Argentina. Dos peritos reafirmaron en el juicio oral contra el cura Julio César Grassi por abuso sexual, que el religioso tiene “indicadores similares” al “perfil psicológico que poseen los delincuentes sexuales”.
La declaración, como testigos calificados, de los peritos de la provincia de Santa Cruz, Sergio Bonotto y Susana Mendoza, significó “una prueba contundente en contra del cura Grassi”.
Luis, uno de los jóvenes que lo denunciaron por abuso sexual, no sólo corroboró que fue objeto de diez abusos por parte de Grassi, sino que incorporó cuatro casos más que lo tuvieron como víctima y habló de supuestos delitos similares cometidos contra otros cuatro jóvenes que estaban en la Fundación Felices los Niños.
Fuentes de la disputa contaron que fueron incorporadas tres pruebas:
1) el expediente de Santa Cruz donde “Luis” denunció otro hecho de abuso ocurrido en un hotel de El Calafate que será estudiado en otro juicio oral contra Grassi;
2) la pericia psicológica y psiquiátrica al cura realizada en esa causa,
y 3) la declaración de los peritos como testigos calificados del juicio.
Para el especialista en psiquiatría y psicología médica Sergio Bonotto, Grassi es “obsesivo, compulsivo, narcisista, en la máxima escala”.
El perito sostuvo ante los jueces que Grassi “tiene una dificultad insoluble: no logra controlar su instinto sexual, que para él es un disparador permanente, Grassi no es una persona asexuada y que por el contrario, no sublimiza sino que ejecuta sus impulsos sexuales”.
Este es el perfil de uno de los mejores amigos de Jorge Bergoglio, actual papa y figura máxima de la Iglesia Católica.
Grassi aseguraba que Bergoglio "jamás" le había soltado la mano.
Bergoglio no sólo lo encubrió y protegió, sino que además era su confesor, y uno de los pocos que acudían a su Fundación a hablar con el.
Editorial Para Protege A Tus Hijos
Milciades Linares
Bogotá, Colombia