Jorge Fuentes, ex funcionario de la Brigada de Inteligencia de la PDI, siguió por cuatro meses a organizaciones sindicales, parlamentarios y funcionarios diplomáticos, en el marco de investigaciones que eran coordinadas a un alto nivel con delegados de la CIA en Chile.
Su testimonio audiovisual fue capturado por el periodista Patricio Mery y es sólo una parte de lo que fue entregado en enero al gobierno de Rafael Correa, cuando el comunicador viajó hasta Ecuador para reunirse con el canciller Ricardo Patiño.
El ex inspector fue expulsado de la institución luego de relacionar a funcionarios activos con un conocido narcotraficante.
Durante cuatro meses, siguiendo órdenes como efectivo de la BIP, Fuentes vigiló a dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y miembros del antiguo Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
El ex detective asegura que, en el contexto de una reunión mantenida entre el ex frentista César Quiroz y dos parlamentarios del Partido Comunista, vigiló de cerca al actual diputado y presidente de ese partido, Guillermo Teillier.
La investigación, que habría arrojado una supuesta vinculación con las FARC colombianas y funcionarios de la embajada de Venezuela en Chile, llevó a Fuentes a “recolectar desechos de basura” de la referida sede diplomática.
El mismo procedimiento realizó en la embajada de España, con el objeto de verificar si existían funcionarios diplomáticos vinculados con la ETA.
“Es una práctica habitual de inteligencia recoger la basura para establecer si botan algún documento o algo”, dice el ex inspector de la BIP.
El ex policía traza una conexión entre los operativos mencionados y reuniones periódicas celebradas en la embajada de Estados Unidos en Chile.
En ellas habrían participado altos mandos de la PDI, como el jefe de la BIPE, y delegados de la CIA en el país.
“Dentro del grado jerárquico que yo ostentaba, en la BIPE y la BIP, mayormente es vox pópuli que existen nexos de parte de los jefes con organismos de inteligencia internacional, tanto la CIA como posiblemente con el Mossad de Israel”, asegura Fuentes.
“Todos sabemos que la CIA está en todas partes”, agrega.
Fuentes también afirma que una división de Extranjería de la PDI autoriza y permite el ingreso de ciudadanos estadounidenses a Chile para realizar trabajos de inteligencia en territorio nacional.
Conexiones fructíferas
Esta no es la primera vez que el Alto Mando de Investigaciones ha sido relacionado con servicios de inteligencia extranjeros. En 2003, el ex subcomisario René Cocq aseguró que el antiguo director de la PDI, Nelson Mery, entregaba información al Mossad israelí.
En medio de la Guerra del Golfo, mediante una orden verbal secreta, Nelson Mery ordenó seguir por 24 horas a un embajador de Irán que visitaba Chile.
La decisión del seguimiento emanó directamente desde el consulado de Israel, a través de un documento firmado por el agregado de inteligencia Amir Oren.
La coordinación entre la PDI, la CIA y posiblemente el Mossad, quedó al descubierto con el allanamiento ilegal de la pensión del joven paquistaní Saif Khan, víctima de una imputación falsa de terrorismo en 2010.
El procedimiento contó con la participación directiva del jefe del FBI en Chile, Stanley Stoy, y el subdirector operativo de la PDI, Juan Baeza Maturana.