DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Diariamente todo tipo de analista, medio y negociador político, repite hasta el cansancio que la solución del conflicto en Siria deberá ser negociada y solo compete a los sirios.
La realidad nos esta mostrando todo lo contrario y un análisis objetivo y serio no apunta en esta dirección.
Durante varios días estuve pensando escribir este análisis, a sabiendas que iba a nadar contra la corriente.
Durante varios días estuve pensando escribir este análisis, a sabiendas que iba a nadar contra la corriente.
El objetivo no es ese, sino tratar de dar una visión mas realista de lo que ocurre en el agredido país.
Si observamos los hechos tenemos un cuadro real que se expresa en los siguientes términos:
Si observamos los hechos tenemos un cuadro real que se expresa en los siguientes términos:
Siria esta siendo agredida desde el exterior con fuerzas y medios que no solo incluyen a mercenarios reclutados, pagados, armados, y apoyados por occidente y los aliados de estos en la región, Turquía, Jordania, Qatar, Arabia Saudí y otros que participan en mayor o menor medida, sino en el que participan directamente las Fuerzas Especiales de los países involucrados, con todo el apoyo logístico, de inteligencia y comunicaciones que occidente puede utilizar.
Siria, antes de la agresión, era un país con una enorme estabilidad, consecuencia de la sabia dirección que el Gobierno había llevado para aunar voluntades de las diferencias etnias y tendencias religiosas.
Las supuestas diferencias internas que han surgido ahora en el país, son consecuencia de la labor desestabilizadora apoyada por los aliados regionales de occidente, que han invertido cuantiosas sumas para comprar las voluntades de parte de la “oposición” en Siria y que es amplificada e hiperbolizada por los medios occidentales.
El discurso de occidente y sus medios nada tiene que ver con la realidad, solo es parte de la Guerra informativa que pretende convertir lo negro en blanco y los blanco en rojo – si es de sangre, mucho mejor.
La ONU y demás organizaciones dominadas por occidente no harán nada para solucionar el problema, solo tratarán por otros medios de lograr los propósitos trazados por estos, derrocar al gobierno sirio e instalar un gobierno afín a los intereses occidentales para quebrar la resistencia contra Israel y los aliados de Washington en la región.
Las acciones contra Siria son ilegales y contrarias al derecho internacional y lejos de justificarse, deberían ser sancionadas por los organismos correspondientes.
Las posiciones de Rusia y China – aunque no al mismo nivel – si bien apuntan a que se encuentre una solución que no afecte la soberanía siria, muestran las consabidas ambigüedades que han caracterizado la política exterior de estas dos potencias, llamadas a jugar un papel más decisivo en la arena internacional.
El “Eje de la Guerra” comandado por EE.UU tiene bien definido su propósito, derrocar al Gobierno sirio a cualquier costo y a cualquier precio y no cejara en su empeño al menos que sea derrotad en el plano militar.
Cualquier análisis de lo que ocurre en Siria, debe partir de valorar correctamente los hechos en el terreno, evaluarlos según las manipulaciones de los medios occidentales inducen invariablemente a error y no permite llegar a conclusiones válidas.
Es evidente que occidente continuará su labor de apoyo a los mercenarios que paga y arma en Siria, ante todo porque esto forma parte de un Plan global de implantación del hegemonismo norteamericano y ese es un objetivo que nadie cuestiona en Washington y todas las instancias de poder en el imperio están centradas en el.
Por otro lado occidente tiene a su favor los recursos e instituciones necesarias para ponerlo en práctica, las finanzas son de su dominio total; la ONU, o mejor dicho lo que queda de ella, representada por el Consejo de inSeguridad, esta prácticamente subordinada a sus proyectos; las instituciones de derechos humanos solo se utilizan para estigmatizar a los que define Washington; los aliados del “Eje de la Guerra” están deseosos de “hacer méritos” para que no les cuestionen sus excesos.
Podemos ser categóricos, mientras en Siria Gobierne un dirigente que no este alineado con EE.UU y responda a sus intereses, este no dejará de hacer todo lo posible, incluyendo la guerra, para derrocarlo.
Por otro lado, los sirios están dispuestos a pagar caro por su soberanía, la falsa imagen de un “régimen” que “agrede” a su pueblo se ha desbaratado, pues ningún Gobierno puede sostenerse en una guerra prolongada sino tiene un apoyo real de su población.
El supuesto de que el pueblo sirio esta reprimido por su gobierno ha sido frustrado por los hechos y emplearlo como argumento de análisis es absolutamente erróneo.
Hay que considerar también la importancia que tienen otros actores internacionales en el conflicto Sirio, como es el caso de Irán, Rusia y China.
Para los iraníes el problema sirio va mas allá de un conflicto que involucra a su socio en la región. Implica además un paso mas de EE.UU para aislarlos y cerrar el cerco en torne a la nación Persa. En esto todo el mundo coincide, después de Siria, van Irán y Argelia.
Para Rusia, el caso sirio es una prueba más del papel que esta debe jugar en el contexto internacional. Todos sabemos que la perdida de un aliado significa a su vez un debilitamiento en las posturas internacionales y un retroceso en el peso de las potencias para solucionar los conflictos.
Si Rusia permite que su aliado sirio sea despedazado por occidente, su “rating” baja considerablemente, además de cerrar el cerco sobre su territorio, que no deja de ser un objetivo para Washington.
Pero no solo esta en juego el “prestigio” del oso ruso, además Rusia se juega un importante socio comercial y un apoyo para la presencia de su Flota en el Mar Mediterráneo. Estas no son cuestiones a despreciar.
El principal problema de Rusia radica en el “como” solucionar el problema. Su fallida concepción de ser socio de EE.UU a todo costo, hace que se debata en el dilema de apoyar debidamente a su socio en el Medio Oriente o dañar su relación con Washington. Como todos comprenderán estas dos “opciones” son incompatibles.
Hacer el papel de “neutral” favorece a Washington que quisiera a una Rusia adormecida y con bajo perfil. En un artículo que publicamos anteriormente explicábamos con más detalles esta situación.
Pero no solo esta en juego el “prestigio” del oso ruso, además Rusia se juega un importante socio comercial y un apoyo para la presencia de su Flota en el Mar Mediterráneo. Estas no son cuestiones a despreciar.
El principal problema de Rusia radica en el “como” solucionar el problema. Su fallida concepción de ser socio de EE.UU a todo costo, hace que se debata en el dilema de apoyar debidamente a su socio en el Medio Oriente o dañar su relación con Washington. Como todos comprenderán estas dos “opciones” son incompatibles.
Hacer el papel de “neutral” favorece a Washington que quisiera a una Rusia adormecida y con bajo perfil. En un artículo que publicamos anteriormente explicábamos con más detalles esta situación.
Solo hay que agregar que esto se ve reflejado no solo en el bajo perfil con que Washington maneja sus relaciones con Rusia, sino que además se manifiesta en la aceleración del Plan global de dominio, cuyas ramificaciones se encuentran en África, Latinoamérica y la región Asia-Pacifico.
Sobre los chinos no hay mucho que decir, a ellos solo les interesa hacer negocios y mientras Washington los deje “prosperar” en el mundo de la depredación, ellos harán alguna que otra “declaración” y miraran para otro lado. Puede que parezca duro, pero es la realidad.
En esta situación cabe preguntarse ¿Habrá algún “negociador” de los que interactúan en el caso sirio que logre de verdad que el “Eje de la Guerra” detenga su agresión a Siria y permita que los sirios resuelvan sus diferencias y vuelvan a vivir en armonía como la habían hecho hasta ahora?
Sobre los chinos no hay mucho que decir, a ellos solo les interesa hacer negocios y mientras Washington los deje “prosperar” en el mundo de la depredación, ellos harán alguna que otra “declaración” y miraran para otro lado. Puede que parezca duro, pero es la realidad.
En esta situación cabe preguntarse ¿Habrá algún “negociador” de los que interactúan en el caso sirio que logre de verdad que el “Eje de la Guerra” detenga su agresión a Siria y permita que los sirios resuelvan sus diferencias y vuelvan a vivir en armonía como la habían hecho hasta ahora?
¿Permitirán los sirios que le arrebaten su soberanía, sin luchar hasta el último hombre? ¿Se limitará Irán, en caso de que su socio Sirio este en peligro, a tener un bajo perfil en este conflicto? ¿Se circunscribirán Israel, Turquía, Jordania y otros aliados de Washington a “apoyar” a los terroristas anti sirios sin intervenir directamente para inclinar la balanza a su favor?
¿Podrá darse el lujo Rusia de continuar con el bajo perfil y dejar que se internacionalice el conflicto con el consabido riesgo para su aliado?
Si somos honestos en las respuestas a estas interrogantes podremos apreciar que todo pinta a la confrontación y no a la negociación.
Es duro decirlo, pero es deshonesto ignorarlo.
Cuando escuchamos con inusitada reiteración que el conflicto sirio deberá ser resuelto de forma “pacifica” entre los sirios, nos parece mas un deseo de algunos, o una cortina falsa en otros, o una declaración diplomática que refleja un proceder político en los demás, pero no un reflejo de la realidad.
No es de nuestro interés ser apocalípticos, pero cuando veo las imágenes de las poblaciones sirias destrozadas por la guerra que parecen ciudades fantasmas, me acuerdo de una expresión que hace ya un tiempo vertió un connotado dirigente israelí – trasladaremos a Siria a la Edad de Piedra.
Será que esta ocurriendo.
Si somos honestos en las respuestas a estas interrogantes podremos apreciar que todo pinta a la confrontación y no a la negociación.
Es duro decirlo, pero es deshonesto ignorarlo.
Cuando escuchamos con inusitada reiteración que el conflicto sirio deberá ser resuelto de forma “pacifica” entre los sirios, nos parece mas un deseo de algunos, o una cortina falsa en otros, o una declaración diplomática que refleja un proceder político en los demás, pero no un reflejo de la realidad.
No es de nuestro interés ser apocalípticos, pero cuando veo las imágenes de las poblaciones sirias destrozadas por la guerra que parecen ciudades fantasmas, me acuerdo de una expresión que hace ya un tiempo vertió un connotado dirigente israelí – trasladaremos a Siria a la Edad de Piedra.
Será que esta ocurriendo.
“La historia se repite, una vez como comedia y otra como tragedia”, la de Siria es verdaderamente una tragedia.
Cuantas sirias faltan para saciar a occidente.
Cuantas sirias faltan para saciar a occidente.