Colectivo Pueblo Crítico
Rebelión
LIBRE se perfila como la primera fuerza política electoral de Honduras y si las tendencias se mantienen, Xiomara Castro Sarmiento asumirá la presidencia de la República en enero de 2014.
Rebelión
Los que estamos aquí surgimos del FNRP, en las luchas del pueblo en la calle, contra el golpe de estado.
- Xiomara Castro Sarmiento, 16-jun-2013
- Xiomara Castro Sarmiento, 16-jun-2013
LIBRE se perfila como la primera fuerza política electoral de Honduras y si las tendencias se mantienen, Xiomara Castro Sarmiento asumirá la presidencia de la República en enero de 2014.
A partir de ese momento, el gobierno de LIBRE se verá enfrentado a escoger entre varias diferentes rutas diferentes y hasta contrapuestas de ejercicio del poder.
En un artículo titulado “Salvador Allende y Hugo Chávez; Semejanzas y diferencias en el camino nacional al socialismo”, el sociólogo estadounidense Jame Petras –colaborador y analista de los gobiernos de ambos presidentes- contrastaba las rutas políticas para la construcción del socialismo en el gobierno de Salvador Allende en Chile (1970-1973) y de Hugo Chávez en Venezuela (1998-2012). Señalaba que la diferencia fundamental entre ambos eran los ejes de poder que sostenían las transformaciones que impulsaban sus gobiernos, es decir; mientras que Allende sostenía sus transformaciones mayormente sobre la institucionalidad del estado, Chávez lo hacía equilibrando el poder institucional como en el popular.
Para Chávez, el proceso de transición revolucionario democrático y socialista está basado tanto en el poder popular como institucional, estructurado a través de las organizaciones de masas. Para Allende, el cambio socialista se produciría por medio de las instituciones establecidas: restó importancia al papel de las instituciones del poder popular, creó una constante tensión entre los partidos políticos y los consejos comunitarios.
Más allá de la pertinencia estratégica de éste análisis, el Golpe de Estado de 2009 releva a un plano histórico su importancia; mientras que el golpe de estado chileno duró 15 años, el intento de golpe de estado en Venezuela duró 48 horas. ¿Qué elementos de la configuración política de LIBRE permitirán lograr la contención de posibles amenazas? ¿Cuáles son esas amenazas previsibles a partir de la situación actual del Estado? ¿Cuáles serán los momentos de reformulación estratégica durante el gobierno de LIBRE?
Veinte años de neoliberalismo dañaron el tejido social de Honduras. Se consolidó la preeminencia del capital sobre la sociedad, del individuo sobre el colectivo, los movimientos sociales, aunque en asenso continuo, no eran factores políticos determinantes. Fue la coyuntura del golpe de estado de 2009 la que dio lugar al nacimiento de la organización social más grande en la historia hondureña; el Frente Nacional de Resistencia Popular.
En el FNRP se reunieron amplios sectores sociales; obreros, campesinos, maestros, estudiantes, artistas, feministas, indígenas, afro-descendientes y todos los otros sectores sociales afectados por la políticas neoliberales.
Es del FNRP de donde nace el partido Libertad y Refundación (LIBRE) y es éste precisamente su capital político más importante; haber nacido de una fuerza social amplia y representativa de los sectores oprimidos, y con un perfil revolucionario.
Libre es hoy la primera fuerza electoral con posibilidades reales de poder surgida de un movimiento social en la historia de Honduras. Sin embargo, es necesario reconocer la naturaleza amplia del partido y la mezcla de diferentes posiciones políticas en su interior; desde las abiertamente socialistas y revolucionarias representadas en el FNRP, hasta las que buscan hacer reformas para dar un rostro humano al sistema capitalista, representadas en otras tendencias y dirigentes del partido.
Ahora que estamos a meses de un posible gobierno de LIBRE, urge deliberar sobre los posibles escenarios en la articulación política – social. El tema es prioritario si se considera grave la crisis económica, social e institucional que atraviesa el Estado hondureño, y que dificultará el desarrollo de un programa de transformaciones estructurales.
En primer lugar, es importante conocer y analizar las características de la articulación entre el FNRP y LIBRE. Es necesario abordar tres temas ineludibles para lograr una relación armónica y coordinadas de las dos instancias, que permita la consolidación y continuación del proceso de cambios.
1. La fuerza principal del proceso:
La construcción de una agenda gubernamental con preeminencia de los intereses de las clases oprimidas. El gobierno de LIBRE deberá obedecer a la pluralidad de su conformación como partido, pero deberá privilegiar las demandas de los sectores sociales que sostienen al partido y lo definen como fuerza transformadora.
