Este proceso también está en marcha en capitales aliadas que se unieron a EE.UU. en la operación de Libia que derrocó y asesinó al líder Muammar Gaddafi en agosto 2011. Están esperando por una decisión de la Casa Blanca antes de seguir adelante.
En Libia, la intervención extranjera comenzó como una operación para “proteger a la población libia” en contra de la supuesta represión del gobierno a disidentes. Dicha operación se le encomendó al Consejo de Seguridad de la ONU. No hay posibilidad de esto en el caso de Siria, ya que será bloqueado por un veto de Rusia.
Por lo tanto, países occidentales están planeando acciones militares de alcance limitado fuera del ámbito de la organización mundial, posiblemente de parte de los “Amigos de Siria”, un grupo de 80 países que se reunirán por primera vez el viernes 24 de febrero en Túnez, para negociar medidas prácticas para terminar con el gobierno de Bashar al Assad.
Los ministros de Relaciones Exteriores y altos funcionarios — excluyendo a Rusia — estarán sin duda más galvanizados a la acción por la trágica muerte de dos periodistas destacados el miércoles 22 de febrero.
El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores negó este jueves cualquier responsabilidad en la muerte de los periodistas extranjeros, ya que estos se encontraban en el país de forma ilegal, informó la agencia oficial de noticias Sana.
“Rechazamos todas las declaraciones que sostienen que Siria es responsable de la muerte de periodistas que se infiltraron en el país por su propio riesgo y sin que las autoridades sirias tuvieran conocimiento de su entrada o paradero”, señaló el portavoz de Exteriores en un comunicado.
Preparaciones para la intervención se están llevando a cabo en la Oficina de Relaciones Exteriores en Londres. El miércoles, el canciller británico William Hague dijo: “Los gobiernos del mundo tienen la responsabilidad de actuar (…) y de redoblar nuestros esfuerzos para detener la vil campaña de terror del gobierno de Assad”.
Hague deliberadamente no dijo nada en torno a la eliminación del gobernante sirio. Tampoco explicó lo esfuerzos necesarios para detener la supuesta campaña de terror. Según fuentes militares, Hague dejó esos temas abiertos debido a que una decisión del presidente Barack Obama acerca de si y cómo los EE.UU. actuará está pendiente hasta que el Pentágono presente los planes operativos al Comandante en Jefe Obama.
