Pese a las repetidas negativas de la Casa Blanca de su implicación en los asuntos internos de Egipto, que vive una nueva revolución, un representante de los Hermanos Musulmanes denunció que EE.UU. les pidió que aceptaran el derrocamiento de Morsi.
Así lo publica ‘The New York Times’ citando a uno de los islamistas que prefirió quedarse en el anonimato. Según este, la semana pasada los diplomáticos estadounidenses se pusieron en contacto con los líderes de los Hermanos Musulmanes para tratar de convencerlos de volver a entrar en el proceso político.
“Ellos (EE.UU.) nos llamaron a legitimar el golpe de Estado“, dijo el islamista, que explicó que la aceptación del derrocamiento del presidente electo sería el fin de la democracia egipcia.
Entre tanto, la embajada de EE.UU. en El Cairo prefirió abstenerse de hacer comentarios.
Cabe recordar que la Casa Blanca ha negado en repetidas ocasiones todas las acusaciones de cualquier injerencia en los asuntos internos de Egipto.
Tras el golpe de Estado el pasado miércoles, el presidente de la Corte Constitucional, Adli Mansour, fue nombrado presidente interino.
El sábado, los medios egipcios informaron sobre la designación del líder de la oposición, El Baradei, como primer ministro, pero la Presidencia pronto desmintió la información.
Esto sucedió cuando los ultraconservadores salafistas rechazaron su candidatura.
Las largas discusiones acerca de quién va a ocupar los puestos de vicepresidente y primer ministro muestran la profunda crisis en la política del país, sumergido en protestas pro y anti Morsi.
