Arabia Saudita envió armamento militar al autodenominado Ejército Libre Sirio (ELS), formado por opositores al Gobierno de Bashar al Assad, a través de la frontera con Jordania, según informó una fuente diplomática árabe citada por la agencia AFP.
Esta acción se da tres días después del cierre de la embajada saudita en Damasco y la salida de todo su cuerpo diplomático, al igual como ya lo han hecho Bahrein, los países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo, Qatar, Kuwait, Omán y los Emiratos Árabes Unidos; y potencias occidentales como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia y España.
Recientemente, el pasado 12 de marzo, un grupo opositor creado en Francia y llamado “Amigos de Siria” anunció que se preparaba para armar a los grupos armados anti-gubernamentales con “ayuda extranjera”. Inmediatamente, el ministro de Exteriores sirio, Jihad Maqdisi, pidió al enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Kofi Annan, interceder para evitar que se realice este equipamiento militar, pues la acción equivale a “echar gasolina al fuego”.
Este anunció también fue hecho días atrás por un portavoz del llamado Consejo Nacional Sirio (CNS), coalición opositora reconocida por Estados Unidos, Francia, España y Reino Unido como representante legítimo del país.
El portavoz del CNS instó a las potencias extranjeras a intervenir y dijo que ya había montado una “oficina de coordinación para enviar armas a los rebeldes con la ayuda de gobiernos foráneos”, aunque evitó nombrar qué y dónde se encuentra la oficina.
Esta iniciativa ha sido rechazada por otras naciones del mundo, como por ejemplo Rusia y China, quienes han vetado dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que buscaban aprobar una intervención militar de fuerzas extranjeras en Siria.
Asimismo, el canciller brasileño, Antonio Patriota, afirmó que su país se opone a la propuesta de armar a los rebeldes sirios, porque dicha acción sólo “aumentaría el nivel de violencia en la nación árabe”, así como también entorpece las condiciones para lograr “el diálogo y la reconciliación”.
El diplomático brasileño hizo estos señalamientos al término de una reunión con su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, Abdulá Bin Zayed al Nahyan.
AFP / EFE / Telesur
Esta acción se da tres días después del cierre de la embajada saudita en Damasco y la salida de todo su cuerpo diplomático, al igual como ya lo han hecho Bahrein, los países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo, Qatar, Kuwait, Omán y los Emiratos Árabes Unidos; y potencias occidentales como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia y España.
Recientemente, el pasado 12 de marzo, un grupo opositor creado en Francia y llamado “Amigos de Siria” anunció que se preparaba para armar a los grupos armados anti-gubernamentales con “ayuda extranjera”. Inmediatamente, el ministro de Exteriores sirio, Jihad Maqdisi, pidió al enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Kofi Annan, interceder para evitar que se realice este equipamiento militar, pues la acción equivale a “echar gasolina al fuego”.
Este anunció también fue hecho días atrás por un portavoz del llamado Consejo Nacional Sirio (CNS), coalición opositora reconocida por Estados Unidos, Francia, España y Reino Unido como representante legítimo del país.
El portavoz del CNS instó a las potencias extranjeras a intervenir y dijo que ya había montado una “oficina de coordinación para enviar armas a los rebeldes con la ayuda de gobiernos foráneos”, aunque evitó nombrar qué y dónde se encuentra la oficina.
Esta iniciativa ha sido rechazada por otras naciones del mundo, como por ejemplo Rusia y China, quienes han vetado dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que buscaban aprobar una intervención militar de fuerzas extranjeras en Siria.
Asimismo, el canciller brasileño, Antonio Patriota, afirmó que su país se opone a la propuesta de armar a los rebeldes sirios, porque dicha acción sólo “aumentaría el nivel de violencia en la nación árabe”, así como también entorpece las condiciones para lograr “el diálogo y la reconciliación”.
El diplomático brasileño hizo estos señalamientos al término de una reunión con su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, Abdulá Bin Zayed al Nahyan.
AFP / EFE / Telesur