2. La defensa activa del proceso:
La democracia participativa como necesidad estratégica. El pueblo sólo se convertirá en defensor de un gobierno que lo represente, pero deberá involucrarse de lleno en las transformaciones. Aprender de la experiencia latinoamericana es importante, bien debe recordarse que si bien es cierto que la lealtad de un sector de las fuerzas armadas venezolana contribuyó a la contención del golpe de estado en el 2002, la contundencia de las manifestaciones populares fue el elemento estratégico definitivo. En este sentido, la articulación política – social garantiza la permanencia en el poder político.
3. La profundidad de los cambios:
Es indudable que el gobierno de LIBRE carga con altas expectativas en el sentido de sus transformaciones. Esto es, naturalmente, debido a la conformación de su militancia. Existe, por tanto, una alta responsabilidad en cuanto a la formulación de políticas públicas que impulsen transformaciones profundas en el Estado y la sociedad hondureña. El FNRP deberá contribuir, por un lado, con la consolidación de la institucionalidad estatal, y luego, con la afirmación de la radicalidad en las transformaciones que el nuevo Estado impulsará.
En segundo lugar es importante reconocer que existen diferencias orgánicas y funcionales entre el gobierno, LIBRE, y el FNRP; en ningún momento se deberían ver como una sola institución. Mientras que el gobierno se inserta en la relación Estado – Sociedad, el partido, como frente amplio, regula las relaciones de poder internas entre las fuerza anti-oligárquicas que lo conforman, y el FNRP se encarga de representar los intereses de los sectores sociales y la izquierda socialista.
El FNRP, por tanto, deberá ser la instancia de interlocución de los sectores sociales con LIBRE y el Estado y será necesario especificar claramente los instrumentos y mecanismos de esa articulación.
Finalmente, es trascendental que haya una comprensión en cuanto a la pertinencia y orden de los cambios a impulsar. En las actuales condiciones institucionales del Estado hondureño es necesaria primero una reformulación política – institucional a través de la constituyente que logre afianzar un marco político – jurídico sólido para luego impulsar las transformaciones socio – económicas relevantes. Se observa, por tanto que existirán 2 momentos fundamentales en el gobierno de LIBRE;
Antes y durante la constituyente –> momento de transformación política
Después de la constituyente –> momento de transformación socio-económica
En ambos momentos, el gobierno estará obligado a reconocer la representación del movimiento social, así como su autonomía. Cualquier intento de convertir al FNRP en cadena de transmisión o muralla de contención de un programa contrario a los intereses de la clases sociales mayoritarias, provocará su anulación como actor real y su reemplazo por otras formas organizadas que tomen sus banderas.
Tenemos ante nosotros 2 rutas; la de confiar solamente en los cambios posibles dentro de la institucionalidad del Estado Burgués, o la que propone transformaciones estructurales de la mano de un pueblo movilizado. Una primera ruta en donde las transformaciones dependerán de los límites de la democracia liberal y una segunda ruta donde los límites los define el pueblo. ¡Debemos elegir la ruta del pueblo!
En un artículo titulado “Salvador Allende y Hugo Chávez; Semejanzas y diferencias en el camino nacional al socialismo”, el sociólogo estadounidense Jame Petras –colaborador y analista de los gobiernos de ambos presidentes- contrastaba las rutas políticas para la construcción del socialismo en el gobierno de Salvador Allende en Chile (1970-1973) y de Hugo Chávez en Venezuela (1998-2012). Señalaba que la diferencia fundamental entre ambos eran los ejes de poder que sostenían las transformaciones que impulsaban sus gobiernos, es decir; mientras que Allende sostenía sus transformaciones mayormente sobre la institucionalidad del estado, Chávez lo hacía equilibrando el poder institucional como en el popular.
Para Chávez, el proceso de transición revolucionario democrático y socialista está basado tanto en el poder popular como institucional, estructurado a través de las organizaciones de masas. Para Allende, el cambio socialista se produciría por medio de las instituciones establecidas: restó importancia al papel de las instituciones del poder popular, creó una constante tensión entre los partidos políticos y los consejos comunitarios.
Más allá de la pertinencia estratégica de éste análisis, el Golpe de Estado de 2009 releva a un plano histórico su importancia; mientras que el golpe de estado chileno duró 15 años, el intento de golpe de estado en Venezuela duró 48 horas. ¿Qué elementos de la configuración política de LIBRE permitirán lograr la contención de posibles amenazas? ¿Cuáles son esas amenazas previsibles a partir de la situación actual del Estado? ¿Cuáles serán los momentos de reformulación estratégica durante el gobierno de LIBRE?
Veinte años de neoliberalismo dañaron el tejido social de Honduras. Se consolidó la preeminencia del capital sobre la sociedad, del individuo sobre el colectivo, los movimientos sociales, aunque en asenso continuo, no eran factores políticos determinantes. Fue la coyuntura del golpe de estado de 2009 la que dio lugar al nacimiento de la organización social más grande en la historia hondureña; el Frente Nacional de Resistencia Popular.
