por un lado están las fuerzas sirias, leales al gobierno y pueblo sirios, que poseen características y medios suficientes para defenderse e incluso ejecutar una respuesta importante.

Aunque ha sido característico del mundo árabe, tener dirigentes políticos presuntuosos, que alardean la posesión de tal o mas cual armamento y unas fuerzas armadas “invencibles”, etc, etc. Lo real es que los sirios han demostrado que su discurso no es virtual, sino real.

Algunos recordarán la guerra israelo-siria por el Golán y pensarán, que al igual que en aquel momento, las fuerzas sirias no aguantarán.

La cuestión estriba en que la situación ha cambiado. Los combatientes sirios se han cultivado en los enfrentamientos con el “Ejercito mercenario” que ha organizado occidente con el apoyo monárquico de la zona. Esto les ha permitido fortalecer la moral y cohesión combativa de las tropas y desarrollar innumerables iniciativas que les servirán en caso de un enfrentamiento con EE.UU.

Según diversas fuentes los sirios tienen una respetable Fuerza Aérea y un sistema de defensa antiaérea con más de 600 instalaciones de diversos tipos que van desde los legendarios “Bolga” de fabricación soviética, hasta los temibles S-300, que aunque no han sido completados, los rusos han asegurado que lo harán en caso de ataque por parte de los EE.UU.

Sus fuerzas terrestres poseen medios capaces de alcanzar el territorio israelí que sería de seguro la zona de respuesta en caso de un ataque norteamericano a grandes distancias.

Entre Damasco y Tel Aviv hay alrededor de 215 kms, lo que está al alcance de la aviación y muchos de los medios de combate que posee los sirios. Igualmente la distancia entre las fronteras sirias y el desierto de Negev donde se encuentran muchas de las instalaciones nucleares israelíes es de cerca de 200 kms.

A diferencia de Iraq y Libia, Siria tiene la “ventaja” en este caso de estar cerca de Israel y puede responder contra las instalaciones israelíes que están a distancio de tiro de su armamento.

Así que, lo que pudiera ser un hándicap, se puede convertir en una ventaja si la saben utilizar eficientemente.

Israel tiene un territorio demasiado pequeño, por lo que es muy difícil esconder algo allí. Los objetivos a atacar en Israel son fáciles de ubicar, lo que facilita la respuesta. Quizás los estrategas sirios estarán pensando en concentrar sus golpes sobre las disimiles instalaciones en el desierto de Negev y asi golpear donde mas le duele a los sionistas.

Claro que si de respuesta se trata los sirios podrán atacar también objetivos en Turquía y Jordania, países estos cuyos gobiernos han apoyado de forma abierta y desmedida a los grupos terroristas que actúan contra el pueblo sirio y por lo tanto existe todo el derecho moral y legal para responder a la intromisión.

No se puede soslayar el papel de Iran en el análisis de las fuerzas que intervendrían en una confrontación abierta, pues de seguro el gigante Persa no deberá quedarse con los brazos cruzados, habida cuenta que de caer Siria el próximo paso sería de seguro Irán y el Líbano.

Hizbola está de lleno en la batalla y pueden extender el conflicto no solo hacia Israel, sino y en dirección a Turquía.

Por ultimo no es menos importante la posición de los Kurdos que podrían verse atenazados entre “dos fuegos” y todo parece indicar que participarán del lado del Gobierno Sirio.

La contraparte estará compuesta por EE.UU, Francia, Qatar, Arabia Saudita, Turquía y Jordania. Pero en realidad parte de esta alianza no jugará un papel decisivo en este enfrentamiento, pues no tienen ni la posibilidad de hacerlo, ni la de justificarlo ante sus conciudadanos.

Esto indica que la “bronca” se la buscarán solo tres miembros: EE.UU, Francia y Turquía, con un apoyo financiero de Riad.

EE.UU no puede meter las tropas, pero para eso tienen a las marionetas, para que pongan la carne de cañón y ellos pondrán la tecnología.

Pero es aquí donde falla el cálculo norteamericano. Quien puede prever que el conflicto no se vaya de la mano y al ser golpeado Israel este no responda con armas nucleares. En este caso se produciría el pandemónium.

Lo israelíes no se quedarían “dados” y cualquier uso del armamento nuclear israelí, produciría una reacción en cadena.

La moratoria al uso del arma nuclear se rompería y entonces la vida en el planeta seria devastada por el uso indiscriminado de estos medios, que aunque se empleen a nivel táctico, deja secuelas imborrables en cientos de años.

Los EE.UU pueden atacar desde sus portaviones y cruceros coheteriles a grandes distancias lo que les daría la impresión de que no sufrirán perdidas. Pero la respuesta siria podría ser demoledora si emplean eficientemente sus medios y algo muy importante, no les tiembla la mano.

Los sirios deben saber que serán atacados sin piedad y que en toda guerra la diferencia entre triunfar o perder la determina el hombre. No valen nada los armamentos si no están en manos de hombres capaces de emplearlos adecuadamente.

El arma vale lo que vale el hombre que la maneja, reza un conocido pensamiento militar y en este caso tiene una importancia clave, pues se están enfrentando fuerzas desiguales.

Diríamos más, ante la certeza de que será atacado, golpear primero puede ser decisivo. Ya no se trata de pretextos, ni de razones para una agresión. EE.UU dijo que atacará, no importa lo que se diga ni lo que se piense.

En estos momentos Rusia ha parecido despertar y comprender cuál es su papel en la arena internacional. Las declaraciones de Putin y el envío a la zona de los medios navales que pueden hacer la diferencia, podría ser una buena señal. Solo resta ver si a la hora cero, no dan marcha atrás al igual que en la Crisis de los misiles en Cuba en el año 1962, o como con su aliado Yugoslavo, o su socio Libio.

De China no hay mucho que hablar, su poco peso en los acontecimientos internacionales, corroboran su inmadurez política para ser líder mundial, algo que ellos reclaman, pero que nadie le otorga.

Así las cosas, parece estar claro el escenario bélico:
Obama está tratando de esquivar la celada y transfiere la responsabilidad del conflicto a otros.
La decisión de la cúpula de poder en EE.UU ha decidido imponer sus reglas y continuar con su proyecto hegemónico, por lo que un golpe limitado es muy posible con el apoyo aliado en la zona y sus consecuencias dependen de: la capacidad de los sirios para responder con firmeza y la proyección de Irán y Rusia que tienen en el enfrentamiento sirio mucho que perder y mucho que arriesgar.

El desenlace dependerá de estos factores y las partes tienen en estos momentos la capacidad para tomar las decisiones necesarias.

El mundo tiembla ante la posibilidad del ataque contra Siria y la reacción de los demás actores que pueden convertir este enfrentamiento en el último y más peligroso.

No es un problema de fatalismo, incluso si los iraníes y rusos dejan sola a Siria y estos no son capaces de responder con eficiencia no respiraremos tranquilos, el país seria convertido en otro territorio fantasma, sin leyes ni orden, sin raciocinio ni humanidades, donde la vida valdrá lo mismo que en Afganistán, Iraq, Libia, Sudan y otros países neo colonizados por EE.UU, un bledo.

Y entonces el mesías en la Casa Blanca respirara profundo y aseverará: “Se ha cumplido la ley divina, ya han sido librados de los sufrimientos terrenales, ahora están en el paraíso del cielo, otros los seguirán”.

Y los otros seremos ustedes y yo.

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