Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

La “primavera árabe” puede llegar a Jordania


El rey de Jordania, Abdalá II ha mostrado preocupación por el avance de la “primavera árabe” hacia su país, bajo la influencia del nuevo “eje” conformado por Turquía-Egipto-Qatar


Con la guerra civil de Siria como telón de fondo, y aprovechando la tensa situación en Jordania, es probable que se repita el mismo escenario en su país.

Lo que más preocupa al monarca como resultado de la “primavera árabe”, es la unión surgida entre el “eje” Turquía-Egipto-Qatar y los “Hermanos Musulmanes”, según informan los medios de prensa locales, citando a políticos y jefes de tribus de Jordania que se reunieron con el rey recientemente.
 Abdalá II califica la postura de Ankara respecto a Siria de sectaria, vinculada exclusivamente con la enemistad religiosa de los sunitas respecto al régimen alauita de Bashar Asad. 
El rey también señaló la actividad excepcional de Qatar respecto a Siria. Según él, existe una gran probabilidad de que Damasco integre el citado “eje” tras la caída de Asad. En ese caso, Siria sería convertida paulatinamente en un estado islámico. 
Por ello Abdalá II considera importante para su país abstenerse de ofrecer ayuda militar a la oposición Siria e inmiscuirse en los asuntos internos de su vecino.

El monarca jordano tiene motivos reales para preocuparse. Las perspectivas del régimen secular y otrora estable de la vecina Siria con nebulosas. 
Si el gobierno de la dinastía presidencial de los Asad cae, la desintegración de Siria según el guión libanés de la década de los setentas será inevitable y la violencia se desplazará a los territorios aledaños a su reinado, nos comenta el Jefe de redacción de la revista Rusia en el política global , Fiódor Lukiánov:

–Pero no todos temen este desplazamiento de la violencia. Se comenta constantemente que el próximo objetivo o el próximo lugar donde sucederá algo parecido será Jordania, país vecino de Siria. 
Los “Hermanos Musulmanes” ya están preparando condiciones para ocupar puestos al menos en el gobierno. Por supuesto, cuentan con el apoyo en Doha y Riad. 
A pesar de que el rey Abdalá hace año y medio ingresó al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, acercándose lo más posible a las monarquías que abogan por la estabilidad. Pero esto puede no ser suficiente.

La “primavera árabe” no dejó atrás a Jordania. Solo durante el mes pasado murieron varias personas como resultado de enfrentamientos de la policía con manifestantes.
 Por lo general, los manifestantes exigían reducir los precios del combustible, pero habían suficientes llamados sobre la deposición del rey.
 Vale la pena señalar que Abdalá II intenta, en la medida de sus posibilidades, complacer tanto los diversos intereses de los partidarios de la monarquía y las plurales ambiciones de una oposición multicolor. 
El rey emitió un edicto con la orden de liberar ciento dieciséis manifestantes activos, aunque trece de ellos, los más recalcitrantes, siguen bajo investigación.

Los mayores dolores de cabeza del monarca son producidos por los “Hermanos Musulmanes” locales. 
A fines de septiembre pasado amenazaron con lanzar a las calles una manifestación de cincuenta mil personas. Sin embargo, en aras de prevenir semejante curso de los acontecimientos, Abdala inició conversaciones con los islamistas. 
Estos pusieron al rey en una situación difícil: exigen una reforma del sistema estatal y cambios en el sistema de elecciones parlamentarias. 
Si Abdala acepta una monarquía constitucional y la reforma de la legislación de las elecciones, los “Hermanos Musulmanes” tendrán excelentes oportunidades de alcanzar el poder, igual que pasó en Egipto. 
Sin embargo, el rey hizo determinadas concesiones: el 4 de octubre disolvió el parlamento y prometió que a partir de 2013 el primer ministro del país será elegido por los miembros del parlamento, y no impuesto por el monarca.

Los islamistas cuentan con el apoyo de la mayoría de la población, compuesta por palestinos, o como se les llama, palestinos jordanos. 
El rey cuenta con el apoyo de los jefes de las tribus beduinos, con menor representación que los palestinos. Fiódor Lukiánov añade:

–Si los palestinos son el 70-80 % de la población, ¿por qué no tienen derecho a elegir a su mandatario? Los “Hermanos Musulmanes” de Jordania, hasta hace poco no pretendían deponer la monarquía, según tengo entendido. 
Ellos simplemente planteaban: que el monarca sea un jefe ceremonial, y el gobierno lo organizamos nosotros. Por cierto, una propuesta bastante democrática, porque de tener lugar unas elecciones, las ganarían ellos.

Sin embargo, los compromisos unilaterales asumidos por el rey no recibieron una respuesta adecuada por parte de los “Hermanos Musulmanes”. 
Ellos se mantienen en su disposición de boicotear las elecciones parlamentarias anticipadas previstas para el 23 de enero, aunque no lograron reunir una multitud de cincuenta mil manifestantes. 
La experiencia de otros países muestra que los islamistas no se tranquilizarán hasta que no toman el poder, por medios constitucionales o a como dé lugar. Las elecciones parlamentarias anticipadas solo retrasarán por poco tiempo la llegada de la “primavera árabe” a Jordania. 
Aunque todas sus señas son apreciables desde hace tiempo, enero puede ser el momento de la explosión: los “Hermanos Musulmanes” han esperado demasiado.

Por cierto, la previsible agudización de la crisis en Jordania solo es un paso más hacia el “caos ordenado”, estrategia con la que Qatar y Arabia Saudita (con el apoyo de EEUU) materializan paulatinamente el proyecto de “reconstrucción del Gran Medio Oriente”. 
Pero esa es otra historia.

fs/rl/sn

Related Posts

Subscribe Our Newsletter