Como parte de una concesión tecnológica, las
empresas Nokia, Apple y RIM pudieron haber permitido que el gobierno
indio tuviera acceso a los correos electrónicos enviados o recibidos
desde sus dispositivos.
La
vigilancia gubernamental sobre sus ciudadanos ha adquirido en fechas
recientes una importancia mayúscula, sobre todo en razón de los
dispositivos tecnológicos desarrollados para tal fin.
En este sentido pocas cosas que parezcan
tan envidiables para vigilar a un individuo como el teléfono portátil,
ese aparato que muchísimas personas en todo el mundo utilizan a diario
en múltiples actividades personales, lo mismo para saludar a una persona
querida que como herramienta de trabajo en incluso para el
entretenimiento.
Qué gobierno no quisiera saber con quién se comunican
sus ciudadanos, qué palabras emplean, qué planes concretan.
Y quizá esta haya sido la ambición de
las autoridades de inteligencia indias al aparentemente concertar un
trato con las empresas Nokia, Apple y RIM (el fabricante de Blackberry)
para que los teléfonos distribuidos por estas compañías tuvieran consigo
una especie de “puerta trasera” por donde se pudieran colar ciertos
ojos y oídos en busca de confesiones invaluables.
Se dice que el objetivo principal de
esta operación de espionaje es la USCC, Comisión de Economía y Seguridad
Estados Unidos-China, y algunos documentos que se han filtrado sobre el
asunto muestran fragmentos de correos electrónicos de miembros de la
USCC.
Este asunto, además, se añade a la
reciente aprobación del gobierno indio para que la agencia de espionaje
del país tenga acceso a las comunicaciones electrónicas de cualquier
ciudadano.
[ZDNet]