Si en lugar del vuelo del presidente Evo Morales, el incidente habido con el FAB-1 hubiera tenido al avión oficial de Obama como protagonista, a estas horas Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, estaría presidiendo una Asamblea general para presidir una reunión urgente por tal agravio, mientras las emisoras de radio y tv del globo terráqueo y todos los corresponsales de la prensa mundial, pasarían la noche en Washington.
Lamentablemente, el agraviado fue el primer mandatario de Bolivia, una nación que no figura en la agenda de Ban Ki Moon como país de primera fila. No tiene 5 estrellas.
Si en Naciones Unidas figuran 198 estados de pleno derecho y poco más de cien condenaron el secuestro del vuelo en el que viajaba Evo ¿cuántos países y cuáles se abstuvieron en la votación y cuáles votaron en contra de esa condena?
Es curioso, pero en las páginas oficiales de la ONU no hay reseña alguna sobre la votación.
Ban Ki Moon sigue en la Luna, voluntariamente, como buen hijo del satélite.
Y es que tiene una cara oculta… que no puede ocultar.
