Argentina negó de nuevo tener intenciones de librar una
guerra por las islas Malvinas y señaló que Gran Bretaña es responsable
por la militarización de esta disputa territorial al enviar a la zona
tanto sus buques más poderosos como al príncipe Guillermo, “con uniforme
de conquistador”.
El príncipe Guillermo, piloto de helicóptero de la Real Fuerza Aérea,
comenzará pronto una misión militar de seis semanas en las Malvinas,
entre febrero y marzo.
El asunto se ha convertido en otro punto de
discrepancia con Argentina, que ha buscado reclamar el archipiélago,
llamado Falkland por los ingleses, que lo tomaron hace unos 180 años.
La cancillería argentina rechazó en duros términos la inminente visita de Guillermo.
“El pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe a suelo
patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del
estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las
Naciones”, indicó.
Ambos países han intensificado una guerra de declaraciones en semanas
recientes, de cara al 30mo aniversario de un intento fallido de
Argentina por recuperar las islas. Aquella invasión fugaz terminó en
cientos de muertes y en una humillación internacional para la junta
militar que gobernaba el país sudamericano.
Debilitada por la derrota, la dictadura permitió poco después el regreso de la democracia.
El secretario del Exterior británico William Hague dijo el martes que
el envío de un buque de guerra a las islas Malvinas es una operación de
rutina, pero añadió que la Armada británica “sabe golpear muy fuerte”.
Hague hizo la declaración a Sky News.
El gobierno británico está
enviando uno de sus buques de guerra más avanzados a las islas Malvinas,
aunque aclaró que se trata de una operación de rutina.
“La República Argentina rechaza el intento británico de militarizar
un conflicto sobre el cual las Naciones Unidas ya se han expedido en
numerosas ocasiones y han indicado que ambas naciones deben resolver en
negociaciones bilaterales”, expresó la cancillería argentina en un
comunicado.
Respecto a las afirmaciones de Hague, el ministerio de Relaciones
Exteriores argentino alertó que “los gobiernos deben evitar la tentación
de incurrir en discursos que transformen el patriotismo en
patrioterismo con el objeto de distraer la atención pública de políticas
económicas de ajustes en un contexto de crisis estructural y alto
desempleo” que afecta a las principales potencias de Europa.
El ministerio de Defensa dijo el martes que el destroyer HMS
Dauntless reemplazará a la fragata HMS Montrose en las próximas semanas,
una operación prevista desde hace tiempo.
La Foreign Office informó que Jeremy Browne, un ministro de jerarquía
menor, viajará a las islas en junio para festejar el 30 aniversario de
la breve guerra que libraron Gran Bretaña y Argentina por la soberanía
en 1982.
Argentina convenció a Brasil, Uruguay y Chile el mes pasado que
rechazaran a cualquier buque con la bandera de las Malvinas, que lleva
el rojo, blanco y azul del Union Jack británico junto a un buque y una
oveja.
El primer ministro británico David Cameron analizó la situación con
varios ministros y jefes militares. Cameron dijo que los habitantes de
las islas deben decidir su propio futuro y acusó a la Argentina de tener
una actitud colonialista.
(Terra)