La ramera de Babilonia en versión sionista

- La ramera de Babilonia en versión sionista

CUBA, PRINCIPAL INTERÉS DEL PAPA




Autor de En el nombre de Dios: religión y democracia en México (Imdosoc/Instituto Mora, 1999) y Religión y democracia en América Latina (Imdosoc, 2009), Soriano Núñez considera que es Cuba y no México el principal motivo de la próxima visita de Benedicto XVI a América Latina.

“En este caso concreto hay una preocupación más o menos entendible por lo que está ocurriendo en Cuba, que en realidad es el motivo principal de la visita. 
La situación en Cuba plantea una posición muy complicada para la Iglesia.
 Por una parte el régimen cubano ha soltado las amarras de los mecanismos de control que tuvo o que ejerció durante algún tiempo, entre otras razones porque tiene muy clara la capacidad que ha tenido la Iglesia para, por ejemplo, promover una serie de programas de desarrollo en la isla. 
Eso ha sido muy importante, pero obviamente le ha terminado por generar problemas como el que tuvo en la basílica de La Habana, de reclamos en términos de derechos humanos”, dice.

El pasado 13 de marzo, 13 personas, opositoras al régimen presidido por Raúl Castro, tomaron la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad, ubicada en La Habana, para pedir que el Papa dialogara con ellas durante su visita a la isla. 
Fueron desalojadas días después por la policía cubana.

Orlando Márquez, vocero del arzobispado de La Habana, mediante un comunicado manifestó que “Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas.
 Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu festivo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba”.

El Papa llegará hoy al aeropuerto internacional de Guanajuato, localizado en Silao; el lunes, a las 9:30 horas, partirá hacia Cuba, en donde permanecerá tres días.

“El principal objetivo es desde un primer momento Cuba, además por la misma experiencia de Benedicto XVI estaba muy preocupado por el tema de los efectos que han tenido más de 50 años de gobierno marxista, oficialmente ateo, abiertamente antirreligioso en algún momento.
 Todo eso ha cambiado muy lentamente en la isla en los últimos años. 
Había también el interés de los obispos mexicanos de que de alguna manera aprovechando el tiro, aprovechando el viaje, pasara por México”, afirma Soriano Núñez.

El especialista considera que el Papa tiene cierto interés por visitar México luego de “la crisis generada por los malos manejos, por el desorden tan lamentable que se permitió que ocurriera en la orden de los Legionarios de Cristo.

“El Papa prácticamente desde los primeros días de su gestión como pontífice dejó ver que no iba a tomar la misma actitud que había tomado su predecesor [Juan Pablo II] respecto de los Legionarios de Cristo”.

Añade: “Obviamente desde una lógica de derecho penal eso no logra nada, pero también lo que tendrían que reconocer quienes critican eso es que la Iglesia como tal no va a ser la responsable de ejercer acciones de derecho penal, lo que le corresponde en su ámbito es tomar este tipo de determinaciones de acallar a quien obviamente está incurriendo en una contradicción brutal, que era el caso del señor Maciel en su momento”.

¿DESDÉN?

Soriano Núñez destaca también la importancia sociodemográfica como otra razón para que Benedicto XVI decidiera visitar el país: “México, como quiera que sea, con todos los peros que se le quieran poner, es una de las naciones más importantes para el futuro de la Iglesia católica”.

De acuerdo con el Centro de Investigación Pew (Pew Research Center’s Forum on Religion & Public Life, Global Christianity, diciembre de 2011) 10 países concentran el 55.5% de los católicos de todo el mundo: Brasil, México, Filipinas, Estados Unidos, Italia, Colombia, Francia, Polonia, España y el Congo.

Brasil representa el 12.2% de la población católica mundial, seguido de México con 8.8%, Filipinas con 6.9% y Estados Unidos con 6.8 por ciento. 
En América Latina vive el 47.5% de la población católica mundial, en tanto que en Europa lo hace el 23.9 por ciento.

Según el Anuario Pontificio 2012, elaborado por la Oficina Central de Estadística de la Iglesia y presentado al Papa el 10 de marzo, existen en el mundo mil 196 millones de católicos, lo que equivale al 17.5 por ciento de la población mundial.

-¿No hay una especie de desdén de Benedicto XVI hacia América Latina?

- Hay que tener claro que el perfil de Papa itinerante que tuvo Juan Pablo II va a ser muy difícil que se repita en la historia, por lo menos en lo que hace al pontificado de Benedicto XVI.
 A lo mejor nos quedamos acostumbrados a un Papa que estaba muy habituado o que tenía una cierta sed de estar en contacto con las personas de distintas partes del mundo.

Joseph Ratzinger se convirtió en cabeza de la Iglesia el 19 de abril de 2005. Desde entonces ha realizado 22 viajes fuera de Italia. 
Al continente americano sólo ha viajado dos veces: estuvo en Brasil en mayo de 2007 y en Estados Unidos en abril de 2008.

