Un lanzamisil Stinger, artículo de suo estrictamente militar controlado por el Pentágono fue vendido por 100 dólares a un civil en una feria de la ciudad de Seattle, Estados Unidos, donde autoridades policiales confiscaron 700 armas de fuego.
«No tenemos idea de cómo llegó este artefacto a manos civiles», declaró el alguacil Mark Jamieson, según PL.
El jefe policial a cargo de la investigación pidió una reunión urgente con directivos de la unidad del Ejército Joint Base Lewis-McChord, ubicada en la cercana localidad de Tacoma, para intentar dilucidar la procedencia del lanzacohetes tierra-aire.
Este incidente coincide con una campaña nacional contra las armas de fuego y luego que el presidente Barack Obama ha sido políticamente presionado por una sucesión de tiroteos públicos que terminaron en matanzas.
En la feria de Seattle, además del Stinger, supervisores identificaron durante el fin de semana 348 pistolas de dudosa procedencia, 364 rifles y tres escopetas de las llamadas shotguns con carga de 12 cartuchos de gran poder destructivo.
Fue un evento absolutamente loco, las armas cambiaban de mano todo el tiempo y nadie preguntaba si el anterior dueño estaba autorizado. Confirmamos que al menos cuatro revólveres eran robados, señaló Jamieson en la televisión local.
Unos cinco millones de armas de fuego son fabricadas cada año en Estados Unidos, la nación con el mayor inventario en manos privadas. La Segunda Enmienda de la Constitución, aprobada en 1789, certifica que todo individuo será amparado por la ley si decide portar un arma.