En el FNRP se reunieron amplios sectores sociales; obreros, campesinos, maestros, estudiantes, artistas, feministas, indígenas, afro-descendientes y todos los otros sectores sociales afectados por la políticas neoliberales.
Es del FNRP de donde nace el partido Libertad y Refundación (LIBRE) y es éste precisamente su capital político más importante; haber nacido de una fuerza social amplia y representativa de los sectores oprimidos, y con un perfil revolucionario.
Libre es hoy la primera fuerza electoral con posibilidades reales de poder surgida de un movimiento social en la historia de Honduras. Sin embargo, es necesario reconocer la naturaleza amplia del partido y la mezcla de diferentes posiciones políticas en su interior; desde las abiertamente socialistas y revolucionarias representadas en el FNRP, hasta las que buscan hacer reformas para dar un rostro humano al sistema capitalista, representadas en otras tendencias y dirigentes del partido.
Ahora que estamos a meses de un posible gobierno de LIBRE, urge deliberar sobre los posibles escenarios en la articulación política – social. El tema es prioritario si se considera grave la crisis económica, social e institucional que atraviesa el Estado hondureño, y que dificultará el desarrollo de un programa de transformaciones estructurales.
En primer lugar, es importante conocer y analizar las características de la articulación entre el FNRP y LIBRE. Es necesario abordar tres temas ineludibles para lograr una relación armónica y coordinadas de las dos instancias, que permita la consolidación y continuación del proceso de cambios.
1. La fuerza principal del proceso:
La construcción de una agenda gubernamental con preeminencia de los intereses de las clases oprimidas. El gobierno de LIBRE deberá obedecer a la pluralidad de su conformación como partido, pero deberá privilegiar las demandas de los sectores sociales que sostienen al partido y lo definen como fuerza transformadora.
2. La defensa activa del proceso:
La democracia participativa como necesidad estratégica. El pueblo sólo se convertirá en defensor de un gobierno que lo represente, pero deberá involucrarse de lleno en las transformaciones. Aprender de la experiencia latinoamericana es importante, bien debe recordarse que si bien es cierto que la lealtad de un sector de las fuerzas armadas venezolana contribuyó a la contención del golpe de estado en el 2002, la contundencia de las manifestaciones populares fue el elemento estratégico definitivo. En este sentido, la articulación política – social garantiza la permanencia en el poder político.
3. La profundidad de los cambios:
Es indudable que el gobierno de LIBRE carga con altas expectativas en el sentido de sus transformaciones. Esto es, naturalmente, debido a la conformación de su militancia. Existe, por tanto, una alta responsabilidad en cuanto a la formulación de políticas públicas que impulsen transformaciones profundas en el Estado y la sociedad hondureña. El FNRP deberá contribuir, por un lado, con la consolidación de la institucionalidad estatal, y luego, con la afirmación de la radicalidad en las transformaciones que el nuevo Estado impulsará.
En segundo lugar es importante reconocer que existen diferencias orgánicas y funcionales entre el gobierno, LIBRE, y el FNRP; en ningún momento se deberían ver como una sola institución. Mientras que el gobierno se inserta en la relación Estado – Sociedad, el partido, como frente amplio, regula las relaciones de poder internas entre las fuerza anti-oligárquicas que lo conforman, y el FNRP se encarga de representar los intereses de los sectores sociales y la izquierda socialista.
El FNRP, por tanto, deberá ser la instancia de interlocución de los sectores sociales con LIBRE y el Estado y será necesario especificar claramente los instrumentos y mecanismos de esa articulación.
Finalmente, es trascendental que haya una comprensión en cuanto a la pertinencia y orden de los cambios a impulsar. En las actuales condiciones institucionales del Estado hondureño es necesaria primero una reformulación política – institucional a través de la constituyente que logre afianzar un marco político – jurídico sólido para luego impulsar las transformaciones socio – económicas relevantes. Se observa, por tanto que existirán 2 momentos fundamentales en el gobierno de LIBRE;
Antes y durante la constituyente –> momento de transformación política
Después de la constituyente –> momento de transformación socio-económica
En ambos momentos, el gobierno estará obligado a reconocer la representación del movimiento social, así como su autonomía. Cualquier intento de convertir al FNRP en cadena de transmisión o muralla de contención de un programa contrario a los intereses de la clases sociales mayoritarias, provocará su anulación como actor real y su reemplazo por otras formas organizadas que tomen sus banderas.
Tenemos ante nosotros 2 rutas; la de confiar solamente en los cambios posibles dentro de la institucionalidad del Estado Burgués, o la que propone transformaciones estructurales de la mano de un pueblo movilizado. Una primera ruta en donde las transformaciones dependerán de los límites de la democracia liberal y una segunda ruta donde los límites los define el pueblo. ¡Debemos elegir la ruta del pueblo!