El jefe de los observadores de la Organización de Naciones Unidas le ha salido “rana” a Hillary Clinton, a Obama y a Sarkozy, al declarar que el ejército sirio no ha violado el alto el fuego reclamado por el organismo internacional.
Este responsable no es otro que un general noruego, Robert Mood, que ha estimado ayer jueves que “Cuando dos individuos utilizan armamento, el primero en dejar de disparar debe ser el más poderoso.
¿Quién dio ese paso?
Para mí es evidente que fue el ejército sirio el primero en hacer que callaran las armas“.
Un terrible disgusto para la prensa internacional al servicio de la mentira, que puede costarle caro a tan noble uniformado.
Recuerdo que los observadores que llegaron a Iraq para “comprobar” la existencia de armas de destrucción masiva, regresaron a Nueva York afirmando que no había el menor rastro de ellas.
Fueron cesados de inmediato.
El general Mood, en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la castigada villa de Homs, indicó que las autoridades sirias no habían puesto la menor objeción o traba a que el numeroso grupo de observadores se desplazaran por donde quisieran.
Los filósofos que aplaudieron las masacres de la OTAN en Libia y claman por una misma acción contra Siria, no están de enhorabuena.
El responsable de los observadores fue aún más lejos en sus comentarios:
“El punto de partida de nuestra misión fue el compromiso explícito y claro de que las dos partes enfrentadas debían mostrar su voluntad inequívoca de atenuar y detener toda violencia.
Y debo decir que en los lugares donde hemos investigado, constatamos los esfuerzos del gobierno sirio en ese aspecto.
Un dato más que positivo”, declaró el militar noruego ante el pasmo de la prensa internacional.
Apuesto una botella de Ribera del Duero a que este general es sustituido o cesado en las próximas semanas.