En contraste, el primer viaje de Juan Pablo II fue a América Latina: entre el 25 de enero y el 1 de febrero de 1979 visitó República Dominicana, México y Bahamas. 
En sus primeros siete años como pontífice, mismos que está próximo a cumplir Benedicto XVI, Juan Pablo II viajó siete veces a América Latina y dos a América del Norte: además de México en 1979, visitó Brasil en junio de 1980; Argentina en junio de 1982; Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Guatemala, Honduras, Belice y Haití entre el 2 y el 9 de marzo de 1983; Santo Domingo y Puerto Rico en octubre de 1984; Venezuela, Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago en enero de 1985, y Colombia en julio de 1986, así como Estados Unidos en octubre de 1979 y Canadá en septiembre de 1984.

“Benedicto XVI es un hombre mucho más reflexivo, es fundamentalmente un académico. 
Hay quienes dicen que dedica ocho horas a dormir, ocho horas a ser Benedicto XVI y las otras ocho horas del día se las dedica a volver a ser el profesor Ratzinger, porque ésa es verdaderamente su motivación, ése es verdaderamente su interés, su preocupación. 
No es un hombre que le apueste demasiado a los viajes como estrategia de desarrollo de su pontificado”, expone Soriano Núñez.

“No creo que sea tanto un problema de desdén como de que él no está tan motivado o no cree que el trabajo fundamental del Papa sea el estar viajando por todas partes del mundo como lo hacía en su momento Juan Pablo II”, agrega.

La importancia de América Latina tampoco se ve reflejada en la composición del Colegio Cardenalicio, se le cuestiona al especialista.

“En cuanto a la integración del Colegio Cardenalicio se refleja de alguna manera la concepción que ambos tienen, Juan Pablo II y Benedicto XVI, de lo que este órgano de la Iglesia tendría que ser o las funciones que tendría que cumplir. 
Efectivamente, con Juan Pablo II se dio una tendencia a incorporar al Colegio Cardenalicio a un número muy importante de personas que venían de otras partes del mundo que no fuera Italia y que no fuera Europa; eso es indiscutible, están ahí los números, pero también hay que reconocer que esa tendencia obedeció a condiciones muy específicas del desarrollo del pontificado de Juan Pablo II. 
Por ejemplo, muchos de los nombramientos de cardenales reflejaban un cierto interés, una cierta preferencia por una cierta región, por un cierto tipo de problemas en alguna región del mundo, y en ese sentido él promovía ciertos nombramientos”, argumenta.

Los cardenales son quienes eligen al Papa y lo auxilian en sus tareas como cabeza de la Iglesia. 
Después del último consistorio –ceremonia en la que el Papa nombra nuevos cardenales–, celebrado el pasado 18 de febrero, su número alcanzó los 212, de los cuales 88 tienen 80 años o más, por lo que no pueden participar en la elección del próximo Papa, y 124 son cardenales electores.

Del total, Europa tiene 56% (119 cardenales, de los cuales 52 son italianos), le sigue América Latina con 15% (32 cardenales).
 En cuanto al número de cardenales electores, Europa tiene 67% (30 de ellos italianos), lo que representa 54% del total, mientras que América Latina le sigue con 21, esto es 16.9 por ciento.

Para Soriano Núñez son las diferentes preocupaciones que tuvo Juan Pablo II y las que tiene ahora Benedicto XVI las que explican los criterios para integrar el Colegio Cardenalicio.

“En el caso de Benedicto XVI hay una preocupación más por recuperar el control de la estructura de la Iglesia que él vio que sufrió mucho durante el pontificado de Juan Pablo II, como en el caso de los Legionarios de Cristo. 
Si algo quedó muy claro del pontificado de Juan Pablo II es que a pesar de que tenía ciertas ventajas en términos de la capacidad que tuvo para presentarse como un Papa itinerante, también tuvo puntos débiles, y uno de ellos fue precisamente la incapacidad que la Iglesia tuvo para controlar, por ejemplo, problemas de corrupción o los escándalos de abuso sexual”, apunta.

Considera que Benedicto XVI intenta “ser más cuidadoso en cuanto a quiénes se convierten en cardenales, quiénes van a ejercer el poder”.

Añade: “Está recurriendo más que a un criterio geográfico a un criterio del perfil de los candidatos o de las personas que él promueve a la condición de cardenales”.

EL PAPA NO HABLARÁ DE PEDERASTIA

El pasado martes 13 de marzo, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, adelantó que el Papa no abordaría el tema de la pederastia durante su visita. 
“No está en la agenda. Él va a hablar a los niños, eso dice todo en el sentido de que la postura del Papa hacia el problema que conocemos del maltrato a los niños ya es muy claro, lo ha dicho.
 El Papa quiere empezar su misión hablando a los niños”.

Lo anterior tiene cierta lógica para Soriano Núñez: “Públicamente no lo va a tocar. Como pastor de una Iglesia, como líder de una Iglesia, no te interesa destruirla. Más allá de lo que pueda decir públicamente acerca de los Legionarios de Cristo y todas las obras de alguna manera vinculadas con esta orden, es obvio que es uno de los problemas más graves de la Iglesia en México en la actualidad, y eso es algo que no está resuelto del todo”.

Enfatiza: “Obviamente no va a venir a hacer escarnio de ellos, tampoco es la lógica a partir de la cual él tiene que actuar, pero de que es el problema más grave de la Iglesia católica en México en este momento no tengo la menor duda”.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter